
El municipio de Labastida fue escenario el pasado 4 de julio de la IV edición del Encuentro de Jóvenes Talentos del Vino, una jornada que reunió a más de 100 profesionales del sector menores de 40 años, procedentes de 12 comunidades autónomas. Organizado por EDA Drinks & Wine Campus, el encuentro se consolida como un espacio clave para visibilizar, conectar y fortalecer a la nueva generación vitivinícola.
Durante la jornada se celebraron tres mesas redondas que abordaron temas clave como la comercialización del vino, el enoturismo y la viticultura. En total, 12 jóvenes ponentes compartieron sus experiencias, reflexiones y visiones de futuro ante un público con alta cualificación y fuerte arraigo territorial.
Comercialización: fortalecer el valor y abrir nuevos canales
La primera mesa, titulada ‘El negocio del vino y cómo saber venderlo’, estuvo moderada por la periodista Yolanda Ortiz de Arri. Mireia Pujol Busquets (Alta Alella) destacó que «ser excelente es importante, pero no suficiente. Es fundamental conocer nuestras fortalezas y valores, ya que nos ayudan a posicionarnos en el mercado».
Por su parte, Guillermo de Aranzabal Bittner (Grupo La Rioja Alta) subrayó la importancia de abrir nuevos canales y cuidar la distribución, mientras que Amaia Argiñano (Bodegas K5) recordó que «las redes sociales también son una herramienta muy importante; deben estar cuidadas y debemos ir comunicando al momento».
Desde su experiencia internacional, Manu Michelini (Dominio del Challao) reflexionó: «Para mí era importante aprender de lo que se estaba haciendo en el mundo, ver qué faltaba en nuestra tierra, reinterpretarlo y lanzar algo diferencial».
Enoturismo: sostenibilidad y conexión humana
La segunda mesa redonda, ‘Enoturismo y desarrollo sostenible’, moderada por Lorea Mendizabal (Basque Culinary Center), reunió testimonios que pusieron el foco en la sostenibilidad y la experiencia humana.
«Yo no concibo otro tipo de enoturismo, –señaló María García (María de La Recueja)–, para mí lo más importante es que los turistas se conviertan, de alguna manera, en parte de nuestra familia».
Desde Canarias, Jorge Méndez (Bodegas Viñátigo) explicó que el turismo forma parte de su paisaje y que, tras años de esfuerzo, han podido incorporar una persona dedicada exclusivamente al enoturismo. En la misma línea, Paloma Rodríguez Moure (Abadía da Cova) recalcó que para ellos esta actividad «supone un impulso a las inversiones que hacemos en otros aspectos, como por ejemplo en llevar a cabo una viticultura heroica». Víctor Janer (Oller del Mas) aportó que el enfoque del enoturismo ha evolucionado: «Antes se trataba de exhibir cuánto se sabía de vino; ahora se configura desde otra perspectiva».
Viticultura: conocimiento, respeto y resiliencia
Bajo el título ‘¿Qué es ser un buen viticultor?’, la tercera mesa, moderada por el prescriptor José Ignacio Junguitu, reunió reflexiones profundas sobre la práctica en el viñedo.
«Trabajo desde el respeto en el viñedo, y eso también da sentido a cómo elaboro mis vinos», expresó Gemma Miró (Gemma Miró), mientras que Miguel Eguíluz (Cupani) subrayó la importancia de «estar en la viña en el día a día, es clave».
Annabelle Borra (Vinos de Bellite) valoró la formación y el aprendizaje de la mano de expertos como elementos fundamentales. Por su parte, Adrián Alonso (El Serbal) recordó que, aunque la tecnología es una gran aliada, «hay cuestiones impredecibles, como las condiciones climáticas».
Tras las ponencias, los asistentes compartieron una degustación de vinos elaborados por los propios jóvenes productores, en un ambiente propicio para el intercambio y la construcción de redes.
En el acto participaron también representantes institucionales. Noemí Aguirre, Diputada Foral de Agricultura, destacó que «hoy la tradición y la tierra se entrelazan con la innovación y las ganas de crear». Por su parte, Raúl Pérez Iratxeta, Viceconsejero de Alimentación y Desarrollo Rural del Gobierno Vasco, enfatizó la importancia del emprendimiento y la cooperación como motores del cambio.
Joxe Mari Aizega, director general del Basque Culinary Center, afirmó que «las personas que hacéis vinos sois importantes. Esta nueva narrativa que estáis escribiendo tiene que ser impulsada». Elisa Ucar, directora de EDA Drinks & Wine Campus, concluyó que «la ilusión y la pasión son las piedras angulares sobre las que se sustenta este proyecto y la comunidad que lo conforma».
Con esta IV edición, EDA Drinks & Wine Campus reafirma «su papel como plataforma de impulso al talento joven en el sector del vino, promoviendo una red profesional que apuesta por la sostenibilidad, la innovación y el arraigo a la tierra como ejes para construir el futuro del vino».