«2023, una campaña marcada por la incertidumbre». Así ha descrito la campaña actual de la fruta de hueso Javier Basols, de la Federación de Cooperativas españolas, en la presentación de las previsiones de cosecha de melocotón y nectarina de Europa aportadas por los principales países productores en el webinar organizado por medFEL–Europêch y conducido, como cada año, por Éric Hostalnou, jefe del departamento de Frutas y Hortalizas de la Cámara de Agricultura de los Pirineos–Orientales.
Las inclemencias meteorológicas, sequía extrema en el norte de España (Cataluña y Aragón) y del sur de Francia (Languedoc Roussillon) e inundaciones en Italia (Emilia Romana), fruto del cambio climático, hacen que las cifras presentadas el 23 de mayo por Manel Simon (Afrucat), por parte de España, además de Basols; Bruno Darnaud (AOP Pêche et Abricots), de Francia; Georges Kantzios (Cooperativa ASEPOP), de Grecia, y Elisa Macchi (Centro Servizi Ortofrutticoli–CSO), de Italia, sean más un potencial de producción de los árboles a mediados de ese mes que unas previsiones, al no incorporar las posibles pérdidas de producción vinculadas a estos episodios meteorológicos. De hecho, una actualización de estas cifras ya ha sido anunciada para mediados de junio, cuando se observe el impacto real de esta situación.
En la actualidad, se espera que la producción de melocotón y nectarina 2023 en Europa alcance las 3.379.000 toneladas, lo que supone un aumento del 14% respecto al año pasado, un 2% más de la media 2017/21.
España
En el norte de nuestro país, la situación es tan grave que puede peligrar la vida de los árboles por la falta de agua. Según Manel Simon, «hay zonas que solo cuentan con riego autorizado para garantizar la supervivencia del árbol, no para asegurar la cosecha, es el caso del canal d’Urgell». En el Baix Segrià, zona que produce el 50% de los melocotones y nectarinas españoles y muy tecnificada a nivel de irrigación, «en estos momentos tenemos una reducción del riego del 50%. Los árboles no corren riesgo, pero sí las producciones», ha remarcado el director general de Afrucat.
En la misma línea, centrándose en Aragón, Javier Basols ha indicado que «la gran preocupación viene a raíz de la situación del agua. Ahora llueve, pero no sabemos si será suficiente para volver a llenar los pantanos».
Pese a esta situación, se prevé un aumento de la cosecha de un 4% respecto a la media de los cinco últimos años, exceptuando el 2022, año «muy duro con una producción muy corta» que distorsiona mucho las estadísticas. Si se pierde la fruta de la zona del Canal de Urgell, la cifra sería de –5%.
Así, en España, el potencial de producción de melocotones y nectarinas, incluidos los planos, se estima en 1.250.000 t (+52% frente al 2022), mientras que el de pavías en 292.00 t (+41%/2022).
Grecia
Con 665.800 t, el país heleno espera una producción similar a la de 2022, «con una ligera caída del 5% en melocotón y nectarina y del 4% en pavía. En este último caso, esto supone un descenso del 14% respecto a la media de los últimos cinco años», ha señalado Georges Kantzios. El invierno ha sido suave, pero «desde el mes de abril el frío, y ahora también las lluvias en mayo, han provocado que la campaña se retrase más de una semana y habrá que esperar para ver si esto afecta a la calidad de los frutos».
Respecto a la superficie cultivada, el representante griego ha comentado que «se ha ido reduciendo en melocotonero en los últimos años por mal rendimiento económico, siendo sustituido por nectarinos, pero sobre todo por kiwis, cerezos y albaricoqueros».
Francia
Tras un invierno y una primavera sin grandes complicaciones, Bruno Darnaud ha comentado que «llevamos unos 8 días de retraso en la campaña comparada con años anteriores, que resultaron ser bastante precoces». Con 231.00 t, los volúmenes actuales son normales, no obstante «los problemas de sequía latente, importante en el departamento de los Pyrénées–Orientales, empiezan a afectar a los calibres de la fruta, por lo que habrá que volver a valorar más adelante», ha destacado.
El representante francés también ha señalado que «a esto, hay que sumar el aumento de los costes de producción, que en 2022 fue de un 12% y este año de un 10%. Estamos negociando con la distribución un incremento de precios. Pero habrá que tener en cuenta la actitud del consumidor en un contexto de menor poder adquisitivo de este». Para añadir que «las decisiones administrativas (permiso para regar) son aún más difíciles de prever que los cambios climáticos».
Italia
«Las lluvias caídas en la zona de Emilia Romana, los pasados 17 y 18 de mayo, han tenido unos efectos desastrosos», ha indicado Elisa Macchi nada más empezar su intervención. «Todavía no podemos cuantificar los daños porque muchos terrenos están inundados, pero estimamos que la producción será menor de lo anunciado anteriormente». Según la representante italiana, antes de estas precipitaciones el norte de Italia ya presentaba una reducción de la superficie de un 4% respecto al año pasado. De hecho, «existe una gran diferencia entre el norte y el sur». En la zona del sur de Italia, que representa dos terceras partes de la producción del país, el potencial productivo se prevé un 3–4% mayor que el de 2022, mientras que, en el norte, afectado por las heladas a principios de abril y las lluvias ahora, «las caídas van desde el 10% en el Piemonte hasta el 40% en Emilia Romana, donde las nectarinas, que son lo que más se produce en esta última región, serán las más afectadas».
En 2023 el potencial de producción se sitúa en 933.000 t de melocotones y nectarinas (–8% respecto a la campaña anterior).