El sector de frutas y hortalizas crece un 5,3% en volumen y un 11,2% en valor en el primer cuatrimestre de 2025. Así se desprende del análisis ‘El mercado del gran consumo y las frutas y hortalizas’, presentado por Ignacio Biedma, development manager de NIQ, en el 27º Congreso AECOC de Frutas y Hortalizas, celebrado en Valencia con la presencia de 700 asistentes.
En concreto, las frutas han experimentado un aumento del 5,2% en volumen y de un 13,4% en valor, destacando los repuntes significativos de la demanda en productos como las uvas, el aguacate, el kiwi o las fresas, y el buen comportamiento de variedades como los plátanos y bananas o las naranjas. También las frutas de temporada como sandía, melón, cerezas y nectarinas han tenido un fuerte impulso, consolidando la recuperación del consumo interno. Por su parte, las hortalizas han tenido un crecimiento del 5,5% en volumen y un 8,7% en valor.
El informe de NIQ también identifica tres grandes transformaciones estructurales que impactarán en el comportamiento de compra en un futuro cercano: la evolución demográfica, la consolidación de un consumidor más consciente en salud y sostenibilidad, y la aceleración del modelo de compra ‘líquida’, que combina el establecimiento físico con la compra online.
La previsión es que «en 2054, uno de cada tres residentes en España será extranjero, y la población mayor de 65 años representará el 30% del total, favoreciendo una demanda alimentaria más personalizada y con foco en la funcionalidad nutricional». Las tendencias en salud reflejan una creciente atención de los consumidores hacia productos que aporten energía, ayuden a la salud metabólica y digestiva, y apoyen estados de ánimo equilibrados.
En cuanto al formato de compra, Biedma apunta a la redefinición de la experiencia de consumo: los consumidores combinan canales físicos y digitales de manera fluida, priorizando la conveniencia, y la inmediatez. En el mercado de frutas y hortalizas, estas se venden principalmente en hipermercados y supermercados (72%) y en comercios especializados (27%). Online solo se compra el 1% de ellas, aunque es un canal que va ganando terreno en España.
Momento clave para la economía española
El Congreso AECOC de Frutas y Hortalizas, que cuenta con la colaboración de IFCO como partner global, ha sido inaugurado por José María Bonmatí, director general de AECOC; la secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Ana Rodríguez, y el conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca de la Generalitat Valenciana, Miguel Barrachina.
Bonmatí ha opinado que «estamos en un momento clave para la economía española. Si se cumplen las previsiones de entidades como FUNCAS o CaixaBank, cerraremos el año con un crecimiento del PIB en torno al 2,5%, lo que nos sitúa en una posición más sólida que muchos países europeos. Contamos con empresas competitivas, fuertes y ágiles, capaces de adaptarse a un entorno cambiante y de liderar desde la innovación y la eficiencia». Además, «el empleo muestra una evolución razonablemente positiva, aunque persisten dificultades para encontrar mano de obra en sectores como el agrícola, el pesquero o el transporte. Aun así, el mercado laboral está sosteniendo el consumo interno, lo que sin duda contribuye al dinamismo económico. Una inflación controlada nos está permitiendo crecer de forma sostenible».
Pero, junto a estos indicadores positivos, ha apuntado que «tenemos retos pendientes. Nuestra prioridad debe ser mejorar la competitividad. Por supuesto, es imprescindible invertir en formación, en innovación y en talento, pero no podemos olvidar que la inversión nace del beneficio. No se puede demonizar el beneficio empresarial, porque es precisamente ese margen el que permite generar riqueza, empleo y cohesión social».
En este sentido, el director general de AECOC ha añadido que «hay factores que están lastrando nuestra competitividad. El absentismo es uno de ellos, y debe abordarse con una reflexión profunda que vaya más allá del ámbito empresarial. Por otro lado, si aspiramos a ser más competitivos, debemos aplicar racionalidad a la presión regulatoria».
Bonmatí ha abordado el tema de la reducción de la jornada laboral, afirmando que «no se puede partir de una premisa equivocada. Pensar que las empresas no cuidan a sus trabajadores no es justo ni real. Cualquier cambio, con un impacto directo en los costes y en la organización del trabajo, debe abordarse desde el diálogo social, con la participación de todos los agentes implicados. Solo desde el consenso y el equilibrio entre competitividad y derechos laborales podremos avanzar hacia un modelo económico más fuerte, sostenible y justo para todos».
Adaptarse al consumidor
Por su parte, Ana Rodríguez ha destacado que el sector de frutas y hortalizas siempre ha sabido adaptarse para satisfacer las necesidades del consumidor, y esa capacidad de respuesta es la que lo ha consolidado como el primer exportador de la UE. La secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria del MAPA ha hecho hincapié en que «esta posición de liderazgo es gracias en gran medida a una regulación exigente que, lejos de suponer una traba, eleva nuestros estándares de calidad. Estamos trabajando para armonizar la normativa nacional con la europea y, en el caso de envases, avanzar en excepciones específicas para productos como las frutas, en línea con una demanda creciente de sostenibilidad».
En este sentido, ha señalado que hay una clara tendencia hacia la reducción del uso de plástico. Además, ha recordado que la Estrategia Nacional de Alimentación (ENA) recoge, medidas concretas para promover la eficiencia en el uso de envases reutilizables y su posibilidad de reciclaje. Para destacar que «la inestabilidad internacional añade tensión a un sector muy expuesto al comercio exterior. En este sentido, es esencial estructurar mejor las cadenas de valor y seguir apostando por un modelo competitivo, sostenible y saludable».
El conseller Barrachina ha puesto de relieve que «solo en frutas, la Comunidad Valenciana ha alcanzado los 4.000 millones de euros, y en hortalizas, 1.200 millones. Estas cifras no solo reflejan volumen, sino también calidad, resiliencia y orientación al mercado. Además, el sector agrario regional ha contribuido con un superávit comercial de 3.500 millones de euros, consolidando su rol como motor exportador, generador de empleo y vertebrador del territorio».