Mandarina

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) estima, basándose en consultas a productores de todas las comarcas citrícolas, que la producción de mandarinas y naranjas en la campaña 2022/2023 se situará en los casi tres millones de toneladas en la Comunitat Valenciana, registrando un descenso aproximado del 10% respecto a la temporada anterior, la cual ya fue inferior a la media de la última década. La principal causa «es la anomalía climática, especialmente la acumulación de lluvias persistentes, olas de frío y oscilaciones bruscas de temperaturas durante la pasada primavera, que provocaron problemas en las fases de floración y cuajado de los frutos».

Estas estimaciones de AVA-ASAJA apuntan a una disminución similar tanto en naranjas como en mandarinas, así como en prácticamente todas las variedades con implantación en la citricultura autonómica.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, ha explicado que «estamos ante una producción suficiente para abastecer los mercados internacionales pero que obliga a elevar los precios para garantizar la rentabilidad de los productores. Después del desastre de la última campaña, sobre todo en la naranja, obtener un precio justo es más necesario que nunca».

Por todo ello, la organización agraria ha instado tanto a las administraciones como al conjunto del sector «a trabajar con seriedad, profesionalidad y transparencia para obtener unos precios en origen que permitan compensar la caída de producción comercializada y el aumento de los costes de producción». AVA-ASAJA estima, a partir de datos del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) y del Ministerio de Agricultura, que los costes de producción de los cítricos se han incrementado un 40% en las dos últimas campañas, debido al encarecimiento de los principales inputs del cultivo: energía eléctrica, combustibles, fertilizantes, fitosanitarios, etc. Los costes medios de producción rondan los 0,32 €/kg en naranjas (‘Navelina’) y los 0,39 €/kg en mandarinas (variedades precoces de ‘Clementina’).

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La Asociación de Productores de la Variedad Orri (Orri Running Committee, ORC) ha anunciado que prevé una producción de unas 60.000 toneladas de mandarina Orri durante la campaña 2020/21 que acaba de iniciarse. Se trata de una de las variedades más cotizadas del mercado y en las primeras semanas está alcanzando precios de venta más altos que en años anteriores.

El gerente de ORC, Guillermo Soler, ha manifestado que las lluvias de otoño y principios de invierno han beneficiado al engorde de esta variedad y se tienen buenas perspectivas en cuanto al calibre de la fruta, «lo que sumado a sus excelentes cualidades organolépticas permiten a la mandarina Orri diferenciarse del resto y configurarse como un producto de calidad Premium». Asimismo, se espera una alta demanda, «pues la sociedad pide cada vez más fruta de cercanía, con una alta calidad y la mandarina Orri responde a estas premisas».

La mandarina Orri tiene como principales mercados Francia, Gran Bretaña, Holanda, Bélgica, Alemania y Austria. «A pesar del gran éxito que la mandarina Orri está cosechando en la mayoría de mercados europeos, a través de un estudio de mercado que hemos llevado a cabo recientemente desde ORC, hemos detectado que todavía existe un gran potencial de crecimiento en el ámbito nacional», ha subrayado Soler.

En este sentido, durante la actual campaña se desarrollará una potente actividad promocional en los principales mercados mayoristas, cadenas de distribución y más de 8.000 fruterías, en la que se distribuirán entre los puntos de venta elementos identificativos de la variedad, de modo que el consumidor la pueda reconocer fácilmente.

Según han explicado desde la asociación, «la variedad Orri es elegida por su calidad suprema, prácticamente sin semillas y su textura fina, fundente y muy jugosa». Además, «los frutos, de buen tamaño, con la piel suave y lisa, de coloración naranja intenso, son de fácil pelado, aunque presenta una piel muy resistente y firme que le confiere una óptima conservación tanto en árbol como en postcosecha; una característica que permite que se conserve de manera natural en excelentes condiciones entre enero y mayo».

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Unió de Pagesos (UP) ha denunciado la situación que están viviendo muchos productores de cítricos de las comarcas del sur de Tarragona, que ven como las empresas con las que habían suscrito contratos de compra–venta, y que normalmente se hacen cargo de cosechar la fruta, están incumpliendo los términos acordados.

El sindicato agrario ha indicado que esta situación, que afecta principalmente a productores individuales que no pertenecen a cooperativas u organizaciones, «hace que o bien quede en los árboles una parte de la producción que, en algunos casos, oscila entre el 40 y el 70% del total o bien los productores se hagan cargo de los costes de la recolección sin saber si podrán recuperar o no la inversión hecha y poniendo en peligro la viabilidad de muchas explotaciones». El comercio «también está reduciendo unilateralmente los precios que constan en los contratos».

Hasta el momento, el incumplimiento de contratos se ha dado en el cultivo de mandarinas, el mayoritario en Cataluña, «donde las pérdidas sobre los ingresos esperados podrían superar los 7 millones de euros y dejar cerca de 40.000 toneladas sin cosechar». Los agricultores socios de cooperativas o de organizaciones de productores sí cosechan sus fincas, aunque habrá que analizar posteriormente a qué precios liquidarán estas a sus socios.

La problemática que denuncia el sindicato contrasta con el buen inicio de la campaña de cítricos, en octubre y noviembre pasados, en que el precio de naranjas y mandarinas en España y en el resto de Unión Europea (UE) evolucionó positivamente respecto al año pasado debido al aumento de demanda por la Covid–19, evolución que prevén se alargue aún las próximas semanas. Además, a diferencia de otras campañas, el otoño pasado se redujeron las importaciones de países de fuera de la UE como Egipto y Sudáfrica, y el aumento de las importaciones en verano fue absorbido por la demanda, por lo que no se ha producido saturación de mercado que justifique la ruptura de contratos que denuncia el sindicato.

Ante la situación creada el sindicato reclamará al DARP que a través de CadeCat, y si es necesario también la Agencia de Información y Control de Alimentos en el ámbito supraautonómico, lleven a cabo una campaña de control del cumplimiento de los contratos de compra–venta de cítricos, inspeccionando y sancionando posibles infracciones. Además, UP reclama la importancia que desde todas las instancias se promueva y facilite el consumo de proximidad, de los productos catalanes.

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El 24 de julio, Airbus anunció que renunciaba a las ayudas que fueron declaradas por la Organización Mundial del Comercio (OMC) ilegales. Según confirmó poco después la Comisión Europea (CE), los Gobiernos de España, Francia y Alemania acordaron entonces con el fabricante aeronáutico europeo modificar los términos de los créditos reembolsables concedidos a la firma, con el fin de reflejar las condiciones del mercado y tratar de zanjar la disputa comercial con EE. UU. y con la compañía de aquel país, Boeing. Aquella crisis derivó en la imposición, a partir de octubre de 2019 y como medida de retorsión habilitada por el organismo internacional, de aranceles a un importante listado de productos agroalimentarios procedentes de estos países, así como del Reino Unido (que también forma parte del consorcio). Las tasas aplicadas desde entonces –del 25% ad valorem– han expulsado de este mercado a los cítricos españoles (fundamentalmente clementinas) y han provocado ingentes pérdidas en otros tantos productos clave, como el aceite de oliva, el vino o los quesos de nuestro país. Sin embargo y a pesar de que, formalmente, la Administración Trump no tenga ahora argumentos con los que mantener esta penalización, aún quedan pendientes determinadas gestiones ante la propia OMC y los EE. UU. para que la retirada de tales aranceles sea efectiva. De ahí que el Comité de Gestión de Cítricos (CGC) –la asociación nacional que concentra al comercio privado de este cultivo y cuyos socios también explotan una elevada superficie de producción– reclame tanto al Gobierno español como a la CE que «actúen al más alto nivel para acelerar la reapertura y poder retomar las exportaciones agroalimentarias afectadas así como los envíos de mandarinas y naranjas al comienzo de la próxima campaña, ya en septiembre, con nuestras clementinas precoces», señala la presidenta de esta entidad, Inmaculada Sanfeliu. De no actuarse con rapidez, será complicado que los operadores puedan organizar la logística necesaria para negociar nuevos programas de suministro a EE. UU.

La CE, por su parte, se ha mostrado partidaria de una solución negociada. Sin embargo, si no hay un acuerdo, el comisario de Comercio, Phil Hogan, ha advertido que «la UE estará lista para ejercer sus derechos a imponer sanciones». Hogan se refería así al próximo pronunciamiento de la OMC, que en breve debe determinar las medidas que, en este caso, tiene derecho a aplicar la UE por otras ayudas ilegales, esta vez concedidas por EE. UU. a Boeing. «Si realmente Europa quiere acabar con esta guerra comercial debería cerrarse ya un acuerdo», advierte Sanfeliu quien además remarca «que el sector agroalimentario en general y los cítricos muy en particular son los grandes damnificados de las decisiones geopolíticas de Europa».

El listado de agravios comerciales cometidos en contra del sector citrícola ha tenido un impacto muy relevante. En 2014, a causa de la posición europea en la guerra de Crimea, Rusia impuso unilateralmente un veto a los productos agroalimentarios que aún hoy se mantiene. El gigante euro-asiático era, entonces, el segundo/tercer destino citrícola en importancia más allá de la UE, con unas exportaciones por campaña de entre 60.000 y 72.000 toneladas (t). A corta distancia de esta plaza se situaba entonces EE. UU., que llegó a adquirir a España hasta 110.000 t de cítricos en la temporada 2006/07. «EE. UU. fue, con mucho, el primer mercado citrícola no europeo, clave en los arranques de temporada, estratégico para las clementinas precoces españolas, perfectamente complementario con la producción local californiana y un gran escaparate mundial que debemos empezar a recuperar lo antes posible», señala la presidenta del CGC. Los aranceles del 25% impuestos al comienzo de la campaña que ahora acaba han terminado de expulsar la oferta española de aquel destino, ya muy castigado por las rigideces del duro protocolo fitosanitario aplicado y por la competencia barata de Marruecos, que ha asumido junto con otras procedencias que gozan también de arancel cero (Chile, Sudáfrica, Perú y Uruguay) la cuota de mercado que tenía España.

«Es un perfecto sinsentido porque las medidas de retorsión aplicadas por Trump contra los cítricos no han logrado recaudar nada, porque el 25% de nada es nada», matiza además Sanfeliu quien reitera que «poder volver a competir con nuestras clementinas y satsumas precoces en EE. UU. sería clave para así evitar el mercado comunitario crecientemente saturado por la oferta de mandarinas tardías de Sudáfrica como consecuencia de la pérdida continua de preferencia comunitaria».

En el horizonte, además y junto a las dificultades derivadas de la crisis del coronavirus, pesa la amenaza de un Brexit sin acuerdo en el que es –con 330.000 t exportadas en la pasada campaña- el tercer mayor mercado citrícola para España tras Alemania y Francia. De no llegar a un pacto en octubre o no producirse in extremis antes de final de año, el Reino Unido aplicaría a las mandarinas españolas a partir del 1 de enero de 2021 un arancel del 16% y otro del 10% (entre el 1 de noviembre y el 30 de abril) y del 2% para las naranjas durante el resto del año. La oferta competidora –de Marruecos, Turquía, Egipto o Sudáfrica– se beneficiaría de los acuerdos preferenciales ya suscritos, con arancel cero.

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La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA–ASAJA) ha señalado que los buenos resultados que cosechan las exportaciones agroalimentarias de la Comunitat Valenciana en plena crisis del Covid–19 “se ven lamentablemente empañados por la pérdida definitiva del mercado estadounidense para el comercio de las mandarinas y naranjas españolas.

Esta organización agraria ha confirmado “los peores augurios” y ha constatado, a partir de datos facilitados por la interprofesional Ailimpo, que los aranceles de hasta el 25% impuestos el pasado octubre por la Administración Trump sobre los cítricos y otras producciones agrarias nacionales “han reducido a cero los envíos de naranjas y mandarinas durante la presente temporada 2019/20 con destino a Estados Unidos, mientras que las exportaciones de limones apenas alcanzan las 922 toneladas”.

AVA–ASAJA ha subrayado que esta medida arancelaria, en respuesta a un conflicto relacionado con las ayudas destinadas al sector aeronáutico Boeing–Airbus, ha supuesto la “puntilla” a la campaña histórica de clementinas remitidas desde el puerto de Castellón, “la cual registró su récord de exportaciones en la campaña 2006/07 con cerca de 80.000 toneladas pero que, con el paso de los años, venía experimentando una tendencia a la baja debido a las presiones y falsas acusaciones por parte del lobby citrícola de Estados Unidos”.

En esta última campaña (con datos hasta el 18 de abril), destinos como Omán (1.105 t) y Panamá (1.003 t) ya superan a Estados Unidos en volumen de exportaciones citrícolas españolas. Destaca, asimismo el caso de Canadá, país vecino que, con la onceava parte de habitantes, compra cincuenta veces más cítricos (47.790 t) que Estados Unidos.

El presidente de AVA–ASAJA, Cristóbal Aguado, ha acusado a la Unión Europea (UE) de “beneficiar descaradamente a los sectores económicos del centro-norte del continente mientras no duda en dejar vendida a la agricultura mediterránea mediante acuerdos comerciales con países terceros o barreras arancelarias. O se cierra Rusia para todos o se abre para todos, lo que es intolerable es que se puedan seguir vendiendo productos industriales a los rusos y, en cambio, España no pueda vender sus producciones agroalimentarias a Moscú”. Y ha añadido al respecto que “esta no es la Europa que queremos. Hay que abrir mercados a los agricultores y no cerrarlos, hay que dar la llave de las decisiones de Bruselas a todos sus miembros y no solo a unos pocos privilegiados, hay que hacer más Europa y no depender cada vez más de la alimentación que pueda o no llegarnos de fuera”. 

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El Juzgado de lo Penal número 12 de Valencia ha condenado a un agricultor a tres meses y un día de prisión, con la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, así como al pago de las costas, por la explotación ilegal de la variedad vegetal protegida ‘Orri’, en una parcela de Benifairó de la Valldigna, según ha señalado The Enforcement Organization (TEO), licenciataria máster exclusiva de esta variedad en España y Portugal.

TEO ha indicado que en la sentencia, que es firme y tras haber reconocido el acusado los hechos, se considera probada la comisión de un delito contra la propiedad industrial, tipificado en el artículo 274.4 del Código Penal. En concreto, la sentencia recoge que el acusado, que no deberá cumplir la pena de prisión impuesta condicionada a que no delinca en un plazo de dos años, realizó injertos de la variedad de mandarina ‘ORRI’, en 518 árboles sin el consentimiento ni aprobación del titular del título de obtención vegetal y con el conocimiento de que dicha variedad de mandarina estaba registrada y protegida, conforme a la legislación nacional y de la Unión Europea sobre protección de obtenciones vegetales, siendo titular de la misma la Mercantil TEO y con la finalidad de introducir los frutos en el mercado. Los perjuicios cifrados por The Enforcement Organization se han fijado en un total de 60 euros por árbol en concepto de canon, más impuestos correspondientes. El acusado ha indemnizado a la Mercantil, retirándose esta como acusación particular y solicitando el archivo de las actuaciones.

Con esta ésta son 45 las acciones legales concluidas entre acuerdos extrajudiciales y sentencias condenatorias por explotación ilegal de la variedad vegetal protegida ‘Orri’, teniendo, todas ellas, como consecuencia, la eliminación del material vegetal, la prohibición de la explotación de los árboles de esta variedad y el pago de una indemnización compensatoria. Esta labor de control y detección de plantaciones ilegales, llevada cabo por los inspectores y técnicos de la asociación de productores de mandarina Orri (ORC), junto con las acciones legales emprendidas por TEO, ha permitido que la ‘Orri’ «sea la variedad de mandarina protegida que presenta una ausencia, prácticamente total, de explotaciones ilegales».

Desde la asociación ORC han destacado que esta sentencia es «una excelente noticia para todo el sector citrícola preocupado por la explotación ilegal de variedades vegetales protegidas, en detrimento de los que explotan variedades vegetales protegidas siguiendo los cauces legales y, especialmente, un motivo de satisfacción para los cientos de agricultores sublicenciatarios de la variedad vegetal protegida Orri que se enfrentan en el mercado a otros agricultores que llevan a cabo actos de competencia desleal para obtener rendimientos económicos injustificados derivados de infracciones legales».

Desde el año 2016, TEO ha iniciado un total de 115 acciones legales, cuyas sentencias se irán conociendo, y de las cuales 99 han sido por explotación ilegal de mandarino Orri, que podrían afectar a alrededor de 181 hectáreas (más 80.000 árboles) y el resto, a puntos de distribución.

Por comunidades, el 85,4 % de los casos corresponden a la Comunidad Valenciana, que afectarían a unos 46.000 árboles; el 7,1% a Andalucía, que corresponderían a cerca de 17.000 plantas; un 6,3% a la Región de Murcia, afectando a unos 14.000 árboles y el 1,2% a Cataluña.

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La marca para el desarrollo global de la mandarina Tango de Eurosemillas, Tango Fruit, ha alineado su variedad con la demanda de la gran distribución europea, que insiste en valorizar ante el consumidor el respeto al medio ambiente e impulsar una producción más ecológica, tendente al ‘residuo cero’. Por ello ha presentado en la última Fruit Attraction un mensaje diferenciador: ‘Sustaina–bee–lity’, un juego de palabras en inglés, entre ‘sustainability’ (sostenibilidad) y ‘bee’ (abeja).

Al contrario de la mayoría de mandarinas tardías, Tango no tiene semillas y gracias a ello se evitan los tratamientos para alejar o matar a estos insectos en época de floración, y se ahorra a los agricultores instalar costosas mallas para dificultar su acceso a las plantaciones o tener que localizar explotaciones aisladas de otras fincas de cítricos para impedir así la polinización cruzada que provoca la temida pepita en el fruto. Por ello la firma ha señalado que el resultado de la apuesta por Tango es que «al no afectar a las abejas, potencia la polinización de muchos cítricos y de otros muchos frutales que sí la necesitan para mejorar el cuajado». Así, ad­más, se generan ahorros en el uso de fitorreguladores que, como los insecticidas contra las abejas, también pueden originar residuos.

España es en la actualidad el primer productor mediterráneo y el segundo mundial de esta mandarina tras EE. UU., donde fue patentada en el 2007 por la Universidad de California y donde más superficie hay plantada, aunque no se exporte a la UE. Según las previsiones, para esta campaña 2018/19 se cosecharán en nuestro país casi el doble de toneladas (t) de Tango que, en la anterior, es decir, unas 60.000 t, lo que implica el 83% de la producción mediterránea. Este volumen también supone un 57% de la cosecha global, considerando la que se recolectó este verano en el hemisferio sur (unas 50.000 t). Si en 2018 fue Andalucía la que acaparó mayor producción de este cítrico ‘seedless’, para 2019 será la Comunidad Valen­ciana la que, gracias a la entrada de nuevas plantaciones, tome la delantera.

Con independencia de situaciones particulares, un análisis comparativo realizado por los servicios técnicos de Eurosemillas entre las variedades protegidas ‘de autor’ ha permitido contrastar que Tang Gold es la mandarina tardía más rentable, gracias a sus menores costes, a su más rápida entrada y más alta producción y a su regularidad. Estos factores determinan, junto a sus buenos precios, que los agricultores licenciatarios de Tango puedan amortizar antes su inversión inicial. Asimismo, es una mandarina rentable y atractiva para el exportador y el distribuidor final, porque cumple con las exigencias del consumidor: es de fácil pelado, goza de una calidad uniforme sin altibajos en cuanto a su color, calibre, acidez o porcentaje de zumo y ofrece un suministro regular y continuado, tan pronto procedente de las zonas mediterráneas (desde diciembre) como del hemisferio sur (desde junio).

Juan José de Dios, director de Tango Fruit, ha manifestado al respecto que «queremos dirigirnos al consumidor para poner en valor ese doble carácter de sostenibilidad en lo me­dioambiental y en lo económico de nuestra variedad». Para añadir que «Tango ha demostrado ya ser una mandarina global, rentable para todos los eslabones de la cadena, en la que las producciones de los dos hemisferios se complementan. Pretendemos también ser los primeros en evidenciar que el mercado va a exigir que las propias variedades –con independencia de su sistema de producción– puedan tener un valor ecológico añadido».

Si en la pasada edición de Fruit Attraction se informó de que –con arreglo a los volúmenes dis­ponibles entonces– se estaba en condiciones de mantener el suministro regular de Tango a las cadenas durante 8 meses, ahora se confía en llegar casi a los 10 meses al año. «Se está eviden­ciado que las tardías del hemisferio sur están ganando terreno a las clementinas precoces loca­les, pero de igual manera, mandarinas españolas como Tango se impondrán al final de tem­porada a las clementinas del cono sur. El calendario comercial, simplemente, se está desplazando», ha comentado De Dios.

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La mercantil The Enforcement Organization S.L. (TEO), licenciataria exclusiva para España de la variedad vegetal protegida de mandarina ‘Spring Sunshin’, y el Agricultural Research Organisation de Israel (ARO), obtentor y dueño de los derechos de dicha variedad, han anunciado que han llegado a un acuerdo para realizar una regularización voluntaria de plantaciones no autorizadas de dicha variedad, así como la concesión de nuevas licencias de plantación, hasta un máximo de 700.000 plantas en nuestro país, que representan cerca de 1.000 hectáreas.

Al respecto, cabe señalar que ha comenzado una campaña de regularización para dar la oportunidad de regularizar de forma voluntaria a los productores que, con anterioridad al inicio de la citada campaña, tengan plantaciones sin licencia de esta variedad.

La campaña de regularización se lleva a cabo desde el 18 de abril hasta el 31 de agosto y durante la misma se ha fijado en 12 euros por árbol (más impuestos indirectos) el precio de la regularización, a abonar en un máximo de 3 cuotas anuales. Además, desde el 1 de septiembre al 31 de diciembre, se podrá, también, solicitar esta regularización, si bien durante este período se ha fijado en 20 euros por árbol (más impuestos indirectos) el precio de la regularización a abonar, igualmente, en 3 cuotas anuales.

Ahora bien, en cualquiera de estos casos, la regularización estará sujeta al cumplimiento de diversas condiciones definidas por The Enforcement Organization S.L. (TEO); y a la formalización con TEO del preceptivo contrato de sublicencia. Finalizado el 2018, no está previsto que TEO lleve a cabo ninguna campaña adicional de regularización y, por tanto, iniciará las acciones legales oportunas frente a cualquier plantación de la referida variedad que pueda detectarse sin la oportuna licencia.

Asimismo, cualquier productor que no tenga plantaciones de esta variedad podrá solicitar, en cualquier momento, la concesión de una licencia de producción a un precio de 12 euros por árbol (más impuestos indirectos) y sujeta a las condiciones de pago antes mencionadas.

 

Asociación de productores y etiquetadores
Dentro del proyecto de regularización y nuevas licencias, se procederá a la creación de una asociación que englobará a productores y etiquetadores de dicha mandarina. Así, esta asociación que, en principio, tendrá la denominación de ‘Spring Running Committee’ (SRC), será financiada por los sublicenciatarios de la variedad con el pago de hasta un máximo de 3 céntimos de euro por kilo de fruta, y se encargará, sobre todo, del control, defensa legal y promoción de la variedad. Entre las medidas que se prevén desarrollar a través de esta asociación habrá la implementación de un sistema de etiquetado de la variedad que permita identificar en el tráfico jurídico la procedencia legal de la fruta de la variedad.

En este sentido, la prestigiosa Asociación de Operadores de Variedades Vegetales (ASOVAV) ha alcanzado un acuerdo con TEO para colaborar en la regularización y venta de nuevas licencias de la variedad, así como en la futura gestión del SRC y su sistema de etiquetado.  La variedad, ya ha conseguido un importante desarrollo a nivel internacional con más de 2.000 hectáreas plantadas entre Israel, Australia, Sudáfrica y Sudamérica, entre otros territorios.

 

Mayor control de la variedad
Por otro lado, y en el marco del proyecto ’Citrusgenn’, y en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), se han desarrollado novedosos marcadores moleculares que permiten la identificación genética de la variedad de forma inequívoca y frente a cualquier otra mandarina, incluidas las descendientes del mismo parental ‘Murcott’.

Los análisis genéticos se llevarán a cabo en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien a través de su Unidad de Biotecnología de Cultivos Vegetales (UBCV) se ha encargado de certificar el perfecto funcionamiento de los marcadores.

 

Única descendiente de ‘Murcott’ con protección comunitaria
‘Spring Sunshine’ es la única de las variedades obtenidas por irradiación del parental ‘Murcott’ que ha obtenido la protección europea, a pesar que es genética y morfológicamente diferenciable de ésta y cualquier otra variedad existente. La Oficina Comunitaria de Variedades Vegetales (OCVV), le otorgó el Título de Obtención Vegetal Comunitario en mayo de 2016.

‘Spring Sunshine’ es la variedad más tardía de todas las mandarinas Premium, lo que permite al agricultor decidir el momento óptimo de venta entre los meses de marzo y mayo. Los árboles son de vigor medio–alto y porte erguido, sin espinas y muy productivos.

De excelente calidad organoléptica, la fruta, redonda y un poco achatada, es de sabor dulce, denso e intenso en boca, con un nivel de ácido superior al que presenta la variedad ‘Murcott’ y excelente contenido en zumo (superior al 50%). Alcanza un color naranja intenso muy atractivo en la maduración, con piel fina pero resistente y de fácil pelado.  Aunque la variedad es auto-compatible, la viabilidad del polen es baja. Su producción alcanza entre 40 y 50 t/ha en campos adultos, en condiciones normales. Fue obtenida por científicos del Volcani Institute del ARO de Israel, el mismo programa de mejora que desarrolló la exitosa mandarina Orri.

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Tras tener conocimiento de la denuncia presentada a la dirección general de Consumo de la Generalitat Valenciana por la Unió de Llauradors contra Aldi y Carrefour por publicitar y etiquetar dos mandarinas protegidas distintas bajo un mismo nombre (‘Tang Gold/Nadorcott’ y ‘Nadorcot/Tango’, respectivamente), Eurosemillas ha contactado con ambas cadenas. Carrefour está corrigiendo en sus puntos de venta el error y ya ofrece a su público ambas variedades de mandarinas de forma diferenciada. La empresa espera que, en próximas fechas, la segunda enseña en cuestión proceda a hacer lo propio evitando con ello que el consumidor crea equivocadamente que Tang Gold es la misma variedad que Nadorcott.

Eurosemillas alerta de que la publicidad y venta bajo el nombre Tang Gold de mandarinas de otras variedades, así como la promoción y venta bajo otras denominaciones varietales de mandarinas Tang Gold, son prácticas fraudulentas que «confunden al consumidor, suponen una violación flagrante de los derechos de obtención –en este caso, los de la Universidad de California y los de la propia Eurosemillas– y provocan un evidente perjuicio para el agricultor licenciatario de la variedad».

 

Ausencia de semillas en su fruto
La firma recuerda que tanto la Administración española como la comunitaria han reconocido oficialmente que Tang Gold es una variedad distinta, por la ausencia de semillas en su fruto –aunque haya estado expuesta a la polinización de otras– y por no ser una variedad que contamine con semillas a las plantaciones vecinas. Un hecho éste que es bien conocido por los agricultores licenciatarios de Tango (registrada en la U.E. como Tang Gold), que no tienen la necesidad de aislar sus frutales, taparlos o tratarlos con fitosanitarios para ahuyentar o matar a las abejas y evitar así los efectos de la polinización cruzada. Posteriormente, además, comprueban que sus precios son sensiblemente superiores a los de otras mandarinas que no pueden ofrecer tal garantía de ausencia de semillas. Así se entiende mejor la legitimidad y motivación de la denuncia presentada por la citada asociación valenciana de productores.

Cabe señalar que los marcadores utilizados por Eurosemillas están avalados por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), son inequívocos porque permiten identificar Tang Gold y distinguirla de cualquier otra variedad. La empresa ha manifestado que «estas pruebas, además, tienen plena validez ante los tribunales porque las muestras son tomadas por una certificadora internacional que garantiza la cadena de custodia y porque los resultados son proporcionados por un laboratorio independiente y acreditado».

Por otra parte, Eurosemillas ha informado que para la actual temporada se ha duplicado el número de operadores (exportadores) de Tang Gold/Tango adheridos a su Sistema de Control, Certificación e Identificación Varietal. Todos ellos están en condiciones de garantizar un suministro sin posible fraude.

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La Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) acaba de adoptar la decisión de incluir el grave problema del rajado de los cítricos en la categoría de adversidad climática con derecho a percibir indemnización económica, según ha indicado la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA–ASAJA). Esta organización agraria había reivindicado reiteradamente esta medida, que «permitirá que los productores de cítricos afectados por este siniestro que deja miles de frutos sin valor comercial puedan recibir unas compensaciones suficientes para aliviar las pérdidas sufridas».

AVA–ASAJA ha recordado en un comunicado que desde 2014, que es cuando comenzaron a generalizarse los problemas de rajado en la piel de los frutos, habían surgido unas diferencias de criterio e interpretación con Agroseguro sobre las causas de esta fisiopatía que provoca graves desperfectos en los cítricos hasta el punto de que en muchos casos llega a partirlos por la mitad. Así, ha señalado que «en las primeras peritaciones la firma aseguradora se negaba a reconocer que tales daños estaban cubiertos porque los atribuía a deficiencias en el manejo de la parcela, a la prematura maduración de la fruta y argumentaba, sobre todo, que esos daños no estaban generalizados».

 

Acreditación formal en campo
A la vista de estas interpretaciones, los técnicos de AVA–ASAJA realizaron múltiples análisis en el campo que acreditaron formalmente que el rajado de los cítricos se había registrado en prácticamente todas las zonas citrícolas valencianas, causando importantes mermas en la cosecha. Los estudios sobre el terreno «confirmaron además que el rajado de la piel se había producido tras una sucesión de causas meteorológicas extraordinarias: ausencia de precipitaciones en verano y otoño, altas temperaturas en invierno y lluvias repentinas a pocos días de recolectarse el fruto. El fenómeno se ha cebado con las naranjas, si bien el problema está afectando igualmente a mandarinas tardías como la Ortanique».

Tras el trabajo de índole técnico realizado, las negociaciones que han mantenido los dirigentes de esta organización agraria con el equipo directivo de Agroseguro han desembocado «en el reconocimiento, por parte de la mencionada entidad, de que el rajado tiene carácter generalizado, obedece a motivos climáticos concretos y, por tanto, debe ser catalogado como adversidad climática con la correspondiente cobertura aseguradora».

Sobre la decisión de la entidad aseguradora, el presidente de AVA–ASAJA, Cristóbal Aguado, ha manifestado que «este es el camino a seguir y por eso queremos continuar colaborando codo con codo con Agroseguro a fin de introducir mejoras que repercutan en beneficio de los agricultores que apuestan por este sistema básico de apoyo a sus rentas».

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