Brexit

 

 

 

 

 

 

El gobierno británico ha anunciado el aplazamiento, hasta finales de 2023, de los nuevos controles sanitarios y fitosanitarios a las importaciones comunitarias que iban a comenzar a realizarse en julio, lo que para el sector de frutas y hortalizas frescas supone que la mercancía no tendrá que ir acompañada, de momento, de un certificado fitosanitario ni será sometida a controles físicos o de identidad adicionales en los puntos de control fronterizos. Un anuncio valorado positivamente por el sector productor exportador hortofrutícola agrupado en FEPEX, y que contribuirá a reducir la carga administrativa, incrementada desde el 1 de enero de este año, cuando Reino Unido salió de forma definitiva de la Unión Europea.

El gobierno británico argumenta que con este aplazamiento quiere evitar los costes derivados de estos controles a las empresas y consumidores británicos, dada la situación del conflicto militar en Ucrania y el incremento de los precios de la energía. Consideran que sería un error imponer nuevas cargas administrativas, y correr el riesgo de colapsar los puertos y las cadenas de suministro en este momento, según la web del gobierno inglés y las informaciones de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Londres y de la Embajada de Reino Unido en Madrid.

Según las fases establecidas por el gobierno británico, tras el Brexit, para controlar las mercancías importadas de la UE, el 1 de julio las frutas y hortalizas frescas deberían ir acompañadas de un certificado fitosanitario y se iban a iniciar también controles físicos y de identidad en los puntos fronterizos. No obstante, tras el anuncio del jueves pasado, estos dos requisitos se postponen al menos hasta finales de 2023, como había avanzado FEPEX la semana pasada.

Los controles que se han introducido hasta ahora se mantienen vigentes. En este sentido para el grueso de las frutas y hortalizas frescas se tiene que seguir presentando la declaración aduanera (DUA) y el certificado de conformidad con las normas de comercialización, requisitos ambos que son obligatorios desde enero de 2021. Por otro lado, hay vegetales considerados de alta prioridad como la patata (tanto de la siembra como la de consumo) y las plantas, que ya tienen requisitos en vigor más exigentes, y estos productos sí tienen que ir acompañados de certificados fitosanitarios y también son objetivo de controles físicos en puntos de destino autorizados.

A su vez, el gobierno británico ha anunciado que está acelerando un programa para la digitalización de las fronteras de Gran Bretaña, cuyo modelo operativo podría verse publicado en otoño y que establecería un nuevo régimen de controles fronterizos de importación, con 2023 como posible fecha de introducción para el régimen de controles.

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En un año marcado por la Covid–19, el Brexit y la competencia de terceros países, la exportación española de frutas y hortalizas frescas en 2020 crecerá un 5% hasta los 14.200 millones de euros (Mill. €) mientras que mantendrá volúmenes similares a 2019, con 13,5 millones de toneladas, según las estimaciones de FEPEX. Se cierra un año en el que la producción y exportación hortofrutícola se reveló como una actividad esencial durante el confinamiento, en el que la competencia de terceros países se recrudeció y en el que se cerró un acuerdo post Brexit que regirá las relaciones futuras con Reino Unido, el tercer destino de las ventas españolas.

De los 14.200 Mill. € que totalizará la exportación de frutas y hortalizas en 2020, un total de 8.100 Mill. € corresponderán a frutas, según las estimaciones de FEPEX, destacando la gran diversidad de productos y una fuerte dependencia del mercado comunitario, receptor del 94% de la exportación española y del que depende la sostenibilidad económica de las explotaciones. El año también se ha caracterizado por un comportamiento muy dispar de las diferentes campañas y una fuerte volatilidad de los precios.

Durante el confinamiento se mantuvo la actividad productiva y comercial para garantizar el abastecimiento de la población y de los mercados exteriores, adaptándose a la excepcionalidad de la situación que ha supuesto cambios importantes. Las empresas han implantado las nuevas exigencias de seguridad en el campo y en las centrales de manipulación, lo que ha supuesto un incremento significativo de costes. En el ámbito del consumo, la Covid–19 y en especial el confinamiento total de marzo a junio ha impulsado la demanda en los hogares españoles, con crecimientos del 13% en marzo, del 40% en abril, del 22% en mayo y del 11% en junio respecto a los mismos meses de 2019.

La inquietud por la dilación en el acuerdo post Brexit con Reino Unido ha estado muy presente en 2020. Aunque la exportación española a este país, tercer mercado de destino, ha mantenido una evolución positiva del 8% hasta octubre, totalizando 1.547 Mill. €, el sector agrupado en FEPEX ha trabajado con todos los escenarios, incluido el no acuerdo y la llegada de aranceles, valorados en 198 Mill. € al año. Finalmente, el acuerdo alcanzado el día de Nochebuena evitará estos aranceles, pero no evitará las nuevas formalidades y controles aduaneros que implicará que Reino Unido deje definitivamente la UE el 1 de enero.

La creciente y continua competencia de la importación procedente de países terceros es otro de los hechos destacados de 2020. La importación ha crecido un 7% hasta octubre y el 64% procede de países terceros, con un fuerte impacto en cultivos estratégicos, ya que coinciden en periodos y calendarios con las producciones españolas. Por ello, FEPEX considera que uno de los retos para 2021 es que se aplique una política comercial más justa y que corrija la competencia desleal que actualmente sufren las producciones comunitarias, así como la aplicación de medidas de mejora de la competitividad acordes con el reto que plantea la globalización del mercado comunitario, que representa un porcentaje mayoritario de la facturación del sector

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Existe una fuerte dependencia económica de nuestro sector exportador de frutas y hortalizas del mercado de Reino Unido

 

El acuerdo alcanzado entre la Comisión Europea y Reino Unido, anunciado la tarde del pasado 24 de diciembre, que regirá la relación comercial entre ambas partes a partir del 1 de enero, evita que la exportación española de frutas y hortalizas frescas sea gravada con 198 millones de euros en derechos arancelarios. Satisfacción y alivio para el sector agrupado en FEPEX, dada la importancia del mercado británico, donde se prevé cerrar el año 2020 con unas exportaciones de 1.950 millones de euros (Mill. €).

Si la UE y Reino Unido no hubieran llegado a un acuerdo, las exportaciones españolas de frutas y hortalizas a este país se hubieran visto gravadas con los derechos arancelarios correspondientes establecidos en la Organización Mundial de Comercio (OMC). La cuantía de estos derechos varía por producto y periodo; un 16% en el caso del melocotón, un 14% en tomate, un 10% en lechuga o fresa… representando una media del 11,5%, según FEPEX, lo que hubiera supuesto soportar derechos arancelarios por valor de 198 Mill. €.

Alivio, por tanto, para el sector agrupado en FEPEX, que felicita a los equipos negociadores de la Comisión Europea y de Reino Unido y que finalmente han conseguido alcanzar un Acuerdo. No obstante, se abre un nuevo escenario competitivo, previéndose un incremento de la competencia de países terceros, dado que Reino Unido ya ha firmado acuerdos comerciales con un amplio grupo de países. Ante esta situación, se requieren medidas para mejorar la competitividad del sector, que es el gran reto al que se enfrenta, dada la diferencia de costes con relación a los países terceros y de rendimientos respecto a los países comunitarios.

A pesar de la firma del acuerdo, desde el 1 de enero, concluido ya el periodo transitorio, Reino Unido será definitivamente un país tercero, lo que representa un cambio fundamental en el modelo de relaciones con este país, implicando que la exportación se verá sometida a nuevas obligaciones documentales y controles, que en el sector de frutas y hortalizas son la declaración de aduanas, el certificado de conformidad con las normas de comercialización y el certificado fitosanitario.

Existe una fuerte dependencia económica del sector exportador de frutas y hortalizas del mercado de Reino Unido, el tercer destino tras Alemania y Francia, con unas ventas previstas para este año de 1.950 Mill. €, un 8% más que en 2019, según FEPEX.

En 2019, la exportación a Reino Unido ascendió a 1,5 millones de toneladas y 1.780 Mill. €. Representó el 15% del total vendido al exterior por España y el 9% del total de frutas. Se exporta una amplia gama de productos y a lo largo de todo el año, destacando en frutas la mandarina con 154 Mill. €, la frambuesa con 125 Mill. €, la uva con 102 Mill. € y la fresa con 96 Mill. €.

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A poco más de dos semanas de que concluya el periodo transitorio para que Reino Unido salga definitivamente de la Unión Europea (UE), la Comisión Europea y el Gobierno británico han acordado seguir negociando para intentar alcanzar un acuerd, pero si este no se alcanza un total de 3,1 millones de toneladas de frutas y hortalizas procedentes de la UE sufrirán el impacto de los aranceles, según ha señalado FEPEX en un comunicado.

Cabe comentar que la importación de Reino Unido de frutas y hortalizas frescas procedentes de la UE en 2019 se situó en 3,1 millones de toneladas, un 6% más que en 2018, suponiendo el 52% del total importado por Reino Unido el año pasado, que ascendió a 6 millones de t.

La UE es, por lo tanto, el primer proveedor de frutas y hortalizas de Reino Unido y la mitad de lo comprado por este país a nivel comunitario procede de España, un total de 1,5 millones de toneladas, lo que muestra la importancia del mercado británico para el sector hortofrutícola español, tal como ha explicado FEPEX. El segundo país proveedor comunitario es Países Bajos, con 689.233 t y el tercero Alemania con 223.984 toneladas.

En valor, las importaciones inglesas de frutas y hortalizas procedentes de la UE se situaron en 4.138 millones de euros en 2019, un 8% más que en 2018 y un 55% del valor del total de las importaciones que ascendió a 7.413 millones de euros. Las importaciones de España se situaron en a 1.759 millones de euros.

En caso de que finalmente la Comisión Europea y el Gobierno británico no alcancen un acuerdo post-Brexit, los 3,1 millones de toneladas importadas de la UE se verán sometidas a la imposición de derechos de aduana, que varían según los productos, situándose en una horquilla entre un 2% y un 20% y siendo significativamente altos algunos con un fuerte peso en la exportación española, como la frambuesa, con un 8%, o melocotón y nectarina con un 16%.

FEPEX ha indicado, por último, que esta situación «afectaría muy negativamente a la competitividad del sector comunitario frente a países con los que Reino Unido ya ha firmado acuerdos comerciales y que también son destacados proveedores de frutas y hortalizas como es el caso de Marruecos, con productos y calendarios coincidentes con la oferta española».

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Para el sector agroalimentario este mercado es muy importante ya que importa de la UE el 60% de las frutas y hortalizas y el 70% del vino

 

Cooperativas Agro–alimentarias de España ha organizado con CaixaBank un #SeminariosCoops en el que diversos expertos han analizado los aspectos prácticos para que las cooperativas agroalimentarias españolas puedan exportar al Reino Unido tras el Brexit. Este evento se ha realizado online cuando quedaban tres semanas para que finalizase el acuerdo transitorio de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), a partir del 1 de enero de 2021.

En la inauguración de este seminario virtual, Gabriel Trazado, director de los Servicios Técnicos de Cooperativas Agro–alimentarias de España, ha señalado que el objetivo del mismo era resolver las dudas de las empresas cooperativas exportadoras ante la nueva frontera con el Reino Unido sobre temas relativos a la declaración aduanera, la gestión de tránsito de productos o las plataformas de inscripción, entre otros. Por su parte, Juan Corbalán, director de la delegación en Bruselas de Cooperativas Agro-alimentarias, ha destacado que pese a que todavía existen escollos para alcanzar un acuerdo, tanto la Comisión Europea como el gobierno británico continúan negociando para lograr un acuerdo antes del 31 de diciembre. Para el sector agroalimentario, este mercado es muy importante ya que importa de la UE el 60% de las frutas y hortalizas y el 70% del vino, entre otros. Asimismo, Corbalán ha resaltado que Cooperativas Agro-alimentarias realiza un seguimiento de las negociaciones participando en la Task Force del Copa–Cogeca donde se debate sobre la situación específica del sector agrario.

La primera ponencia debería de haber sido de un representante de la Comisión Europea, pero mientras las negociaciones estén en marcha han declinado hacer cualquier tipo de declaración o manifestación.

 

Reino Unido

Sí que ha hablado Nick White, secretario Agricultura y Medio Ambiente de la embajada británica en España, quien tras afirmar que «habrá cambios, haya o no acuerdo», ha expuesto el calendario que entrará en vigor el 1 de enero de 2021 y ha destacado que todas las empresas deberán contar con un número EORI, es decir un número de Registro e Identificación de Operadores Económicos, que puede solicitarse previamente. White ha indicado que a partir del 1 de enero se requiere para exportar a Reino Unido la certificación de los bienes, la declaración de exportación, la salida de los bienes y los requisitos necesarios para luego entrar en la UE y, por supuesto, los requisitos para importar bienes a este país. El secretario de Agricultura y Medio Ambiente de la embajada británica ha reiterado que «sin documentos, no habrá transporte» y que es imprescindible prepararse. Asimismo, ha señalado que el Reino Unido introducirá controles fronterizos en varias fases, comenzando con algunos controles a partir del 1 de enero, hasta implementarse controles completos para todo tipo de bienes el 1 de julio de 2021. A partir de esa fecha los comerciantes tendrán que realizar declaraciones aduaneras completas o utilizar procesos simplificados, si están autorizados para ello.

Nick White, secretario Agricultura y Medio Ambiente de la embajada británica en España, «habrá cambios, haya o no acuerdo»

Durante su presentación White ha expuesto los requisitos necesarios para los productos vegetales, animales, alimentos y piensos, los cambios en el etiquetado alimentario (que serán obligatorios para toda la mercancía vendida en Gran Bretaña a partir del 30 de septiembre de 2022), las Indicaciones Geográficas), así como las normas de comercialización. En este último apartado, el experto ha subrayado que en el caso de las frutas y hortalizas las importaciones británicas deberán ir acompañadas por el Certificado de Conformidad de la UE, emitido por el Estado miembro exportador. Además, se hará una selección de una muestra de las importaciones para los controles y para verificar que cumplen con los estándares de comercialización de Reino Unido. Nick White también ha comentado que el proceso por el cual los Estados miembros de la UE pueden pedir su acreditación formal como Servicio de Inspección Aprobado de Gran Bretaña será publicada antes del 1 de enero de 2023.

Por otro lado, y para asegurar que no habrá perturbaciones en las importaciones de vino a partir del 1 de enero de 2021, los certificados VI–1 no serán necesarios para importar vino desde la UE hacia Reino Unido, prolongándose este periodo de continuidad durante seis meses hasta el 1 de julio del próximo año. Respecto a las exportaciones, los envíos a exportar desde las islas británicas a la UE estarán sujetos a los requisitos comunitarios para el vino de terceros países, incluyendo el certificado EU VI–1.

 

España

Por parte española, María González, Inspectora asesora de la Subdirección General de Gestión Aduanera del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, ha realizado una exhaustiva presentación de los pasos a seguir a partir del primer día del próximo año, cuando Reino Unido pase a ser a todos los efectos un país tercero, tanto a nivel de entrada como salida de mercancías. Al respecto, ha reiterado al igual que el ponente británico la necesidad de contar con un número EORI, y ha anunciado la posibilidad de presentar una pre-declaración de exportación para poder agilizar los trámites.

A continuación, Alicia Sánchez, de la secretaría general de Inspección, Certificación y Asistencia técnica de comercio exterior del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (MINCOTUR), ha enumerado reiterado que a partir del próximo enero Reino Unido será un país tercero para lo UE como lo son Estados Unidos, China, Egipto o Tailandia. En su intervención ha explicado los posibles escenarios con o sin acuerdo y lo que deben hacer las empresas para familiarizarse con los nuevos requisitos aduaneros y para-aduaneros; averiguar la necesidad de solicitar licencias o certificaciones, homologaciones, etc.; valorar la necesidad de iniciar procedimientos de registro de propiedad intelectual, industrial y de marca; integrar en la matriz de costes de la empresa la previsión de los derivados de nuevas formalidades, requisitos, aranceles, origen del producto… que supondrán tiempo y cargas administrativas; considerar diferentes alternativas logísticas, y revisar los contratos e implicaciones si hay incumplimientos. Sánchez ha puesto algunos ejemplos de aranceles que se aplicarán si no se produce acuerdo hasta sí que lo haya, como en la uva de mesa, del 8% o en la aceituna, del 16%. Todo ello se puede consultar en la página web: https://www.check-future-uk-trade-tariffs.service.gov.uk/tariff.

Emilio García Muro, subdirector General de Acuerdos Sanitarios y Control en Frontera del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), ha manifestado que el aumento de la actividad certificadora en los Puestos de Control Fronterizo en las exportaciones, de mayor impacto en el ámbito fitosanitario, podría suponer un incremento de hasta el 54%, derivado fundamentalmente de la necesidad de certificar las exportaciones de frutas hortalizas, mientras que en las importaciones el aumento de la carga de trabajo puede ser de un 56% sobre todo en lo que afecta al Servicio de Inspección de Sanidad Animal. García Muro ha centrado su exposición en las certificaciones fitosanitarias necesarias, de las que están exentas los cítricos, el plátano, el kiwi, el caqui, el mango, la piña, la guayaba, la fruta de la pasión y los productos procesados y ultracongelados, entre otros. Por el contrario, la patata, semillas de diversas especies, y la madera, corteza, troncos y ramas de diferentes especies si deberán disponer del certificado fitosanitario a partir del próximo 1 de enero.

El representante del MAPA ha recordado a todos los operadores que quieran exportar al Reino Unido y que deban solicitar certificados han de estar dados de alta en la aplicación informática Cexveg (https://servicio.mapama.gob.es/cexvegweb/home), que tiene como objetivo primordial la gestión y tramitación de las solicitudes de Inspección Fitosanitaria de vegetales y productos vegetales en los Puntos de Inspección Fronterizos.

Cabe resaltar que todos los ponentes que representaban a la administración han coincidido en señalar que es necesario que las empresas agilicen los trámites y se han mostrado esperanzadores en que se alcance un acuerdo que evite los aranceles.

 

Cooperativas hortofrutícolas

Para exponer las acciones y preocupaciones de las cooperativas ha participado el presidente del sector de frutas y hortalizas de Cooperativas Agro–alimentarias de España y presidente de la cooperativa Vicasol, Juan Antonio González, quien ha destacado que Reino Unido es el segundo destino de las frutas y hortalizas españolas por detrás de Alemania. González ha indicado que preocupan los aranceles porque puede suponer una pérdida de competitividad para el sector español, además de las posibles retenciones y retrasos que se produzcan en el tránsito de la frontera (hay temor a las largas colas de camiones) y que pueden afectar a los productos perecederos, así como la burocracia excesiva, por lo que ha solicitado que la administración española disponga de una ventanilla única a la que dirigirse para realizar todos los procedimientos necesarios para exportar.

Finalmente, los responsables de Anecoop, José Ignacio Juárez y Javier Viñuales, han mostrado sus dudas sobre la certificación fitosanitaria y cómo los cambios logísticos y operativos van a influir en temas como el packaging, ya que hay clientes británicos a los que se les envía todo preparado ya listo para colocar en el lineal.

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La Asamblea de FEPEX, presidida por Jorge Brotons, ha analizado en una reunión mantenida por videoconferencia los principales retos a los que se enfrenta el sector productor y exportador de frutas y hortalizas frescas, destacando el Brexit y la reforma de la Política Agraria Común (PAC). En el caso del Brexit, en el supuesto de que no haya acuerdo comercial al final del periodo transitorio, se estima que el pago de derechos arancelarios ascenderá a 198 millones de euros anuales, mientras que sobre la nueva PAC se apuesta por los ecoesquemas para mejorar la sostenibilidad medioambiental de las explotaciones hortofrutícolas.

La Asamblea considera que el sector productor y exportador de frutas y hortalizas no puede asumir el impacto de un Brexit sin acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido, «porque ello provocaría que las exportaciones tuvieran que pagar derechos arancelarios, mientras que sus competidores directos, como Marruecos, acceden a este mercado exentos del pago de aranceles».

Cabe señalar que Reino Unido es el tercer mercado del sector, a donde se han exportado frutas y hortalizas por valor de 1.160 millones de euros en el primer semestre de este año, cifra que representa un 9% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Considerando un año completo, en 2019 la exportación ascendió a 1,5 millones de toneladas, un 5% más que en 2018, por un valor de 1.779 millones de euros (+1%), según los datos ofrecidos por el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales.

Respecto a la PAC, la Asamblea de FEPEX ha considerado que la reforma en curso debe permitir corregir las desigualdades y discriminaciones que ha dado lugar la aplicación del régimen vigente en España, porque explotaciones con características agronómicas y socioeconómicas similares, reciben pagos directos en función de los conocidos como ‘derechos históricos’, lo que causa «distorsiones de la competencia entre agricultores en la misma situación, con un impacto negativo sobre su competitividad, situación que no se da en los demás Estados miembros productores de frutas y hortalizas».

También, en el ámbito de la reforma en curso de la PAC y, en concreto, en relación a las nuevas medidas que se aplicarían a partir de 2023, la Asamblea ha manifestado interés por acceder a los ecoesquemas, un régimen que permitiría al sector hortofrutícola español contribuir de manera muy significativa a la sostenibilidad medioambiental y climática y que están incluidos dentro del primer pilar. 

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