Desde septiembre de 2024, la Unión Agrícola y Ganadera de La Rioja (UAGR–COAG) lleva alertando a los responsables de la Consejería de Agricultura autonómica del aumento de la afección del fuego bacteriano, provocando importantes pérdidas a los fruticultores. En aquel momento se estaban elaborando los presupuestos de agricultura para 2025, por lo que desde la Unión se solicitó la creación de una partida presupuestaria para un ‘Plan de choque del fuego bacteriano’ en las propuestas agrarias enviadas a todos los Grupos Parlamentarios, iniciativa que puede derivar en un futuro Plan Estratégico de la pera ‘Conference’ riojana.

Además, desde este sindicato se solicitó al Ministerio de Hacienda la reducción del índice del rendimiento neto para toda la D.O.P. Peras de Rincón de Soto, de cara a la declaración de la renta. Una cuestión que ha sido atendida en parte, por lo que «recientemente se ha solicitado corregir los errores detectados al dejar fuera de la Orden ministerial varios pueblos riojanos».
Asimismo, en las reuniones de seguimiento mensuales que se realizan con la consejera de Agricultura y sus directores generales, los representantes de la Unión han recordado la necesidad de abordar este creciente problema.
Así pues, en la reunión específica en la consejería sobre el fuego bacteriano, los representantes de la UAGR–COAG reclamarán ayudas compensatorias por el daño causado por esta enfermedad, así como ayudas y medidas para prevenir la expansión de la enfermedad:
– La ayuda compensatoria debería establecer una cantidad fija por hectárea en parcelas con afección superior al 30% para compensar los gastos de arranque, quema y replantación. Si la ayuda se solicitara para la replantación de la totalidad de la finca, el módulo debería ser mayor.
– Dentro de las ayudas preventivas, la Unión propone el establecimiento de fondos extraordinarios, más allá de los contemplados en los Planes de Mejora, para aumentar la subvención a la inversión en mallas antigranizo.
– Ante la necesidad de extremar la vigilancia y el control de la enfermedad en campo, detectando árboles infectados y actuando en consecuencia, la organización agraria solicita que se destine más personal público a estas tareas, que se arranquen todas las plantaciones abandonadas o en mala situación, ya que suponen un riesgo de transmisión de la enfermedad.
– Establecer protocolos más exhaustivos de control del material vegetal en vivero, para que dicho material no sea portador de la enfermedad.
– Subvencionar también los tratamientos fitosanitarios preventivos, ya que pueden llegar a ser un gasto elevado para la explotación.
– Ante la falta de tratamientos curativos la UAGR solicita estudios de nuevas materias activas que pudieran emplearse.
– Mejorar los sistemas de alerta tempranos y los modelos predictivos de la enfermedad.