Investigación

Entrevista
Roberto García, Director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar

‘Siempre hemos creído que la mejor forma de consolidar el sector es innovando’

La relación entre Cajamar y el sector agroalimentario viene de lejos. Además, de todo lo relacionado con financiación y servicios agrarios, disponen en Almería de una Estación Experimental, que está considerada como un centro tecnológico de referencia en agricultura intensiva mediterránea. Roberto García, director de Innovación Agroalimentaria de la entidad financiera, nos pone al día de los diversos temas en los que están trabajando y nos da una visión de cómo está el sector y hacia dónde va la producción frutícola y el consumo de fruta.

 

¿Qué investigaciones relacionadas con el sector frutícola están llevando a cabo en estos momentos?
Para Cajamar, la investigación siempre ha sido un factor clave de competitividad. Siempre hemos creído que la mejor forma de consolidar el sector agroalimentario, en general, y frutícola, en particular, es innovando, es invirtiendo continuamente en nuevas tecnologías, en nuevas variedades, en nuevas prácticas culturales, que nos hagan ser cada vez más eficientes y estar más adaptados a lo que demanda el mercado.
En nuestra Estación Experimental empezamos a trabajar en el año 1975, es decir que llevamos más de 40 años ayudando al desarrollo tecnológico del sector agroalimentario, lo que nos permite estar muy en contacto con las últimas novedades. En el caso del sector frutícola, varias son las líneas estratégicas de cara al futuro. En primer lugar, el agua porque la fruticultura es una producción de regadío, donde el factor crítico o clave para poder hacer o no hacer fruticultura es que tengamos agua. Pero, además, al ser cultivos leñosos a largo plazo, hace falta seguridad en la disponibilidad de la misma; no podemos estar un año sin agua pues podríamos perder las plantaciones. En nuestra zona, la escasez de agua ha sido y es un problema, de ahí que llevemos trabajando en el uso eficiente de este recurso desde hace más de cuatro décadas. Así, hemos comprobado que una gran parte de las necesidades de agua se puede resolver o mejorar su disponibilidad utilizando tecnología, en cuanto a cómo manejamos el agua a nivel de parcela, aplicando cada vez más la agricultura de precisión, o reducimos el consumo al mínimo necesario para conseguir una producción adecuada. Otra tendencia es ver fuentes alternativas de suministro de agua como pueden ser el agua regenerada, las aguas urbanas que pueden ser reutilizadas en agricultura o el agua desalada, así como el tema de intercambios de agua, los mercados de agua, utilizar las tecnologías Block chain para facilitar el que se pongan en contacto los usuarios con el fin de emplear esa agua donde pueda generar una mayor rentabilidad económica, social y medioambiental.
Los cultivos y los sistemas de cultivo son otra de nuestras líneas estratégicas. Tradicionalmente la fruta ha sido un producto de temporada, con un espacio muy corto de producción y comercialización. El consumidor quiere cada vez más poder encontrar la fruta en el lineal del supermercado a lo largo de todo el año; no entiende de ciclos agrícolas, de ciclos naturales. Además, la globalización facilita el transporte de productos de una parte a otra de la tierra. Esto nos está llevando a nuevas variedades que van ampliando los calendarios de producción. En algunos casos, como los cítricos, en España ya casi cerramos el ciclo al producir 8–9 meses al año; en otros, como los frutales de hueso, es mucho más complicado. En cuanto a los sistemas de cultivo, vamos hacia manejos más intensivos con los que se pueden alcanzar rendimientos que duplican o triplican los de hace 20 años en muchas especies frutales.

Por su experiencia, ¿cómo ve al sector frutícola español?
Para mí es uno de los más dinámicos y competitivos del mundo; hay pocos países donde se haya transformado tan rápidamente este sector en la última década. Se ha incrementado mucho la superficie de cultivo, pero sobre todo la producción, que se ha duplicado en las dos últimas décadas y también se ha diversificado. Quizá, donde no hemos avanzado tanto y haya que prestar más atención sea en organizar la comercialización, ya que esa capacidad productiva hace que en determinados momentos tengamos problemas de sobreproducción, de sobreoferta que causan la caída de los precios y, consecuentemente, no podamos asegurar la rentabilidad de los agricultores.

¿Por qué es tan necesaria una buena financiación en este sector?
El sector agroalimentario, en general, y el frutícola, en particular, tiene cada vez más un carácter más empresarial. Antes un fruticultor hacía una inversión y probablemente esa plantación iba a estar produciendo durante 20/25/30 años sin volver a hacer grandes inversiones (en modernización de riego, cambio varietal, etc.). Hoy en día esto ha cambiado. Cualquier fruticultor sabe que la variedad que ha plantado hoy, es probable que en seis o siete años el mercado ya no la quiera, y no se puede producir lo que no tiene demanda. Actualmente, por lo tanto, el agricultor debe tener capacidad para renovar toda su explotación en mucho menos tiempo y todo esto exige una adecuada financiación. Es decir, una adecuada planificación de sus necesidades financieras para que al final pueda realizar los cambios antes o en el momento que son necesarios y pueda amortizarlos o rentabilizarlos antes de que sea necesario volver a invertir. Esto implicará tener una visión más empresarial teniendo en cuenta la planificación financiera. Por ello, creemos que, en esta planificación financiera, tanto a la hora de la inversión inicial como con los gastos a lo largo de toda la campaña, contar con el asesoramiento global de una entidad financiera como la nuestra, Cajamar, que conoce muy bien el sector agroalimentario, es muy importante. Aunque nuestra principal actividad es la financiación, desde Cajamar, además de proporcionar los recursos financieros necesarios para realizar esos cambios, intentamos informar y asesorar a nuestros clientes sobre las innovaciones para que esté a la vanguardia. Solo estando a la vanguardia, siendo pionero, podrá este asegurar una mejor rentabilidad de su explotación. En este sentido, nuestra entidad hace una actividad muy intensa de transferencia de conocimientos a través de la organización de numerosas jornadas técnicas, en las que hablamos de las últimas tecnologías disponibles. A nivel nacional y para todos los sectores, estamos hablando de 150/160 actividades de transferencia, de las cuales unas 30 son específicas del sector hortofrutícola.

Recientemente ha moderado una mesa redonda sobre agricultura inteligente + inteligencia artificial. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Nosotros creemos que la inteligencia artificial va a ser una herramienta básica para poder seguir avanzando en la línea que lo hace el consumidor. Al final, la tecnología puede ayudarnos a anticiparnos a los cambios que se van a producir en el mercado. Nosotros estamos aplicando la inteligencia artificial en dos ámbitos: intentando predecir lo qué vamos a producir y anticiparnos a lo que va a querer el consumidor. En el primero, sabemos que las grandes cadenas de supermercados quieren conocer cuántos melocotones o cuántas manzanas vamos a ser capaces de suministrarles dentro de un año en un periodo determinado. Por ello hay que utilizar herramientas de inteligencia artificial en las que incorporamos datos meteorológicos y los cambios que se van produciendo en las plantaciones, de cómo va evolucionando la producción en función de la edad de estas. Toda esta información nos puede permitir afinar bastante y aproximarnos a la cantidad que se vaya a consumir.
En el segundo ámbito, la inteligencia artificial nos servirá para anticiparnos a lo que demandará el consumidor. Hay tendencias, que se van moviendo a través de las redes sociales, y haciendo un seguimiento de las mismas nos podremos enterar de lo que va a querer el consumidor dentro de 2 o 3 años, y sabiéndolo seremos capaces de responder de la mejor forma posible.

Hace unos años términos como digitalización o robotización parecían ciencia ficción. ¿También están trabajando en ello?
Pienso que está todo vinculado con lo que acabamos de hablar. Será necesario incorporar el máximo número de sensores posibles en las explotaciones agrarias para saber cuándo hay que regar, cuándo hay que abonar, cuándo puede haber presencia de una determinada plaga y debemos tratar sobre ella y cuándo puede haber una incidencia climatológica con respecto a la cual debemos proteger nuestros cultivos. En fin, cada vez será más importante disponer de herramientas para predecir lo que le pueda pasar al cultivo. Y luego está el vínculo entre la producción, la manipulación y la comercialización, que todo esto se lleve a cabo de la manera más fluida. Creemos que en este aspecto será muy importante aplicar la tecnología 4.0 al sector frutícola.

Como entidad financiera presente desde los inicios en Fruit Attraction, ¿por qué hay que ir a esta feria?
Antes que nada hay que decir que cada vez hay menos gente que no venga. Dicho esto, hay que reconocer que se ha consolidado como la gran feria de referencia en España del sector hortofrutícola. Recuerdo el primer año, en el que había muchas dudas sobre que tuviese sentido organizar una feria de este sector en Madrid, pero cuando desde IFEMA y FEPEX nos contaron el proyecto nosotros estábamos convencidos que era una iniciativa interesante, necesaria y que iba a tener éxito. Y de hecho, fuimos la única entidad financiera que apostamos por este proyecto hace diez años y hemos sido la única presente en las diez ediciones del certamen hasta la fecha. Pasar de un pabellón de la primera edición a los siete de esta décima y última edición muestra que el cambio ha sido importante y el crecimiento también. Una década después vemos que la apuesta fue totalmente acertada y que es muy positiva para el sector hortofrutícola español porque da una imagen de potencia que hace que en todas las grandes cadenas de supermercados de Europa sepan que para poder asegurar un adecuado suministro de fruta y hortalizas, tanto en gama como en calendario, España es su mejor aliado.

¿Pero el consumo de fruta en nuestro país es muy bajo, no?
Sí, pero que no haya suficiente consumo de fruta representa una gran oportunidad, porque el consumidor está cada vez más preocupado por la alimentación. Sabe que una parte importante de su estado de salud depende de lo que come y eso se está viendo a nivel global. Hay productos que empiezan a ser rechazados o a ver reducido su consumo porque no son beneficiosos para la salud y, en cambio, otros están incrementando su consumo. El sector hortofrutícola, a nivel general, no está todavía beneficiándose de estas tendencias, pero, a nivel particular, hay productos que están obteniendo beneficios como el aguacate, la granada o la almendra. Y esa tendencia positiva se irá incrementando en el futuro.

S.P. /I.F., Madrid.

Publicado en Revista de Fruticultura nº67

 

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Robert Savé

Entrevista
Robert Savé, Investigador y coordinador de vitivinicultura del IRTA

‘Habrá que replantearse en el futuro el concepto de producción’

Temas como el cambio climático y las variedades de vid resistentes a enfermedades fúngicas, las investigaciones que se están realizando en vitivicultura o cómo será el cultivo de la vid de aquí a unos años preocupan al sector. El investigador del IRTA, Robert Savé, nos da su visión en esta entrevista concedida a la revista Enoviticultura.

 

¿El cambio climático es una realidad?
El cambio climático (CC) es una realidad histórica a pesar de que continuamente parezca una cosa que acabamos de descubrir. Por datos del Servei Meteorològic de Catalunya (SMC), del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) o de la Agencia Estatal de Meteorología (AEM), sabemos que el cambio climático se hizo realmente visible y palpable a partir de los años ochenta del siglo pasado. Por tanto, estamos escondiéndonos ante un problema que será global, con efectos muy parciales y muy locales según el tipo de producto o la situación geográfica en que nos encontremos.

¿El viticultor es consciente de esta situación?
Depende del tipo de agricultura y del lugar. La subida potencial de temperatura o el descenso de la precipitación y, sobre todo, la gran variabilidad entre años, para un agricultor de producción anual puede tener graves repercusiones en una campaña determinada, pero a lo mejor en la siguiente la situación se invierte. Para los que tienen cultivos plurianuales, que son todos los leñosos y propios del Mediterráneo, el problema es que la apuesta que hicieron hace unos 15 años está teniendo problemas ahora y aun los tendrá durante unos 15 años más. Por lo tanto, el nivel de concienciación es distinto.
Si nos planteamos una inversión como la renovación del viñedo con variedades nuevas e incluso haciendo alguna mejora tecnológica, pero usamos sistemas de gestión económica basados en algoritmos de cálculo de las prestaciones de los años buenos, o sea de antes de los años ochenta, vamos mal porque en los últimos 3 años, debido a la alternancia que se ha producido en cuanto a producción, ya se ha perdido un 20% de esta. ¿Cómo podemos devolver dinero en unas condiciones que no son viables? Pienso que la adaptación ha de pasar por algo que va mucho más allá de la propia biología del cultivo.

¿Se debe analizar por zonas o de manera genérica este cambio climático?
El primer informe del IPCC sirvió para dar a conocer un problema global. Pero a partir de aquel informe y, sobre todo, en el último ya se habla de una manera clara de la regionalización del problema y de las soluciones a este nivel. El IRTA, junto al Servei Meteorològic de Catalunya, está haciendo proyecciones climáticas a un kilómetro cuadrado con lo cual la regionalización se puede bajar a una escala realmente productiva. De este modo, probabilísticamente sabremos que aquella zona es más seca o más fresca que otra. En consecuencia, podremos plantar una viña en función de las características que se podrán dar en esa fecha. Esto es una garantía no de éxito sino de mayor seguridad a lo que estamos haciendo ahora plantando las variedades para un hipotético mercado que nos dice que el vino blanco ha de ser el Chardonnay, que el cava ha de tener forzosamente Pinot Noir y que en todos los sitios hay que plantar Cabernet Sauvignon. Cuando esto varía podemos volver a soluciones parciales. Vayamos de sur a norte, fijándonos en algunas DD. OO. a modo orientativo, el Priorat ha recuperado sus variedades tradicionales, garnachas y cariñenas, con lo que ha conseguido material vegetal adaptado a sus condiciones y a una tipicidad que lo distingue de otras zonas. En la Terra Alta pasa lo mismo con las garnachas blancas. Subiendo, tenemos el Penedès donde nos encontramos con zonas de grandes producciones por kilos, los cavas, o las de producciones más detallistas, los cavas más especializados o los vinos tranquilos. En este caso hablar del Penedès, de una sola D.O., es hablar de muchas realidades distintas. Continuando hacia el norte, en el Empordà podemos encontrarnos con un problema importante según las proyecciones del SMC y es que cada vez habrá más tormentas en verano. Si a ello sumamos el viento de tramontana que hay en la zona, tenemos un problema grave para la producción. Y si analizamos Costers del Segre, esta D.O. tiene tantas zonas como valles internos puede tener la cuenca del río, y en cada una de ellas habrá que hacer una aproximación para decidir cómo se debe trabajar. Hago énfasis en lo de la producción, ya que posiblemente habrá que replantearse en el futuro el concepto de producción, puesto que los estándares que se habían fijado hasta la fecha deberán repensarse a nivel general, debido a que para estabilizarse en cantidad y calidad requerirá de planteamientos posiblemente a la baja en cuanto a kilos.

¿Recuperar variedades minoritarias puede ser una solución para afrontar el CC?
La recuperación de variedades antiguas o minoritarias es muy interesante por el gran valor biológico que supone. Después habrá que ver si tienen valor productivo o no, porque muchas de estas variedades minoritarias lo son por algo: porque producían poco, tenían difícil conservación y/o sabores o aromas actualmente poco aceptados. Las variedades antiguas, ancestrales, no son una garantía de éxito frente al cambio climático, ya que estas son anteriores, aunque su recuperación a partir de individuos encontrados en la actualidad puede ofrecer sorpresas positivas al respecto, con la ventaja de que mantenemos diversidad funcional y adquirimos potenciales nuevos, recursos aromáticos y de sabor al vino actual.

¿Y las variedades de vid resistentes a enfermedades fúngicas sobre las que se está investigando?
Este tema se trató en una jornada realizada en el Penedés, en la cual participaron profesionales procedentes de distintos ámbitos y centros de investigación. Una de las conclusiones a la que se llegó es que no hay una solución sino muchas soluciones. Por ejemplo, el Penedès, como comarca vitivinícola, ha apostado, y de hecho incluso ha logrado hace unos dos meses un PEG, que es un proyecto de potenciación comarcal europeo gestionado desde el Ayuntamiento de Vilafranca del Penedès con fondos europeos que recibe la Generalitat de Catalunya, por ser más sostenible y ecológico. Luego, necesita entre otras cosas reducir la cantidad de productos fitosanitarios que se aplican porque al final son residuos en toda la cadena de valor vitivinícola. Una solución potencial es el material vegetal resistente a las enfermedades fúngicas, pero es una entre otras, ya que puede ser interesante en un lugar húmedo o afectado por lluvias y, en cambio, en una situación de sequía, no. Hay que tener en cuenta, además, que este material vegetal ya no se le llamará por su nombre actual, tendrá otro distinto, y esto en un mercado que es inmenso, donde llega vino de cualquier lugar del planeta, no sé cómo será aceptado por el consumidor.
A pesar de ello, considero que es una buena alternativa. De hecho, el IRTA colabora en este proyecto tratando de estudiar el mecanismo de resistencia que tienen las plantas, las cutículas, la interacción que tienen con las enfermedades fúngicas tanto para plantear una mejora genética como para que, en caso de que se deba hacer algún tratamiento, la cutícula permita una buena absorción del producto.
En una mesa redonda sobre el futuro del vino en el Penedès, se vio necesario establecer vínculos entre el sector agroalimentario y los de sanidad, energía y gobernanza. ¿Esto es extrapolable a otras zonas productoras?
Valoro que es extrapolable a otras zonas. El problema de la gobernanza es importante porque en estos momentos no hay reserva de suelo agrícola en España. ¿Hay leyes que permitan la gestión del agua mucho más allá de las empresas suministradoras de agua, sobre todo potable, para las poblaciones urbanas? ¿Existe un sistema de gestión del agua en cuenca más allá de la producción hidroeléctrica? ¿Hay leyes suficientes sobre residuos? Es cuestionable a nivel español y por tanto la clave es la gestión de los bienes públicos y su gobernanza. En cuanto al de la sanidad, es evidente porque los últimos informes de la OMS califican el alcohol de tóxico y de droga. Se habla de un 5% de muertes en el primer mundo asociadas al consumo de alcohol. Este aspecto no se puede negar y más en determinadas edades o según géneros, pero considero que hay que ponderar la información. Se debe intentar obtener productos más saludables. Se debe cambiar el criterio de bebo porque quiero por el de bebo porque me sienta bien en determinados aspectos. Es un tema de formación y cultura.

¿La apuesta en el futuro es ir hacia vinos ecológicos o biodinámicos?
Pienso que la producción debe ir hacia la ecológica. La convencional ha mostrado sus límites y problemas medioambientales y la biodinámica está alejada del método científico, aunque ofrece un trabajo íntegro, constante y preciso en el campo, aportando intangibles interesantes para el vino.
Centrémonos en el ecológico. Será un producto mejor, con menos residuos potenciales, pero que tendrá que ser evaluado por el consumidor, porque en un proyecto que está desarrollando el CREDA–UPC, con el IRTA, el INCAVI, Rioja, Galicia y Burdeos, sobre la sensibilidad del consumidor frente al vino ecológico, podríamos decir que, de momento, no existe esta sensibilidad. La gente compra un vino ecológico porque piensa que es mejor, pero una vez lo ha probado no encuentra una diferencia de sabor o algo especial que le haga pagar un valor añadido. Eso sí, sabe que incide menos en el medio ambiente, pero los valores añadidos son difíciles de asumir. Además, hay que tener en cuenta que algunos de ellos, los denominados naturales, deben consumirse con mayor inmediatez pues al no llevar conservantes son más inestables que un vino convencional.

¿En qué investigaciones relacionadas con la vitivinicultura están trabajando en el IRTA?
En muchas, en los 9 programas IRTA incluidos en el metaprograma Metavine creado en el 2014 con el fin de generar sinergias y ofrecer un servicio integral y de calidad al sector vitivinícola.
El primer programa, el del uso eficiente del agua, es un grupo muy potente, de gran prestigio, ubicado en Lleida y que trabaja en la optimización de la producción en cuanto a las unidades de agua que se tiene. Este grupo focaliza sus esfuerzos principalmente en la D.O. Costers del Segre, donde el regadío existe desde hace tiempo y el agua es de calidad ya que baja directamente del Pirineo. Además, se ha pasado de una agronomía tradicional a utilizar las nuevas tecnologías como las imágenes espectrales, los drones, etc.
En patología vegetal, se ha dado un salto importante al valorarla con una visión holística, más allá del patógeno, incluyéndola en la práctica agronómica global.
Por lo que se refiere al programa de postcosecha, se ha basado sobre todo en uva de mesa.
En el de la gestión de los residuos orgánicos, dentro del concepto de la economía circular o de una manera más global en la eficiencia en la obtención de producto por unidad de input, se está trabajando en la obtención de energía con residuos y en la reutilización de partes como las podas en verde o la recogida de racimo, para mantener carga, o de restos de bodega para alimentación animal o humana, cosmética ...
En el programa de funcionalidad y nutrición, estamos empezando a incidir en temas asociados al de la tecnología de alimentos. Si alguien nos hubiera dicho hace 20 años que podríamos consumir jamón de primera calidad envasado y cortado, le hubiésemos dicho que estaba loco. ¿Por qué en el caso del vino debemos seguir con una botella de cristal con la base bien apretada para arriba, que pesa mucho, y esto es criterio de calidad, y no podemos jugar con sistemas de conservación, por ejemplo, con altas presiones o con bajas concentraciones de oxígeno cuando el consumo mayoritario es de vino que no permanece mucho tiempo envasado? Por lo tanto, serían tecnologías buenas. ¿Por qué el envase ha de ser generalmente de tres cuartos de litro?
Respecto a la economía agroalimentaria, se trata de un tema clave que va más allá de cuánto se invierte o se gana, donde todos los valores ecosistémicos son muy importantes. Una de las mayores superficies agrícolas que hay en España es el viñedo, que además produce donde no se pueden desarrollar otros cultivos con elevado valor añadido; estamos hablando de una gran cantidad de población, de cultura, toda una serie de factores que se han de poner en el balance porque cuando queramos entrar en la PAC, o tener algún reconocimiento europeo o simplemente como un sector que puede ayudar muchísimo a seguir manteniendo determinado paisaje funcional, no solo hemos de encontrar ganancias–pérdidas sino todos estos valores mencionados.
En biotecnología, de momento, el IRTA está cotejando información, porque, por ejemplo, participar en un proyecto a 15 años vista es un tema realmente complejo. Se han hecho intentos en plantas resistentes a enfermedades fúngicas, pero nada más.
En el programa de horticultura ambiental, que ya no es tal, pues ahora está englobado en el de fruticultura, estamos trabajando en dos grandes líneas: una, la de caracterizar el material vegetal propio, los clones de algunas variedades, que están funcionando muy bien en determinados sitios, para poder trasladarlos a otras partes con el fin de poder mantener la producción. Así, en Extremadura, Murcia y La Mancha, hay clones de variedades que utilizamos aquí, procedentes algunos de secano y otros de regadío. Se trata sobre todo de clones de garnachas, blancas y negras. La otra línea, que es importante, es la gestión del secano, ya que este ocupa más del 65% de la producción. Estamos haciendo smart agricultura con el secano, es decir, utilizamos alta tecnificación para poder gestionarlo.

¿Qué grado de implicación hay por parte de las DD. OO. y empresas del sector con la investigación que ustedes desarrollan?
El nivel de implicación es alto y va en aumento, sobre todo por parte de las grandes empresas. Pienso que las administraciones también están por la labor. Por ejemplo, la Unión Europea, a pesar de las restricciones que puede tener en cuanto al producto final, en viticultura ha invertido y seguirá invirtiendo por lo que he dicho de paisaje, cultura y población.
Actualmente, nuestro gran reto es implicar a los pequeños productores, que son una parte muy importante de esta gran industria del vino, a través de las cooperativas y las denominaciones de origen para poder utilizar de manera más eficiente los recursos que cada vez serán más escasos.
Con las denominaciones de origen tenemos bastante relación, sobre todo a través del INCAVI (Institut Català de la Vinya i el Vi) con el que desarrollamos complementariamente muchas actividades de I+D+T+i conjuntamente con el sector público y privado, ayudándonos de INNOVI y la Plataforma Tecnológica del Vino.
I.F. – S.P., Caldes de Montbui.

Publicado en Enoviticultura nº54

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Teresa Carrillo Cobo

Teresa Carrillo CoboEntrevista
Teresa Carrillo Cobo, Directora del Departamento de I+D+i de Galpagro

‘Vamos a trabajar cuatro años en encontrar soluciones a la Xylella fastidiosa

La empresa cordobesa Galpagro lidera el proyecto europeo en la lucha contra la Xylella fastidiosa ‘Life Resilience: Prevention of X. fastidiosa in intensive olive & almond plantations applying productive green farming practices’ en el que participan empresas, universidades y centros de investigación de España, Portugal e Italia. La doctora ingeniera agrónomo Teresa Carrillo Cobo es la directora del Departamento de I+D+i de la compañía andaluza.

 

¿Cómo surgió Life Resilience y qué papel tiene Galpagro?
El proyecto surge, por un lado, debido a la gran incertidumbre existente sobre Xylella fastidiosa en el sector agrario, el desconocimiento y la preocupación de los agricultores, técnicos y de todos los agentes de la agricultura.
Además, el proyecto Life Resilience es una realidad gracias al éxito de esta alianza entre diferentes empresas, universidades y centros de investigación de España, Portugal e Italia. Todos comprometidos con el éxito del proyecto y conscientes de que juntos no solo sumamos, sino que multiplicamos resultados.
Galpagro es líder del proyecto y junto con otros 8 socios vamos a trabajar durante 4 años en conocer más a esta bacteria y encontrar soluciones.

¿Los recursos disponibles son suficientes?
Disponemos de recursos suficientes para avanzar en este tema. La Universidad de Córdoba ha trabajado en la mejora genética de variedades previamente, obteniendo resultados excelentes. El proyecto no parte de cero en cuanto al desarrollo de variedades puesto que disponemos de casi 500 genotipos de padres que tienen cierta resistencia a la bacteria. Las nuevas variedades serán evaluadas por el Consiglio Nazionale Delle Richerche de Italia e implantadas en fincas. Sin duda, su comportamiento en campo será evaluado parcialmente durante la duración del proyecto puesto que solo tenemos cuatro años, pero todos tenemos el compromiso de continuar tras el proyecto hasta encontrar esa variedad resistente a la Xylella fastidiosa y con buen comportamiento para su comercialización

 

“El proyecto no parte de cero en cuanto al desarrollo de variedades puesto que disponemos de 500 genotipos de padres que tienen cierta resistencia a la bacteria”

 

¿Quiénes participan?
Además de nosotros, Gálvez Productos Agroquímicos, S.L participan Agrodrone, S.L., Agrifood Sector Communication, S.L., Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Consiglio Nazionale Delle Richerche (CNR), Nutriprado, LDA, Sociedade Agricola Herdade Do Charqueirao, LDA. Societá Agricola F Lli Fontana– S.S. y la Universidad de Córdoba.

¿Qué parte del proyecto desarrolla Galpagro y qué parte el resto de socios?
Galpagro como líder del proyecto dirige y coordina el desarrollo de los hitos y supervisa todas las actividades. Nosotros somos responsables de detectar las necesidades para obtener el resultado esperado en cada fase.
El primer objetivo, la obtención de una variedad resistente a los agentes patógenos, es responsabilidad principal de la Universidad de Córdoba y con el soporte del CNR.
El resto de socios trabajaremos conjuntamente en demostrar prácticas de producción sostenibles, incluidos métodos naturales de control de vectores, que ayudan a prevenir la propagación y aumentan la resiliencia del sistema a plagas y patógenos.

Buscan prácticas sostenibles y productivas para la prevención. ¿Qué se están encontrando?
El Kick–off del proyecto tendrá lugar a mediados de julio, a partir de ese momento comenzará el desarrollo del mismo, aunque efectivamente no partimos de cero, cada socio dispone de técnicas, modelos y experiencia para alcanzar nuestro objetivo, una gestión sostenible y rentable para la prevención de Xylella fastidiosa en plantaciones de alta densidad de olivar y almendro.

¿Entonces la investigación no se centra solo en el olivo?
El objetivo 1 se centra principalmente en olivar. El objetivo 2 tiene varias fases, la primera es el proceso de demostración de las prácticas sostenibles en explotaciones de olivar y almendro, 250 hectáreas repartidas por España, Portugal e Italia. La segunda fase nos permite proporcionar este modelo replicable de mejores prácticas, para un aumento de la capacidad de adaptación de los cultivos al cambio climático y futuras epidemias, a 2.500 hectáreas principalmente en fincas de olivar y almendro, junto con una ligera superficie de cítricos y viña.
Rosa Matas, Lleida.

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Será nombrado por el Gobierno de la Generalitat de Catalunya en su próxima reunión a propuesta de Teresa Jordà

 

El Consejo de Administración del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) de la Generalitat de Catalunya ha propuesto, en su última reunión del 10 de julio, a Josep Usall, como nuevo director general, en substitución de Josep M. Monfort, quien ha estado al frente del Instituto desde septiembre de 2008.

La selección del nuevo director general del IRTA ha sido un largo proceso que se inició en agosto de 2017 con el anuncio de la oferta del cargo en varios medios nacionales e internacionales con el fin de darle la máxima difusión. En total se recibieron 49 candidaturas de todo el mundo que fueron analizadas por el Comité Científico Asesor del IRTA, que priorizó los que consideró los seis mejores candidatos. Posteriormente, el Comité de Selección nombrado a tal efecto, seleccionó los dos candidatos finalistas que hoy han expuesto sus candidaturas ante el Consejo de Administración del IRTA. Una vez finalizado el proceso de selección, el candidato será nombrado por el Gobierno de la Generalitat de Catalunya a propuesta de la consejera del DARP y presidenta del IRTA, Teresa Jordà. Este procedimiento se ha desarrollado de acuerdo con las directrices que establece la Ley del IRTA 4/2009 y con el espíritu que rige los centros CERCA del sistema de I+D+i catalán.

El nuevo director general del IRTA ha señalado que quiere ayudar desde la investigación que se hace en esta institución a los retos con los que se deberá enfrentar el sector agroalimentario y la sociedad en general, así como mantenerla como uno de los principales referentes del sector de la investigación agroalimentaria dentro y fuera de nuestro país.

Josep Usall obtuvo el título de Ingeniero Agrónomo por la UPC en 1991 y se incorporó al IRTA como investigador en 1992. En 1995 se doctoró en la UdL. Ha sido director del Servicio Técnico de Postcosecha del IRTA desde 2002 y responsable del programa de Postcosecha desde 2012. El campo principal de su investigación ha sido el desarrollo de estrategias de control de las principales enfermedades de postcosecha de frutas y los patógenos de transmisión alimentaria en frutas y hortalizas para consumo en fresco y mínimamente procesadas.
www.irta.cat

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Rosa Gallardo

Entrevista
Rosa Gallardo, directora de la ETSIAM de Córdoba

‘Sin Agrónomos de Córdoba no podría entenderse el desarrollo del sector del olivar en el mundo’

La Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (ETSIAM), de la Universidad de Córdoba, celebra este año su 50 aniversario. El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, le ha concedido la Placa de Oro de la Orden Civil del Mérito Agrario, Pesquero y Alimentario, Sección Mérito Agrario con la que reconoce una trayectoria colectiva de compromiso con los retos de los sectores agrario, agroalimentario y forestal. Su directora, Rosa Gallardo, explica que no podría entenderse la situación actual del olivar en España e incluso en el mundo, sin las aportaciones de los grupos de investigación de la ETSIAM de la que han salido cargos de responsabilidad de la administración europea, española y andaluza y líderes de empresas pequeñas, medianas y grandes.

 

Rosa GallardoHa sido alumna, profesora, subdirectora y directora. ¿Qué ha aportado la ETSIAM a Córdoba y a su territorio?
Han sido 50 años impulsando y liderando cambios de tendencia, ofreciendo formación de calidad e investigación de primer nivel, apostando por la innovación y por la vanguardia tecnológica. Más de 5.000 estudiantes han pasado por nuestras aulas y se han convertido en profesionales de los ámbitos agrario, agroalimentario y forestal y han tenido cargos de responsabilidad en la Administración europea, nacional y regional, en organismos internacionales, en grandes empresas del sector o en pequeñas y medianas empresas impulsando la construcción de un tejido empresarial clave para la economía y el desarrollo del territorio andaluz y por supuesto cordobés. Esta es la primera gran aportación.
Por otro lado, es indiscutible que somos un Centro con un alto potencial investigador reconocido nacional e internacionalmente, lo que ha tenido un gran impacto en el desarrollo y avance del sector agrario, agroalimentario y forestal. Pero creo que, en nuestra historia, debe destacarse también el hecho haber sido un centro pionero en la proyección internacional y en el acercamiento al entorno empresarial e institucional.

¿Qué retos tiene?
Si tuviera que destacar aspectos a los que debemos prestar especial atención en los próximos años, citaría en primer lugar la necesidad de comunicar mejor lo que hacemos, qué tipo de profesionales formamos, a qué se dedican, qué investigamos, las altas tasas de empleabilidad de nuestros títulos. En definitiva, debemos llegar más y mejor a la sociedad.
Mejorando la comunicación nos resultará más fácil abordar el segundo aspecto que quería destacar que no es otro que incrementar el número de jóvenes que se interesan por nuestros estudios. Estamos haciendo también un esfuerzo importante por captar talento y empezamos a tener resultados.
Y en tercer lugar creo que necesitamos también seguir prestando atención a fortalecer el proyecto colectivo de Escuela, es algo en lo que debemos implicarnos todos, porque todos los colectivos que formamos la ETSIAM nos beneficiaremos si lo logramos. En esta tarea estamos tratando de implicar a nuestros egresados, que representan un elemento sustancial en nuestro Proyecto de Escuela, y para ello estamos volcados en la reactivación e impulso de la Asociación de Antiguos alumnos de la ETSIAM.
Por último, diría que el futuro de nuestros títulos estará ligado a la capacidad que tengamos para incorporarnos a la revolución digital.

Cite algunos proyectos de éxito que han salido de la ETSIAM
En la ETSIAM existen líneas de investigación que han obtenido resultados muy importantes para el desarrollo del sector agroforestal. No podría entenderse la situación actual del olivar en nuestro país, e incluso en el mundo, sin las aportaciones de estos grupos de investigación. Hay una línea de investigación muy significativa que es la de obtención de nuevas variedades de olivo. En estos momentos están en marcha varios proyectos financiados por empresas privadas que tratan de obtener nuevas variedades adaptadas al olivar en seto. En este contexto destaco también otro proyecto financiado por la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, para obtener variedades resistentes a Verticillium y, recientemente, un proyecto LIFE en el que se intentarán obtener nuevas variedades resistentes a Xylella fastidiosa. Investigaciones de grupos de investigación ETSIAM han permitido el incremento de la productividad en este cultivo y, lo que es más importante, la compatibilidad con la búsqueda de la sostenibilidad. En este contexto cabe citar los proyectos OliveMiracle y SustainFarm.

¿Llega dinero para la investigación?
La amplia trayectoria en investigación e innovación en olivar ha culminado con la firma a finales de 2017 del convenio firmado con el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad denominado “INNOLIVAR”, cofinanciado con fondos FEDER y las interprofesionales del aceite de oliva y la aceituna, dotado con más de 13 millones de euros. Es el convenio de mayor cuantía en la historia de la Universidad de Córdoba, siendo probablemente la mayor inyección económica para la transferencia tecnológica que recibe una universidad española. El equipo técnico está formado por más de 40 investigadores de la ETSIAM, pertenecientes a 8 grupos de investigación, lo que sitúa a la Escuela en la vanguardia de la innovación, llamada a liderar la revolución tecnológica del olivar en los próximos años.

¿Y en el campo de energías renovables?
Destacaría también los proyectos de investigación asociados a la eficiencia y sostenibilidad de agua y energía en regadío, a la reducción de la dependencia energética del regadío mediante el uso de sistemas predictivos y energía renovables, la gestión del agua a través de Inteligencia Artificial y Big Data, el diseño de un modelo de riego en olivar mediante el uso de aguas regeneradas o el proyecto ‘Wastewater bioremediation using Algae–Bacteria consortia for Rural Area’.

 

‘Trabajamos en un proyecto LIFE en el que se intentarán obtener nuevas variedades de olivo resistentes a Xylella fastidiosa

 

¿En algún otro campo?
En general, la ETSIAM ha liderado el impulso de la agricultura de precisión, de los avances en maquinaria y mecanización agraria, y de la incorporación de nuevas tecnologías al sector agroforestal, como es la utilización de la fotogrametría y la teledetección muy cercana, posibilitada por los nuevos sensores a bordo de RPAS, para la toma de decisiones agronómicas y el desarrollo de aplicaciones no posibles hasta ahora plantaciones y vid y en seguridad alimentaria por determinación de parámetros a nivel de hoja en horticultura.
Otro ámbito en el que nuestros grupos de investigación se sitúan en primera línea en el contexto internacional es en la aplicación de la Espectroscopía de Infrarrojo Cercano (NIRS) como herramienta para la innovación tecnológica de los sistemas de control de calidad de alimentos y productos animales, la seguridad y trazabilidad en la cadena alimentaria usando NIRS, o la utilización de Sensores MEMS y NIRS–imagen para el análisis no destructivo e in situ de productos animales y vegetales.
Son muy destacables las aportaciones realizadas para poner en valor un ecosistema tan característico de nuestro entorno como es la dehesa. Destacan el proyecto Ecosistemas de dehesa: Desarrollo de políticas y herramientas para la gestión y conservación de la biodiversidad y el proyecto SUPER–G que trata de evaluar y mejorar los sistemas de manejo en pastos permanentes bajo las premisas de la Política Agraria Común (PAC) y de la Política Medioambiental en la Unión Europea.
La preocupación por el cambio climático ha orientado también parte de nuestra investigación, pudiendo citar en este ámbito el proyecto LIFE FOREST CO2 (Assessment of forest–carbon sinks and promotion of compensation systems as tools for climate change mitigation), el proyecto que trata de analizar el comportamiento de distintas variedades de olivar antes diferentes escenarios de cambio climático, o los proyectos CLARA (Climate Forecast enabled knowledge services) y AQUACLEW (Advancing Quality of Climate services for European Water).

¿Y en el ámbito forestal?
Importantes han sido también las aportaciones para la prevención y control de incendios forestales con proyectos, como son GEPRIF –Reducción de la severidad del fuego mediante nuevas herramientas y tecnologías de gestión integrada de la protección contra incendios forestales– y VIS4FIRE –Vulnerabilidad integral de los sistemas forestales frente a incendios: implicaciones en las herramientas de gestión forestal–.

 

‘Los proyectos de investigación de la ETSIAM supusieron el 40% de los fondos captados por la Universidad de Córdoba en 2016’

 

¿En cuántos proyectos de investigación trabaja ahora la ETSIAM?
La experiencia y calidad investigadora del profesorado de la ETSIAM se ha forjado a lo largo de sus cincuenta años de historia y constituye, sin duda alguna, un pilar fundamental en el reconocimiento del Centro como una referencia en ingeniería agronómica y forestal y en agroalimentación en el ámbito nacional e internacional.
En la actualidad, los 32 grupos de investigación dirigidos por investigadores de la ETSIAM, lideran la investigación y la transferencia en la Universidad de Córdoba. Según datos del año 2016, los Proyectos de Investigación desarrollados por grupos de investigación de la ETSIAM supusieron casi el 40% del total de fondos captados por la Universidad de Córdoba, cifra que se eleva a más del 50% referida a los Proyectos Internacionales. Solo con dimensión internacional es posible conseguir los excelentes resultados en investigación de la ETSIAM, que es partícipe de numerosos proyectos y consorcios europeos e internacionales para el desarrollo de aplicaciones de gran interés en la agricultura, la alimentación o el ámbito forestal y del desarrollo territorial, en las han trabajado conjuntamente con investigadores de instituciones tales como: UCL (University College London), USDA, Wageningen U., California U., Davis, FAO, Leuven U., Texas U., Padova U., Humboldt U.
Este potencial investigador ha sido reconocido desde el año 2013, situando a la Universidad de Córdoba como la primera universidad española en investigación en el campo de las Ciencias Agrarias, según el Ranking I–UGR, elaborado por los grupos de la Universidad de Granada Evaluación de la Ciencia y de la Comunicación Científica (EC3) y Soft Computing and Intelligent Information Systems (SCI2S).
Este liderazgo ha sido reconocido en las tres ediciones del Premio Galileo a la Transferencia del Conocimiento de la UCO, que ha recaído en los profesores Rafael Navarro, Jesús Gil y Ana Garrido, así como el premio en sus dos ediciones a la mejor EBT de la Universidad de Córdoba, otorgado a AGROSAP y POMOLOGÍA, ambas participadas por profesores de la ETSIAM.

¿Cómo celebran el 50 aniversario?
Hemos comenzado con el Acto inicial de la celebración del 50 aniversario, que tuvo lugar el lunes 12 de febrero en el Rectorado de la Universidad de Córdoba. En este acto inauguramos la Exposición sobre Libros históricos de referencia para la Ingeniería Agronómica y Forestal, más de 100 piezas, algunas de ellas ejemplares únicos. También en el mes de febrero, el día 26, celebramos una actividad satélite del Startup Europe Smart Agrifood Summit, un evento de carácter europeo que pretendió estimular y potenciar el desarrollo del emprendimiento y la innovación en el sector empresarial de la cadena agroalimentaria, con la ayuda de la tecnología y en colaboración con todos los agentes sociales implicados en el mismo.
En el mes de marzo y abril hemos celebrado actos muy vinculados a actividades muy queridas por los que conformamos la “Familia ETSIAM”. El 17 de marzo tuvo lugar el Torneo Internacional de veteranos de Rugbi y el 7 de abril nos reunimos más de 2000 miembros de la Familia ETSIAM en las antiguas instalaciones de la ETSIAM para disfrutar de nuestra tradicional “Agrobarra”. Por otro lado, del 18 al 22 de abril se celebró la Cata de la Denominación de Origen Montilla–Moriles, que este año se ha dedicado a la ETSIAM con motivo de su cincuentenario, algo por lo que estamos enormemente agradecidos.
El día 4 de mayo celebramos el Acto central del 50 aniversario en el Salón de Actos Juan XXIII del Campus de Rabanales, donde esperamos reunir a un número importante de personas que se sienten de alguna forma vinculadas a la ETSIAM. Durante este acto homenajearemos al primer director, D. José Ruiz Santaella.
Finalmente, con motivo del cincuentenario se celebrará en Córdoba en octubre el IV Congreso Nacional de Ingenieros Agrónomos, organizado por la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos (ANIA), y en noviembre la prestigiosa Jornada de la Cátedra Agrobank dedicada a la Agricultura de regadío. 
Rosa Matas, Lleida.

Publicado en Revista de Fruticultura nº62

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Personalidades, instituciones y empresas trabajarán juntas para conseguir la mayor red formativa del estado.

 

Un grupo de inquietos enólogos ha creado Vitivin, una comunidad profesional online del sector vitivinícola, que tiene como objetivo ser la plataforma de referencia para el intercambio de conocimiento y opiniones de los diferentes actores de este sector, siendo a su vez una herramienta de formación continua.

Su funcionamiento está basado en un formato de red de contactos, donde cada persona tendrá su muro de actividades, podrá participar en foros de debate y a la vez tendrá a su abasto toda una sería de recursos de interés y de formación como artículos, entrevistas o conferencias que se irán añadiendo periódicamente. Estos recursos estarán en varios formatos, creando una hemeroteca con vídeos, estudios, webinars, etc.

En Vitivin tienen cabida todos los activos del mundo vitivinícola, ya sean personas individuales (enólogos, viticultores, periodistas, investigadores, etc.) o instituciones, asociaciones y empresas. Se trata de un modelo de página web de suscripción privada, con una cuota mínima mensual para poder acceder a la comunidad y toda la formación contenida. Esta cuota irá destinada al mantenimiento de la plataforma, moderación y generación de recursos de formación, evitando así anuncios intrusivos por parte de empresas o personalidades.

Las dos ideas básicas de esta iniciativa son romper barreras y crear un dinamismo entre todos los profesionales del sector y facilitar el acceso a contenido formativo de todo tipo.
www.vitivin.pro

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El Congreso Internacional de Fruta de Hueso, Stone Fruit Attraction celebrará su tercera edición el próximo 19 de octubre, en el marco de Fruit Attraction 2017, reuniendo a profesionales nacionales e internacionales de la investigación y desarrollo, productores y exportadores, así como representantes de la distribución.

El Stone Fruit Attraction se llevará a cabo en el FRUIT FORUM 5, de 10 a 14 horas, y se organizará en tres bloques, con una estructura similar a la de las dos ediciones anteriores, en 2013 y 2015, que contaron con más de 200 participantes. El primer bloque se destinará a investigación y desarrollo, y el segundo a la distribución. La tercera parte será una mesa redonda sobre ‘Producción y Consumo. Perspectivas del sector de la fruta de hueso’, en la que participarán productores y exportadores españoles y de los principales países productores como Italia, Chile o Sudáfrica.

 

Más de un millón de toneladas exportadas
La fruta de hueso es el principal cultivo de frutas no cítricas en España, con una exportación en 2016 de 1.039.067 toneladas, un 2% menos que en 2015, por un valor de 1.095 millones de euros (–1%). De esta cantidad, 418.814 toneladas correspondieron a nectarina, un 11% menos que en 2015, por un valor de 413,4 millones de euros (–8%) y 407.402 toneladas correspondieron a melocotón (+7%) por un valor de 387 millones de euros (+7%). Los envíos de ciruela totalizaron 109.184 toneladas, el mismo volumen que en 2015 por un valor de 112 millones de euros (+4%); los de albaricoque se situaron en 80.010 toneladas, la misma cantidad que en 2015, por un valor de 115,3 millones de euros (+1%), y los de cereza ascendieron a 23.657 toneladas (–31%) por un valor de 67,5 millones de euros (–2%), según datos de la Dirección General de Aduanas, procesados por FEPEX.

A la UE se destinaron el 92% del total de las exportaciones de fruta de hueso de España, ascendiendo a 957.394 toneladas, mientras que las 82.203 toneladas restantes se dirigieron a los países terceros. El valor de los envíos a la UE fue de 998,4 millones de euros, y fuera de la UE fue de 97,8 millones de euros. En el ámbito extracomunitario, 2016 ha sido el primer año en el que se ha exportado fruta de hueso a China.

Organizado por APOEXPA y FEPEX, el III Congreso Internacional de Fruta de Hueso forma parte del programa de jornadas y actividades paralelas que tendrán lugar en el marco de la 9ª edición de Fruit Attraction, que se desarrollará del 18 al 20 de octubre.

Cabe señalar que el Stone Fruit Attraction celebró su primera edición en Fruit Attraction 2013, y ha tenido lugar desde entonces con carácter bianual, con el objetivo de poner en valor la producción de fruta de hueso española, destacando algunos mensajes como la diversidad y variedad de la oferta, que permiten que España sea el único país del hemisferio norte capaz de suministrar desde abril a noviembre a todos los mercados internacionales. 
http://stonefruitattraction.com

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El sector está preocupado y se muestra unido: huye de alarmismos, pero reclama coordinación y medios técnicos para hacer frente a la amenaza

 

La jornada técnica Xylella en la Comunitat Valenciana. Situación y actuaciones’, celebrada el 21 de junio en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la UPV y organizada por la fundación del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante (COIAL), ha generado una gran expectación, dada la actualidad del tema tratado. La apertura ha corrido a cargo del director general de Agricultura, Ganadería y Pesca, Rogelio Llanes, mientras que de la clausura se ha encargado el secretario autonómico de Agricultura, Ganadería y Pesca, Francisco Rodríguez. El sector agrario valenciano busca en el foro de los ingenieros agrónomos respuestas a la situación creada por el primer positivo de Xylella fastidiosa en esta comunidad.

 

Más de 300 positivos en las Islas Baleares
La detección de nuevos casos en otros puntos del territorio valenciano se da por más que probable por parte de los expertos. Es algo que se deduce fácilmente al conocer los datos aportados por Omar Beidas, jefe de Sección de Sanidad Vegetal de la conselleria de Agricultura de las Islas Baleares: «Tras la detección del primer positivo hemos hecho miles de análisis, y hemos detectado 304 nuevos casos, que además corresponden a diferentes ámbitos: forestal, agrícola en explotación o abandonado, plantas ornamentales, jardines públicos y privados, plantas en rotondas y autopistas…».

Por su parte, Vicente Dalmau, jefe de Servicio de Sanidad Vegetal de la Generalitat Valenciana, ha indicado que tras el primer positivo «se han tratado todas las plantas en un radio de 150 metros y se han inmovilizado las existentes en un radio de 10 kilómetros, tal como obliga el protocolo de la Unión Europea». Dalmau ha querido aclarar que tras un positivo solo se arrancarán las plantas hospedantes y no otras, aunque estén dentro de ese radio. Así, ha comentado que «en Guadalest se están arrancado los almendros, vulnerables a la subespecie multiplex, y si hubiera, por ejemplo, olivos en esa parcela, no se arrancarían». Asimismo, ha anunciado que su departamento «ya está redactando la orden que recogerá las indemnizaciones por los trabajos de arranque y por el valor de la planta».

 

Facilitar el trabajo a los investigadores
«Investigar sobre la bacteria y sus efectos es fundamental para poder minimizar el impacto de la ‘Xylella’ en el sector agrario», ha recalcado Raquel Aguilar, vicedecana del COIAL. «Hay que poner a trabajar a nuestros institutos de investigación y universidades porque sabemos que el conocimiento y la tecnología son las mejores herramientas para combatir este problema: ya ha pasado con la tristeza, el escarabajo de la patata o el picudo. Tenemos ingenieros especialistas de primer orden y exigimos un plan dotado y coordinado entre todas las administraciones afectadas para desarrollar las labores de investigación, información, prevención y ejecución de planes y protocolos. La coordinación y la suficiencia de recursos son cruciales para que la xylella sea solo un mal recuerdo dentro de unos años», ha añadido Aguilar.

Sobre la tipología de la bacteria, Esther Marco, investigadora del IVIA, ha explicado que la Xylella tiene la capacidad de mutar y que hasta ahora lo ha hecho en cuatro subespecies: fastidiosa, multiplex, pauca y sandy. También ha hablado sobre «su facilidad para intercambiar material genético, lo que le permite adaptarse a nuevos huéspedes». En estos momentos, hay hasta 360 especies en todo el mundo vulnerables a su ataque. La bacteria se aloja en el xilema de la planta, se multiplica y se acumula en los vasos, lo que impide la circulación de la savia y acaba por secar a su huésped. Los síntomas no son específicos, aunque en muchos casos provoca necrosis en las hojas y en otros la planta afectada no presenta síntomas. Las enfermedades que provoca, asociadas a las especies a las que ataca, no tienen cura. En cuanto a su localización, tiene una prevalencia mucho mayor en la costa que en el interior, una regla que se cumple tanto en la Comunidad Valenciana como en el resto de la península.

 

Vectores diferentes
Por lo que se refiere a los vectores (insectos que propagan la bacteria), el catedrático Ferrán García Marí ha explicado que hay tres familias que tienen capacidad para propagar la bacteria, aunque no saben aún con seguridad qué especies en concreto lo hacen y cuáles no. Las familias son los cicadomorfos, los cercópidos y los aphrophóridos. El Philaeus spumarius pertenece a esta última y según los estudios llevados a cabo en Baleares es el que más capacidad tiene para transmitir la Xylella. En la Comunidad Valenciana ha sido capturado en una de cada 400 trampas instaladas. Transfieren la bacteria a la planta al pinchar con su trompa en busca de alimento. La Xylella no les afecta, y tampoco a su descendencia. Los científicos también saben que, dependiendo de cada territorio, los insectos que propagan la bacteria son diferentes, por lo que tienen que estudiar la biología y la sociología de los mismos para conseguir extraer conclusiones útiles para la lucha contra la plaga.

 

Preocupación y unión en el sector
En la mesa redonda compuesta por los representantes de AVA, La Unió, UPA, FEPAC y FECOAV se ha constatado la preocupación y unión del sector agrario valenciano, que ha reclamado con contundencia coordinación y medios para hacer frente al problema.

El secretario autonómico de Agricultura, Ganadería y Pesca, Francisco Rodríguez, ha afirmado en la clausura que en la Comunidad Valenciana «todos los grupos, ya seamos políticos o técnicos, estamos muy implicados en frenar el avance de la Xylella. Además, tenemos unos investigadores muy capaces, con un gran conocimiento de la situación. Vamos a intentar trabajar con calma y colaborar para tener más y mejores medios para los investigadores, algo fundamental para abordar con posibilidades de éxito la tarea que tenemos por delante».

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María José Rubio–CabetasEntrevista
María José Rubio–Cabetas, investigadora del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA)

‘Hay experiencia con variedades de almendro, pero ensayos de portainjertos hay pocos’

María José Rubio Cabetas, investigadora del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), especialista en portainjertos de melocotonero y almendro y colaboradora en programas de mejora genética privados, nacionales y europeos, asegura que, en tiempos de expansión mundial del almendro, toma relevancia el portainjerto, el gran olvidado en el cultivo de este frutal.

¿Cuántos años lleva trabajando en mejora genética de portainjertos de almendro?
En el CITA comenzaron los trabajos en los años 80, yo me incorporé en el año 1989. En este tiempo se han sacado cinco portainjertos, dos selecciones de ciruelos ‘Pollizos’: ‘Monpol’ y ‘Montizo’, con estos ya se observó la compatibilidad con las variedades de almendro que estaban entonces en el mercado, en el año 88. Después se han licenciado otras obtenciones, fruto del programa de mejora genética: ‘Garnem’, ‘Felinem’ y ‘Monegro’, que son cruzamientos de almendro con melocotonero, son los llamados híbridos rojos, a los que se les incorporó la resistencia a nematodos agalladores además de su resistencia a suelos calcáreos, típicos de la cuenca Mediterránea.
‘Garnem’ se ha vendido muchísimo, es un portainjerto obtenido por un mejorador de almendro y para almendro, pero al ser un híbrido de almendro–melocotonero se ha utilizado muchísimo para melocotonero.

¿El sector del melocotón le debe mucho al del almendro?
El portainjerto es el gran olvidado en el cultivo frutal. Ensayos con almendro no hay tantos como con melocotonero. En el CITA se ensayaron todos los híbridos con una variedad de almendro en el año 1996 tanto en secano como en regadío, a posteriori su expansión ha sido con muchas variedades de melocotonero en distintos tipos de suelo y en regadío.
El almendro seguía siendo un cultivo más rústico y demandaba menos novedad. Lo que está claro es que nuestro portainjerto ‘Garnem’ ha funcionado muy bien para melocotonero y, por supuesto, visto su origen tiene que funcionar para el almendro.

¿En qué está trabajando?
Estamos trabajando en mantener las buenas características de lo que ya hemos mejorado, siempre sumando, aportando a la resistencia a nematodos otras enfermedades del suelo. Ahora con la intensificación y mecanización del cultivo, el sector pide patrones de menor vigor. Hay que darle pues menos vigor sin perder lo que ya habíamos conseguido. Otra característica en estudio es la sincronización patrón variedad, cómo influye el patrón en la variedad. Es un aspecto importante porque ahora se está plantando almendro desde el sur de Francia hasta el norte de Marruecos y Argelia, hay que ver que todos los portainjertos y las variedades se sincronizan bien. Tenemos que combinar bastantes aspectos. Algunos aspectos sabemos qué padre nos los proporciona. La resistencia a nematodos ya sabíamos que era de un portainjerto americano, hoy también la tienen nuestros híbridos. Ahora tenemos que aunarlo con otros genotipos más pequeños, para obtener portainjertos de bajo vigor sin perder lo que ya habíamos obtenido.

¿En qué fase estamos desde que el sector pide árboles con menos vigor?
Posterior a nuestro programa se han obtenido portainjertos enanizantes y están ya en el mercado, pero hay que seguir investigando para que se adapten a todo tipo de situaciones edafoclimáticas. El programa de la empresa Agromillora ha obtenido portainjertos que controlan el vigor. Algunos con muchas exigencias en horas frío, por ello debemos estudiar bien su adaptación a otros climas más cálidos como en el norte de África. Por ello siempre hay que ensayar los patrones en muchos y diferentes tipos de suelos y climas.

Además de la resistencia a nematodos, ¿qué más estudian?
Principalmente las enfermedades que afectan a los patrones, las que afectan al cuello y a la raíz, que normalmente son hongos, como Phytophthora y Armillaria.

¿Cuándo estará en el mercado ese portainjertos que tiene todas las resistencias, es más pequeño y será compatible con otras variedades?
En unos 8–10 años. Se tiene que sacar al mercado algo bastante contrastado, no solo la compatibilidad de injerto, sino con las suficientes pruebas de propagación y producción en todo tipo de suelos.

En esta enorme cantidad que se está plantando de almendro, ¿se está seleccionando bien la planta?
Se está buscando agua y donde hay agua se planta, creo que mucha gente se va a equivocar. Personalmente pienso que la mayoría de la gente no hace ni un análisis de suelos inicial. En estos momentos no hay experiencia ni solución para cualquier tipo de suelo. Este gran interés ha pillado desprevenidos a los viveros y a los mejoradores de portainjertos. Hay mucha experiencia con las variedades, pero ensayos de portainjertos hay menos, hay algunos que no están ensayados con las variedades más recientes, otros que sí lo estaban, en este momento es más lenta su producción. Es el ejemplo ‘Montizo’, un ciruelo del que nosotros tenemos experiencia con la compatibilidad con almendro. Con las variedades tradicionales Largueta y Marcona y algunas más viejas no había ningún problema, pero faltaría el ensayo con todas las variedades que están saliendo nuevas al mercado. Va más rápida la demanda del mercado que la investigación.

¿Investigan también en almendros de secano pensando en el cambio climático?
Tenemos experiencia en secano con los híbridos rojos en suelos calcáreos y profundos, que funcionan igual que los patrones francos, pero el almendro en secano tiene un margen de mejora más limitado en cuanto a producción. Nunca va a ser tan productivo como el de regadío.
Lo que ha cambiado en este cultivo es que se le trata como un frutal competitivo, se le ha dotado de agua. Lo que estamos haciendo en secano es ensayar el híbrido rojo ´Monegro’ que es más eficiente en el uso del agua y se comportó mejor en secano con melocotonero y ver su producción en secano con almendro. Los ensayos están en marcha, pero para tener datos concluyentes hay que esperar por lo menos 6–7 años. También hay que tener en cuenta que no es lo mismo un secano con 400 metros cúbicos que uno de 600 metros cúbicos, no es lo mismo un secano de Huelva que el de los Monegros.

¿Colabora con alguna empresa?
Con Agromillora hacemos ensayos de propagación. Me interesa trabajar con una empresa viverística porque insisto en que la primera característica de un buen portainjerto es que propague bien y la capacidad de propagación la tiene la empresa viverística, ya sea estaquillado ‘in vivo’ o micropropación, ‘in vitro’. Con las nuevas técnicas de microinjerto, el trabajo de injertar y propagar es más rápido. Si además son empresas que conocen muy bien el mercado interesa porque conocen la demanda en diferentes tipas de suelos. No es fácil conocer las necesidades de almendros en los suelos de Argelia y Chile.

¿Hay empresas españolas que buscan tierras en Marruecos o son empresarios locales?
Yo diría que son empresarios locales de Marruecos con dinero, que está invirtiendo en grandes fincas. En algunos casos, las empresas españolas son las que proporcionan la planta y hacen trabajo de consultoría por la experiencia en fruticultura que hay en España.
Rosa Matas, Lleida.

Publicado en Revista de Fruticultura nº53

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Entrevista
Gonzaga Santesteban García. Coordinador de RedVitis

‘RedVitis fomenta la coordinación entre investigadores en viticultura’

Siete universidades y tres centros de I+D españoles, liderados por la Universidad Pública de Navarra (UPNA), han formado una red de investigación en viticultura, RedVitis. Este consorcio ha sido seleccionado por el Ministerio de Economía y Competitividad dentro de la última convocatoria del Programa Estatal de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de Excelencia, en el apartado de Redes de Excelencia. El coordinador de la red es Gonzaga Santesteban García, profesor del Departamento de Producción Agraria de la Universidad Pública de Navarra.

¿Qué es RedVitis?
Es una red que acaba de constituirse a través de una subvención que ha venido del Ministerio de Economía y Competitividad para investigadores. El Ministerio había detectado necesidades de coordinación, de puesta en común de métodos. Lo que se plantea es que se puedan crear redes que ayuden a coordinar, a trabajar mejor. La gente que trabajamos en investigación en viticultura al final nos conocemos todos, pero a veces es más fácil que te encuentres con un colega en el extranjero que en un evento en España. Ya hace tres años que reactivamos la sección de viticultura de la Sociedad Española de Ciencias Hortícolas. Todo viene del mismo déficit. El nivel de investigación yo creo que es bueno, lo que falta es coordinación y puntos de puesta en común. Muchas veces existen duplicidades, el sistema muchas veces está marcado por la estructura de las comunidades autónomas, igual en muchas se está trabajando en lo mismo. Ese es el germen. En esa línea surgió la oportunidad de solicitar una red en la que se integraban diez equipos de investigación. El objetivo es realizar actividades de coordinación y también algunas de transferencia al sector. 
 
¿Qué entidades forman la red?
Además de la Universidad Pública de Navarra, participan las universidades de Illes Balears, La Rioja, Lleida, Navarra, Politécnica de Madrid y Politécnica de Valencia, el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias) de la Generalitat de Catalunya y dos centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): el Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV), de Logroño; y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), de Murcia.
 
¿Qué pasos serán los primeros?
Lo que tenemos planteado después de la reunión inicial es organizar varias reuniones sectoriales en las que se busquen puntos de contacto con el sector privado pero centradas en unos aspectos candentes de investigación. De hecho asociado a este primer encuentro colaboramos en una jornada en Briones sobre enfermedades de la madera, sobre longevidad de los viñedos.
Otras cosas que haremos van dirigidas a fomentar la participación de jóvenes investigadores. Se plantea un seminario de jóvenes investigadores en viticultura para que se puedan conocer. La crisis se nota. En tiempos de bonanza era fácil que investigadores que estaban haciendo la tesis fueran a los congresos. Ahora justo da el dinero para que vaya el investigador principal del equipo y realmente falta que esos jóvenes se conozcan entre ellos y hablen en su idioma y monten las bases de la investigación de dentro de unos años. En ese sentido también queremos fomentar estancias breves entre investigadores de la red para que los jóvenes puedan estar una semana con un equipo distinto al suyo. La comunicación telemática ahorra muchas cosas, pero la presencial es imprescindible. Es necesario ese intercambio entre laboratorios. También está previsto escribir una o dos monografías sobre aspectos metodológicos en los que pensamos que puede haber interés. En concreto pensamos en una especie de guía de campo de medidas para el viñedo rigurosas que puedan servir a un viticultor o a una bodega mediana con medios limitados. 
 
¿Qué tiene de singular esta red?
El centro de la red es la investigación, no tiene nada que ver, por ejemplo, con la plataforma tecnológica del vino, en la que se unen empresas y grupos de investigación, se intercambian impresiones, se plantean líneas maestras de trabajo, se ha hecho un plan estratégico y muchas cosas. El objetivo de RedVitis no es sacar novedades, pueden salir, pero no es el núcleo. El nuestro es la coordinación metodológica y el debate de temas candentes. Se trata de intercambiar impresiones para aprender. El día a día nos dificulta aprender, estamos centrados en un solo tema y esta es una buena excusa para ampliar la mente, poner cosas en común y comparar la manera de trabajar entre los grupos. Queremos que tenga un traslado al sector pero no es el centro de la red. Es totalmente nuevo, es la primera vez que se  hace. No sé si hay otra en agricultura, es una convocatoria global a nivel de toda la ciencia. La palabra red es distinta de plataforma. El objetivo es hacer red. La relación entre los grupos es buena, nos vemos y nos queremos, hay que fomentarla. Hay que reservar un tiempo para debatir con investigadores sobre aspectos centrales del día a día de nuestro trabajo. 
 
¿En qué trabaja usted ahora?
Nuestro grupo de Fruticultura y Viticultura avanzada que dirige Bernardo Royo, en el que estamos Carlos Miranda y yo es bastante variopinto, trabaja en técnicas de cultivo. Hemos trabajado muchísimo en riego –es un tema estrella por razones obvias en España–, ahora trabajamos en la mejora del cuajado de la variedad Garnacha a través de un contrato con una bodega, también en metodologías que puedan permitir sincronizar mejor la madurez fenólica con la sacarimétrica, en temas de manejo de vegetación, de tocar el riego para alargar el ciclo y también en técnicas que permitan tener hollejos, pieles un poco más duras, y en germoplasma estamos caracterizando nuestra colección de biotipos de garnacha, que tenemos una colección muy completa de casi 4.000 que se recopilaron por viñedos de Navarra, que casi todos están arrancados. Es un proyecto a muy largo plazo, pero tenemos bastante lío.  
Rosa Matas, Lleida.
 
Encuentro de investigadores de la red RedVitis.
 
Publicado en Enoviticultura nº 38
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