Edición génica

La Comisión Europea ha presentado sus propuestas para la regulación de las técnicas de edición genética (NGTs) y para el material vegetal de reproducción (PRM). Desde la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) han señalado que ambas normativas «son fundamentales para que el sector agrícola europeo siga a la cabeza a nivel mundial, desarrollando las innovaciones necesarias en semillas y plantas para alimentar a una población creciente de manera sostenible, dentro del marco de las estrategias del ‘Pacto Verde’ y ‘De la Granja a la Mesa’ definidas por la UE». En este sentido, Javier de Sebastián, presidente de esta entidad, ha manifestado que «desde el sector obtentor recibimos con satisfacción estas propuestas, largamente esperadas, si bien hay aspectos que deben ser estudiados en profundidad o se hallan pendientes de desarrollos posteriores que pueden ser decisivos a la hora de poner en el mercado una variedad mejorada con el uso de estas herramientas».

Según ha explicado ANOVE, en el caso de la propuesta sobre edición genética, la Comisión diferencia las plantas resultantes de métodos de mutagénesis dirigida y cisgénesis de los productos transgénicos (variedades que incorporan ADN de especies foráneas), cuya regulación no se modifica.  Establece dos categorías de plantas NGT, cada una con requisitos y procesos de autorización adaptados: en el caso de las plantas NGT de categoría 1, estas son «similares a las convencionales», y cuyos resultados son indistinguibles o podrían igualmente haberse obtenido con métodos de mejora tradicionales o producirse espontáneamente en la naturaleza. Las otras son mutaciones naturales, que se someterían a un procedimiento simplificado de verificación que evita los requisitos de aprobación obsoletos y prácticamente impracticables de las variedades transgénicas. Este aspecto «resulta de crucial importancia para las pequeñas y medianas empresas, para las que los altísimos costes derivados de la actual regulación suponen una barrera prácticamente infranqueable para acceder al mercado».

Por su parte, el director general de ANOVE, Antonio Villarroel, ha señalado que «es esencial que el proceso de verificación sea eficiente y que este basado en criterios científicos bien definidos y claros para evitar que lo que debería ser un simple y rápido proceso administrativo se politice y ralentice hasta quedar paralizada».  

El uso de estas técnicas permitiría acortar el tiempo necesario para poner una variedad nueva en el mercado pasando de los 10-12 años actuales a 5-7 años. Este objetivo «es esencial para poder hacer frente lo antes posible a los retos que plantea el Pacto Verde europeo, los efectos derivados del cambio climático y las crisis geopolíticas que impactan en la cadena de suministro alimentario». Al respecto, Villarroel considera que «la propuesta presenta algunas incoherencias, como la prohibición de utilizar plantas derivadas de NGTs en la agricultura ecológica, al privar a los productores que apuestan por este modelo de la libertad de elegir nuevas variedades más resistentes a plagas y enfermedades, más resiliente al cambio climático y con un mayor potencial productivo para hacer el cultivo sostenible económicamente».

En relación a la propuesta de la Comisión sobre la regulación del material de reproducción vegetal (PRM), ANOVE valora positivamente que se mantengan los tres pilares fundamentales de la legislación existente: la identidad varietal, el registro de variedades y la certificación del material vegetal de reproducción. 

El presidente de ANOVE ha concluido apuntando que «es esencial que los productores reciban semillas y plantas con todas las garantías de sanidad y calidad, lo que, junto con la incorporación de tecnologías avanzadas para el desarrollo de nuevas variedades, les aseguren una buena cosecha y les permita mejorar la sostenibilidad de la cadena agroalimentaria». www.anove.es

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El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido (DEFRA) tiene previsto realizar una consulta sobre edición genética que podría desbloquear la edición genética en agricultura en este país tras el Brexit, según ha publicado la Fundación Antama. Así lo ha anunciado el secretario de Medio Ambiente británico, George Eustice, en el discurso que ha pronunciado en la Conferencia de Agricultura virtual de Oxford, en el que ha resaltado el valor de usar una tecnología con beneficios directos para la naturaleza, el medio ambiente y los agricultores, ofreciéndoles cultivos resistentes a plantas, enfermedades o climas extremos, permitiéndoles producir alimentos en mayor cantidad y más saludables.

Eustice ha dicho que técnicas como la edición de genes son en realidad una evolución natural de los enfoques convencionales del fitomejoramiento. La edición de genes, ha afirmado, «nos da el poder de desarrollar variedades de plantas con rasgos particulares mucho más rápido de lo que nunca fue posible con el mejoramiento convencional y esto abre enormes oportunidades para cambiar nuestro enfoque y adoptar la agricultura sostenible».

El secretario de Medio Ambiente también ha comentado que el Reino Unido no tenía más remedio que «adoptar servilmente» la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de que la edición de genes debería tratarse de la misma forma que la modificación genética, «por irracional y defectuosa que pudiera ser». «Ahora que hemos dejado la Unión Europea somos libres de tomar decisiones políticas coherentes basadas en la ciencia y la evidencia, y comienza hoy con una nueva consulta sobre los cambios propuestos a la ley inglesa que permitirán que se lleve a cabo la edición de genes, de modo que podamos lograr un marco regulatorio más simple y científicamente creíble para gobernar nuevas tecnologías importantes», ha agregado George Eustice.

En comunicados de prensa separados, Rothamsted Research y la Sociedad Británica de Criadores de Plantas (BSPB) han dado la bienvenida a la nueva consulta de DEFRA sobre edición genética. La directora de Rothamsted, la profesora Angela Karp, ha señalado que la consulta significa que los avances recientes en las tecnologías de edición genética pronto contribuirán a un sector agrícola más sostenible y productivo. Por su parte, la directora ejecutiva de BSPB, Samantha Brooke, ha manifestado que el cambio en la regulación para las tecnologías de edición genética también promoverá la inversión en investigación y nuevas oportunidades para la colaboración internacional en I+D, ya que esto muestra que el Reino Unido está abierto a los negocios y dispuesto a apoyar más políticas basadas en la innovación.

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