El CGC exige a Luis Planas que actúe contra la amenaza del Greening
El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), la patronal nacional que aglutina a los exportadores privados, ha indicado en un comunicado que coincide plenamente con los términos de la carta remitida en julio por la consejera de Agricultura de la Comunidad Valenciana, Mireia Mollà, al ministro en funciones del ramo, Luis Planas, en la que le advirtió del «grave riesgo» que supondría la llegada del Greening o HLB a España y que debía actuar al respecto. El CGC cree que, como ha reiterado la consejera en unas declaraciones públicas, para frenar la posible expansión de esta temida bacteria –aún no presente en el Mediterráneo– resultaría clave controlar antes la población del insecto que la propaga, la Trioza erytreae. Este psílido está presente en la Península desde 2014 y en cinco años ha logrado expandirse por todo el litoral atlántico desde La Coruña (Galicia) a Lisboa (Portugal), habiendo traspasado incluso el río Tajo. La primera y más urgente medida para evitar su acceso a las zonas productoras vecinas del sur de Portugal o a las de Huelva, pasaría por liberar en las áreas infestadas gallegas y lusas el parasitoide –Tamarixia dryi– que el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) –el laboratorio nacional de referencia en bacterias vegetales– importó desde Sudáfrica y que ha venido testando en Canarias, donde también está presente el citado vector, además de en la Isla Reunión y en Mauricio. El ministerio, según la contestación remitida ahora a la consejera, aduce que para proceder a su suelta antes necesita una autorización de la Unión Europea (UE).
El CGC vuelve a coincidir con Mollà en remarcar la evidencia de que, en función de la legislación nacional en materia de sanidad vegetal, se trata de una situación de «urgencia» en la que el Gobierno español sí tiene competencias por lo que su suelta «debería ser inmediata porque está en juego la supervivencia a medio plazo del sector citrícola».