Uso de propóleo y quitosano en precosecha y su influencia en la calidad y control de podredumbres en diferentes variedades de ciruelas
Autores:
F. Queirós1, P. Vasilenko2, M. Santos2, C. Sánchez1,2
(!) Instituto Nacional de Investigação Agrária e Veterinária, I.P., Alcobaça, Portugal.
(2) Instituto Nacional de Investigação Agrária e Veterinária, I.P., Oeiras, Portugal.
Publicado en Revista de Fruticultura nº70
Resumen
La ciruela es una fruta muy perecedera, susceptible a la deshidratación y al desarrollo de podredumbres causadas por hongos. Teniendo en cuenta el potencial antimicrobiano del quitosano y del propóleo, el objetivo de este estudio fue evaluar el efecto de pulverizaciones de precosecha con estos compuestos sobre el control de enfermedades y en la calidad de las ciruelas ‘Eldorado’, ‘Primetime’ y ‘Golden Globe’. Los frutos fueron evaluados a la cosecha y después de haber sido mantenidos durante cinco días a temperatura ambiente (25°C).
Se observó un retraso en la maduración de las ciruelas ‘Eldorado’ y ‘Primetime’ tratadas con quitosano, así como una menor incidencia de podredumbres y menor caída de frutos en comparación con el control. En cuanto a los parámetros cualitativos no se observaron diferencias, a no ser en la dureza, que fue superior en las ciruelas tratadas con quitosano. Los resultados preliminares evidencian el potencial antifúngico del quitosano, que no se observó con el propóleo, sugiriendo la posibilidad de utilizar el quitosano como complemento de los fungicidas sintéticos, lo que permitiría reducir la presencia de residuos de pesticidas en los frutos.
Palabras clave: Ciruela, Antifúngico, Podredumbres, Firmeza, ºBrix.
Abstract
Propolis and chitosan pre-harvest application and its influence on the quality and control of fruits rots of different plum cultivars. Use of propolis and chitosan in preharvest and its influence on the quality and control of fruit rots of different plum cultivars. Plum is a perishable fruit, susceptible to dehydration and rot development caused by fungi. Taking into account the antimicrobial potential of chitosan and propolis, the objective of this study was to evaluate the effect of preharvest sprays of these compounds on diseases control and in the quality of plum cultivars ‘Eldorado’, ‘Primetime’ and ‘Golden Globe’. Fruits were analyzed at harvest and after five days at room temperature (25°C).
It was observed that chitosan–treated fruits showed a delayed ripening compared to control, as well as a lower rot incidence and fruit drop, especially in ‘Eldorado’ and ‘Primetime’ plums. Concerning the qualitative parameters, no differences were observed, except for firmness which was higher in fruits treated with chitosan.
Preliminary results evidenced the antifungal potential of chitosan, which was not observed with propolis, suggesting the possibility of using chitosan together with synthetic fungicides, thus reducing the presence of pesticide residues in fruits.
Key words: Plum, Antifungal, Rot, Firmness, ºBrix.
La ciruela es uno de los frutos frescos más apreciados por los consumidores dadas sus características organolépticas y cualidades atractivas. Sin embargo, es un fruto muy perecedero, susceptible a la deshidratación y a daños mecánicos, a pérdida de firmeza y al desarrollo de podredumbres varias, causadas por hongos principalmente de los géneros Monilinia, Botrytis y Penicillium. Estas razones hacen que la ciruela tenga un corto período de vida útil a temperatura ambiente. Por otro lado, la conservación a bajas temperaturas, utilizada para prolongar el período postcosecha de la mayoría de los frutos, no es aconsejable en el caso de la ciruela debido a los daños fisiológicos causados por el frío (Kumar et al., 2018). Para contrarrestar este inconveniente y preservar la calidad de la ciruela y de otros frutos perecederos durante el almacenamiento, varios recubrimientos han sido estudiados en postcosecha (Reddy et al., 2000; Xin et al., 2017; Kumar et al., 2018). Entre los recubrimientos usados está el quitosano, un polisacárido de elevado peso molecular derivado de la quitina, encontrada en el exoesqueleto de los crustáceos, insectos y también en la pared celular de hongos. Los recubrimientos a base de quitosano tienen una gran aplicación en la industria alimentaria debido a sus propiedades físicas y también por la elevada actividad antimicrobiana contra una amplia variedad de microorganismos, incluyendo hongos y bacterias (Dutta et al., 2008). Varios estudios demostraron el potencial de la utilización de los recubrimientos o películas biodegradables a base de quitosano en la prevención de contaminaciones postcosecha de diversos frutos y en la preservación de la calidad de los mismos (Reddy et al., 2000; Kumar et al., 2018). Como se trata de un compuesto de permeabilidad selectiva al paso de los gases (CO2 e O2) y al vapor de agua (Sun et al., 2016), los revestimientos de quitosano son eficaces en la reducción de las pérdidas de humedad y firmeza de los frutos durante el almacenamiento, permitiendo así prolongar su vida útil (Bal, 2013; Petriccione et al., 2015; Xin et al., 2017). Otra ventaja del quitosano es el hecho de no presentar ninguna toxicidad, por lo tanto, ser un producto seguro para el consumo humano (Xin et al., 2017).
A semejanza del quitosano, el propóleo aplicado en postcosecha fue eficaz en el control de enfermedades y en la conservación de la calidad nutricional y organoléptica de pera ‘Rocha’ y de fresas (Sánchez et al., 2016; Loebler et al., 2018). El propóleo es también un producto natural, elaborado por las abejas Apis mellifera a través de resinas recolectadas de diferentes vegetales y mezcladas con enzimas contenidas en su saliva, que muestra tener una actividad contra diversos microorganismos, siendo también reconocido por su acción antioxidante. Las propiedades biológicas del propóleo, en particular su acción antifúngica, varían con el origen del producto, ya que dependen de la flora de la región donde se produce que influye en los compuestos bioactivos que entran en su composición (Loebler et al., 2018).
Teniendo en cuenta el potencial antimicrobiano del quitosano y del propóleo y el hecho de que son dos productos naturales que pueden sustituir los fungicidas de contacto utilizados comúnmente, el objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto de pulverizaciones precosecha con estos compuestos en el control de enfermedades y en la calidad de las ciruelas de las variedades ‘Eldorado’, ‘Primetime’ y ‘Golden Globe’. Los frutos fueron evaluados a la cosecha y después de ser mantenidos durante cinco días a temperatura ambiente (25ºC).
La aplicación de estos compuestos puede ser ventajosa no sólo por reducir la presencia de residuos de pesticidas en los frutos, yendo así al encuentro de la creciente preocupación de los consumidores en relación a la seguridad de los alimentos que consumen, sino también por permitir la producción de fruta naturalmente enriquecida con agentes antioxidantes como consecuencia de la aplicación del propóleo.
Material vegetal y caracterización de la plantación
El estudio se realizó en la colección de variedades de ciruelo japonés, instalada en el campo experimental del INIAV, en Alcobaça (Portugal), con un área aproximada de 2.500 m2. Cada una de las variedades de la colección está representada por 3 plantas, distanciadas a 3,5 m en la línea y 4,5 m entre líneas, conducidas en eje central revestido. El suelo es de textura franco–arcillosa, poco alcalino (pH(H2O)=8,1) y con bajo contenido de materia orgánica (0,95%). El control de la cubierta vegetal natural se hizo a través de la aplicación de herbicida en la línea y con control mecánico en la entrelínea, realizando el corte siempre que la altura de la cubierta vegetal sobrepasó los 0,2 m. Desde el punto de vista fitosanitario, la parcela se mantuvo conforme las normas de producción integrada en vigor, consistiendo en los siguientes tratamientos: a base de cobre a la caída de las hojas y antes de reventar las yemas, y de azufre a la altura de la floración y cuajado de los frutos; durante el crecimiento de los frutos sólo se realizaron tratamientos dirigidos a los áfidos y a la polilla de la ciruela (Cydia funebrana). La poda realizada en invierno, antes de la brotación, sirvió para limitar la altura de las plantas, fomentar la renovación de la madera y favorecer la distribución de luz por la copa.
Tratamientos
En cada uno de los tres árboles correspondientes a las variedades ‘Eldorado’, ‘Primetime’ y ‘Golden Globe’ se seleccionaron cinco ramas y se sometieron, respectivamente, a cinco modalidades: tratamientos con quitosano en las concentraciones de 0,5 y 1%, tratamientos con extracto acuoso de propóleo en las proporciones 1:10 y 1:20, y el control en que se utilizó agua. Las soluciones de quitosano (peso molecular medio) se prepararon según Petriccione et al. (2015) y el extracto de propóleo de acuerdo con Sánchez et al. (2016). Los tratamientos con las diversas soluciones se realizaron mediante pulverización en dos momentos del ciclo productivo del cultivo, coincidiendo el primero con el cambio de color en las ciruelas de piel roja (‘Eldorado’ y ‘Primetime’), es decir, veinte días antes de la cosecha, y el segundo tratamiento diez días después del anterior. En cada uno de los momentos se contaron los frutos presentes en cada uno de los ramos tratados y no tratados (control) de las tres variedades, registrándose también la eventual presencia de frutos con podredumbres.
A la cosecha se contabilizaron todos los frutos (con y sin podredumbres) relativos a cada una de las modalidades, y los frutos recogidos se separaron en dos lotes, excluyendo los frutos dañados y con podredumbre. Uno de los lotes fue mantenido a temperatura ambiente (25ºC) durante cinco días, mientras que el otro fue utilizado de inmediato para el análisis de los parámetros indicadores de calidad de los frutos. Se determinó el peso de cada ciruela y se midieron el calibre y la altura de los frutos con un calibre digital. La dureza de la pulpa fue determinada en tres puntos equidistantes de la zona ecuatorial del fruto usando un penetrómetro electrónico (Durofel). El contenido de sólidos solubles totales (SST), expresado en ºBrix, se obtuvo a través de un refractómetro analógico manual, a temperatura ambiente. La acidez total (AT) se determinó por titulación del zumo con NaOH 0,1N, hasta pH 8,2, expresando los resultados en gramos de ácido málico por litro de zumo. Estos parámetros también se evaluaron en las ciruelas después de haber sido almacenadas a temperatura ambiente durante cinco días (con la excepción de AT), y después de haber sido realizado el conteo y eliminación de los frutos afectados por podredumbre. En estas ciruelas se calculó la pérdida de peso a través de la diferencia entre los pesos inicial y final de los frutos, siendo los datos expresados en porcentaje.
La actividad antioxidante, así como el contenido de compuestos fenólicos, fueron analizados en el lote de frutos recién cosechados. Se determinó la actividad antioxidante por el método espectrofotométrico basado en la reducción del radical DPPH (2,2–difenil–1–picril–hidrazil). Los valores de absorbancia se midieron a 515 nm y la capacidad antioxidante se expresó en mg de equivalente de ácido ascórbico/100 g de muestra (Blois, 1958). El contenido en compuestos fenólicos se determinó espectrofotométricamente mediante el método de Folin–Ciocalteau (Singleton y Rossi, 1965). Las absorbancias se registraron a 750 nm y la concentración de fenoles totales se expresó en mg de equivalente de ácido gálico/100 g de muestra (Singleton y Rossi, 1965). Todas las determinaciones se realizaron en triplicado y los valores se presentan como la media (tres repeticiones) ± desviación estándar.
Análisis estadístico
Los datos obtenidos fueron sometidos a análisis de varianza (ANOVA) y cuando las diferencias de las medias fueron estadísticamente significativas (P < 0,05) se utilizó el test ‘t–Student’ para la comparación de medias (asumiendo un intervalo de confianza de 95%).
En este trabajo se constató un retraso en la maduración de los frutos tratados con quitosano en relación con las ciruelas no tratadas (control) o tratadas con extracto de propóleo, que fue más notorio en las ciruelas de piel roja ‘Eldorado’ (Foto 1). En esta variedad se observó que los frutos tratados con quitosano permanecieron durante más tiempo en el árbol, alcanzando la plena maduración cerca de una semana después (Foto 2). Esta respuesta fue también observada en fresas, cerezas y tomates pulverizados con diferentes soluciones de quitosano (Reddy et al., 2000; Romanazzi, 2010; Xin et al., 2017). Aunque en este ensayo no se detectaron diferencias visibles en el grado de maduración entre las ciruelas pulverizadas con las diferentes concentraciones de quitosano (0,5 y 1%), la relación entre el retraso de la maduración y la aplicación de quitosano parece estar influenciada por la concentración de quitosano utilizada, siendo tanto más acentuada cuanto mayor es la concentración (Reddy et al., 2000; Romanazzi, 2010; Xin et al., 2017).


Foto 1. Aspecto de las ciruelas ‘Eldorado’ (A), ‘Primetime’ (B) y ‘Golden Globe’ (C) en el momento próximo a la cosecha: no tratadas (1), tratadas con extracto de propóleo 1:10 (2) y con quitosano 1% (3).


Foto 2. Aspecto de los frutos de la variedad ‘Eldorado’ tratados con quitosano 1%, que no fueron cosechados al mismo tiempo que las ciruelas correspondientes a las otras modalidades y que se dejaron en el árbol una semana más.
El retraso en la maduración observada en los frutos recubiertos con este compuesto podría estar relacionado con la menor tasa de respiración y de producción de etileno, así como con la menor acumulación de antocianinas. De hecho, la aplicación del quitosano promueve un aumento de los niveles internos de CO2 y la disminución de los niveles de O2 en los frutos (Meng et al., 2008). Ya que el quitosano forma una película semipermeable, que muestra ser más permeable al O2 que al CO2 (Sun et al., 2016), modificando así la atmósfera interna del fruto sin causar respiración anaerobia, los recubrimientos de quitosano prolongan el tiempo de almacenamiento debido al retraso de la maduración (No et al., 2007).
En este estudio también fue evidente el efecto antimicrobiano del quitosano, especialmente cuando se aplicó la concentración más elevada en las ciruelas ‘Eldorado’ y ‘Primetime’ (Foto 1, Figura 1). Este efecto puede haber contribuido a la menor caída de frutos registrada en estas variedades en las ramas pulverizadas con el producto (Figura 2). Es importante destacar que el potencial antimicrobiano del quitosano fue detectado precozmente, o sea, se verificó en el momento de hacer la segunda pulverización que las ramas previamente tratadas con quitosano presentaban menor incidencia de podredumbres en sus frutos en comparación a las no tratadas (Figura 1A). Se admite que los frutos enfermos fueron cayendo de las ramas no pulverizadas (control), explicando así la mayor caída registrada en esas ramas a la cosecha, lo que sugiere que el quitosano puede prevenir indirectamente la caída prematura de las ciruelas a través del control de los agentes patógenos (Figura 2). En cuanto a los tratamientos con propóleo, después de la primera pulverización se observó una ligera disminución en la incidencia de podredumbres en las ciruelas ‘Eldorado’ y ‘Primetime’ para ambas concentraciones estudiadas. Sin embargo, a la cosecha el efecto de biocontrol se verificó únicamente en la variedad ‘Primetime’; observándose inclusivamente una mayor incidencia de frutos enfermos en las ciruelas ‘Golden Globe’ pulverizadas con extracto de propóleo 1:20 (Figura 1B), contrariamente a lo que se describe en la literatura para otros frutos (Yang et al., 2010; Sánchez et al., 2016; Loebler et al., 2018).


Figura 1. Efecto de los tratamientos en precosecha con quitosano en las concentraciones 0,5 y 1% y extracto de propóleo diluido 1:10 y 1:20, en la incidencia de podredumbres en las ciruelas ‘Eldorado’, ‘Primetime’ y ‘Golden Globe’: A) evaluación 10 días antes de la cosecha, en el momento de la segunda pulverización; B) evaluación en el momento de la cosecha.


Figura 2. Efecto de los tratamientos en precosecha con quitosano en las concentraciones 0,5 y 1% y extracto de propóleo diluido 1:10 y 1:20, en el porcentaje de caída de las ciruelas ‘Eldorado’, ‘Primetime’ y ‘Golden Globe’ entre la primera pulverización y la cosecha.
En cuanto a los frutos almacenados durante 5 días a 25ºC, se verifica en el ‘Eldorado’ que la menor incidencia de podredumbres se registró en las ciruelas expuestas al tratamiento con quitosano 1% y la mayor en las tratadas con el extracto de propóleo 1:10 (Figura 3, Foto 3). Por otro lado, los frutos ‘Primetime’ tratados con quitosano presentaban menos podredumbres, no habiendo diferencias significativas entre los tratados con extracto de propóleo y los controles. También en la variedad ‘Golden Globe’ las ciruelas que fueron pulverizadas en el campo con quitosano 1% no presentaron síntomas de podredumbre (Foto 3), correspondiendo al tratamiento con extracto de propóleo (1:20) el mayor porcentaje de frutos infectados (Figura 3).


Figura 3. Efecto de los tratamientos en precosecha con quitosano en las concentraciones 0,5 y 1% y extracto de propóleo diluido 1:10 y 1:20, en la incidencia de podredumbres en las ciruelas ‘Eldorado’, ‘Primetime’ y ‘Golden Globe’ después de haber sido almacenadas a 25ºC durante cinco días.


Foto 3. Aspecto de las ciruelas ‘Eldorado’ (A), ‘Primetime’ (B) y ‘Golden Globe’ (C) después de haber sido almacenadas a 25ºC durante cinco días: no tratadas (1), tratadas con extracto de propóleo 1:10 (2) y con quitosano 1% (3).
La actividad antimicrobiana es una de las propiedades más importantes del quitosano y varios estudios han demostrado su acción contra diversas especies de microorganismos (No et al., 2007; Kumar et al., 2018). Además de impedir el desarrollo de los hongos causantes de podredumbres, el quitosano induce mecanismos de resistencia en los tejidos infectados a través de la inducción de la actividad de la enzima quitinasa y la acumulación de fitoalexinas (Romanazzi, 2010). En este estudio, en condiciones de campo se confirma el poder antifúngico del quitosano, que fue más relevante en las variedades de piel roja (‘Eldorado’, ‘Primetime’) que en la de piel amarilla (‘Golden Globe’), hecho que podría estar relacionado con la mayor sensibilidad de éstas para las enfermedades fúngicas, o con las características físico–químicas de sus frutos. Según Devlieghere et al. (2004), la composición del fruto, su acidez, el tipo de microorganismos presentes, las condiciones de temperatura y humedad relativa durante la aplicación de la solución, así como la concentración utilizada influencian la actividad antimicrobiana del quitosano. En general, se observa una relación directa entre la concentración del mismo y su poder antimicrobiano (Reddy et al., 2000; Romanazzi, 2010).
Sobre los parámetros cualitativos evaluados en las ciruelas resultantes de los diferentes tratamientos en el campo, se destaca la dureza que fue superior en las tratadas con quitosano que en las restantes (Cuadro 1). Por el contrario, se observa que la dureza fue más baja en las ciruelas ‘Eldorado’ y ‘Primetime’ sometidas al tratamiento con extracto de propóleo, que no afectó la firmeza de las ‘Golden Globe’ (Cuadro 1). Aunque la dureza es una característica inherente a la variedad, en este estudio se verifica que esta propiedad puede ser influenciada por el tratamiento realizado en el campo, ya que en las tres variedades los frutos más firmes a la cosecha correspondieron a los tratados con quitosano, especialmente en la concentración más elevada. Al cabo de los cinco días a temperatura ambiente, la firmeza de las ciruelas ‘Primetime’ y ‘Golden Globe’ tratadas con quitosano poco varió en relación al valor medio registrado a la cosecha (Cuadro 2), lo que demuestra el efecto del quitosano en la extensión del tiempo de vida de los frutos, a semejanza de lo observado en otros estudios (Xin et al., 2017; Kumar et al., 2018). Paralelamente fue evidente el impacto positivo del quitosano en retardar las pérdidas de peso de las ciruelas mantenidas a 25ºC, especialmente en las variedades ‘Eldorado’ y ‘Primetime’ (Cuadro 2). Esto sugiere que los frutos expuestos al quitosano tuvieron menos pérdidas de humedad que los demás, probablemente por el hecho de que este compuesto reduce la transpiración de los frutos (Valero et al., 2013).


Cuadro 1. Valores medios (±desviación estándar, n=20) del peso, diámetro, dureza, contenido de sólidos solubles totales (SST) y acidez total (AT), y valores medios (±error estándar, n=4) de la capacidad antioxidante y compuestos fenólicos totales de los frutos de tres variedades de ciruelo analizados a la cosecha. Abreviaturas: PF, peso fresco; EAA, equivalente de ácido ascórbico; EAG, equivalente de ácido gálico. En cada variedad, los valores con letras diferentes son significativamente diferentes (P<0,05).


Cuadro 2. Valores medios (±desviación estándar, n=10) de la pérdida de peso, dureza y contenido de sólidos solubles totales (SST) de los frutos de tres variedades de ciruelo, después de almacenados a 25ºC durante cinco días. En cada variedad, los valores con letras diferentes son significativamente diferentes (P<0,05).
La firmeza y el aspecto de la ciruela son factores cualitativos muy valorados por el consumidor, junto con el calibre y el sabor. En este trabajo, el calibre y el peso medio del fruto no fueron alterados por los tratamientos de precosecha realizados (Cuadro 1), siendo específicos de la variedad. Por otro lado, el sabor influenciado por el contenido de sólidos solubles (SST) y la acidez titulable (AT) varía en las ciruelas ‘Eldorado’ y ‘Primetime’ con el tratamiento de quitosano y con la concentración usada (Cuadro 1). De hecho, en estos frutos se registraron valores menores de ºBrix y mayores de acidez en comparación con el control. Los tratamientos con extracto de propóleo no modificaron estos parámetros de calidad, excepto en las ciruelas ‘Golden Globe’ (Cuadro 1).
La mayor acidez en los frutos sometidos a tratamientos con quitosano es una característica ya descrita en otros trabajos, que también refieren que la acidez de los frutos varía en la misma proporción que la concentración del quitosano (Reddy et al., 2000; Bal, 2013). Probablemente, la mayor acidez en las ciruelas expuestas a la solución de quitosano 1% podría contribuir a la menor incidencia de pudriciones observadas en esos frutos. En cambio, la mayor incidencia de podredumbres detectada en las ciruelas ‘Golden Globe’ pulverizadas con extracto de propóleo 1:20, tanto en la cosecha como al cabo de los cinco días a 25ºC, podría estar relacionada con la menor acidez de sus frutos. Este hecho puede también justificar en parte el elevado número de frutos tratados con extracto de propóleo que aparecieron picados por los pájaros, una situación que no se observó en las ciruelas tratadas con quitosano.
Contrariamente a lo que se observó en otros frutos (Romanazzi, 2010; Yang et al., 2010; Sánchez et al., 2016; Loebler et al., 2018), la aplicación del quitosano y del extracto de propóleo no tuvo repercusiones en la composición antioxidante de las ciruelas de las tres variedades analizadas (Cuadro 1).
Los resultados preliminares presentados demuestran la influencia de los tratamientos de precosecha a base de quitosano en la menor incidencia de podredumbres y, en cierto modo, en la reducción de la caída prematura de las ciruelas, contribuyendo así a la reducción de las pérdidas de fruta en el campo. Por otro lado, los resultados sugieren que la perecibilidad y la corta vida comercial que caracterizan a las ciruelas pueden ser contrarrestadas por los tratamientos con quitosano. El hecho de que en el lugar de ensayo no se hayan efectuado tratamientos con fungicidas de síntesis, refuerza la capacidad antifúngica del quitosano; sin embargo, es necesario evaluar a una escala comercial y en un mayor número de variedades el impacto del mismo en el control de enfermedades y en la calidad organoléptica de las ciruelas. En el caso del propóleo, los resultados obtenidos no mostraron un efecto antifúngico considerable, al menos en las condiciones estudiadas.
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