Más de un centenar de profesionales del sector de la fruta de hueso se han reunido a finales de abril en Lleida para analizar su presente y futuro en el 24 Fórum Internacional Interprunus, coorganizado por Afrucat, Agromillora y la ETSEA de la Universitat de Lleida (UdL).
El mundo de la fruticultura se enfrenta a numerosos retos, siendo la mano de obra y la persistente sequía (como un elemento provocado por el cambio climático) los temas más relevantes que se han tratado, pero la conclusión general ha sido que hay que compartir experiencias y conocimientos basados en la ciencia para poder avanzar conjuntamente.
Tras la presentación por parte de Montse Baró, presidenta de Afrucat; Jordi Mateu, CEO de Agromillora, y Jordi Graell, director de la ETSEA–UdL, Luca Corelli, profesor de la Universidad de Bolonia (Italia), ha iniciado el bloque I (Sistemas de formación, patrones y modelos productivos) hablando de la importancia de los sistemas de conducción en frutales para maximizar la eficiencia productiva y la calidad del fruto, para lo que «mejorar la interceptación de la luz es muy importante, así como garantizar su distribución uniforme en las plantas, teniendo en cuenta la fisiología de estas». El sistema de formación influye en la cantidad de flores en cada árbol. Y ha añadido que «además de interceptar bien la luz debemos prestar atención al efecto que esta tiene sobre el crecimiento del fruto a través de la temperatura».
Corelli ha descrito las ventajas que aporta el sistema 2D, entre las cuales copas con perfecta distribución de la luz adaptables a la mecanización, una mayor facilidad en la gestión de la fruticultura de precisión y el uso de sensores. Como conclusión, ha indicado que «no usamos bien la luz; podemos y debemos hacerlo mejor frente al cambio climático». Además, «el sistema de formación está condicionado por la situación de cada zona productiva. Por ello, no hay que aplicar una solución que funciona en otro lugar sin haberla evaluado en nuestra zona».
Centrándose en la innovación en la aplicación de productos fitosanitarios en frutales, Álex Escolà, del grupo de investigación GRAP (UdL–Agrotecnio), ha comentado que «debemos ser el máximo de eficientes posible y minimizar el derroche de recursos». El experto ha definido la eficiencia de la pulverización foliar como «la fracción depositada sobre el total de producto pulverizado y este es la deposición más las pérdidas por deriva por encima la copa y en el suelo».
Al respecto, ha dicho que una mejora de la eficiencia de los tratamientos implica una reducción de los costes de estos, una disminución del impacto ambiental y de la huella de carbono y un incremento de la sostenibilidad ambiental y económica de las explotaciones. Pero si se quiere mejorar esta eficiencia «hay que hacer bien la deposición, reducir las pérdidas, y mejorar las interacciones entre el equipo utilizado y la vegetación. Y todo ello mediante la agricultura de precisión». Por último, Escolà ha reivindicado los nuevos modelos de plantación como una de las principales soluciones a los retos planteados.
Eficiencia y sostenibilidad
A continuación, la ponencia de Ignasi Iglesias, de Agromillora, se ha centrado en los modelos eficientes y sostenibles en fruta de hueso. Así, ha explicado las ventajas y desventajas de la intensificación y de las copas bidimensionales en especies de estos cultivos. Entre las ventajas ha indicado que hay una más rápida entrada en producción, una mejor accesibilidad a la copa de personas, máquinas y robots, y mejor eficiencia de los mismos; un menor coste de producción al ser las operaciones de poda y recolección más fáciles y eficientes; las copas son más eficientes para los tratamientos fitosanitarios y presentan una menor afección por Monilinia, y hay una mejor calidad y uniformidad de los frutos, y mejor eficiencia en el uso del agua para la protección antihelada. Como inconvenientes ha expuesto una mayor inversión y tecnificación en el manejo del riego y en la fertilización.
A modo de conclusión, Iglesias ha apuntado que el aumento de costes de producción en melocotonero y la incertidumbre en los precios obliga a reducir estos costes y mantener o mejorar la calidad; la innovación como en otras especies frutales se basa en la intensificación con un cambio de la forma a bidimensional y del volumen reducido de la copa, para hacerla más eficiente en el uso de inputs, en particular la mano de obra, los tratamientos fitosanitarios, el agua o los fertilizantes. Además, al disponer de patrones de vigor controlado, la intensificación y las formas planas permiten una entrada en producción más rápida y no dependen de los fitorreguladores, que la UE tiende a eliminar, aunque que se requiere de una mayor inversión. Y, por último, los «sistemas intensivos aportan una mayor sostenibilidad, tanto ambiental como de las rentas de los productores, con precios razonables de venta que nos acercan a la Fruticultura 4.0».
Tras una pausa, Davide Neri, de la universidad italiana de Ancona, ha abordado el manejo de la arquitectura de copa combinando sistemas de formación y poda. En concreto, se ha centrado en plantaciones de albaricoqueros, mostrando a los asistentes a la jornada como puede variar el fruto del árbol en función de la arquitectura de las ramas de este. Además, ha apostado por la utilización de sistemas de intensificación con el uso de maquinaria, que por un lado aporten rentabilidad económica y, por otro, sostenibilidad medioambiental.
También en su intervención, el consultor italiano, Michele Giori, ha apostado por los de 2D como sistemas de presente y futuro en especies de hueso. En este sentido, ha señalado que con árboles de poco vigor y sistemas de 2D se pueden obtener plantaciones de diversas especies y variedades que se manejen todas igual, lo que es un factor positivo para el manejo y los costes que este supone. Giori ha destacado los portainjertos Rootpac como el ejemplo de hacia dónde se debe dirigir la fruticultura, ya que «son fantásticos para tener árboles de bajo vigor y, además, ofrecen homogeneidad en la plantación en cuanto a la resistencia a enfermedades». Asimismo, ha afirmado que «el mejor frutal es el que funciona económicamente, el resto no funciona».
Para finalizar con el primer bloque temático, Antoni Monturiol, de Fruiture Advisors, ha reiterado la apuesta por plantaciones más eficientes y sostenibles. En este sentido, ha manifestado que «no hay vuelta atrás. Es 2D o 2D. Aunque no haya robots, los que hace más de 30 años que trabajamos con este modelo estamos viendo la eficiencia y la reducción de costes que aporta». Para subrayar que «este es el aspecto más importante, porque el único beneficio que tenemos es la reducción de costes. Evidentemente, no podemos reducir ni los costes de nutrición ni de tratamientos fitosanitarios, pero sí los de mano de obra».
Casos prácticos
En el bloque II (Casos prácticas y experiencias en melocotonero), se ha llevado a cabo una mesa redonda sobre sistemas de formación 2D en melocotonero y patrones para el control del vigor, en la que diversos productores han aportado su punto de vista. Ignasi Iglesias ha sido el encargado de moderar esta mesa, en la que han participado Alberto Dieste de Frutaria; David Mora de Grupo Frutas David; Xavier Baró de Fruites Baró, y el productor Víctor Planella. Durante el debate se han tratado temas como las plantaciones peatonales, la maquinaria de manejo y cosecha, y algunas de las cuestiones que más preocupan a los productores como la reducción de la mano de obra, la aplicación de fitosanitarios o la tendencia a bajar la altura de los árboles, aumentando la densidad. Baró ha señalado que el futuro en el campo «lo veo sin gente, con explotaciones y producciones industrializadas, y apostando por la sostenibilidad».
La jornada ha continuado por la tarde con visitas a fincas comerciales/experimentales. La primera parada ha sido en la finca de ensayo en Vivers Viladegut–Agromillora, en la población leridana de Soses, donde se está evaluando diferentes portainjertos de la serie RootPAC (R–20, R–40 y R–R) y cinco sistemas de formación 2D en nectarina ‘Boreal’: Eje, Doble Eje, Triple Eje, Multi Eje 1 y Multi Eje 2. La presentación ha ido a cargo de Andreu Viladegut, mientras que los resultados preliminares los ha expuesto Gemma Reig, investigadora del IRTA. Viladegut ha explicado que «tenemos plantaciones en alta densidad desde hace 10 años, aunque hemos ido reduciendo marcos. En esta, donde los árboles tienen una altura 2,40 m, la recolección será peatonal mediante escaleras mecánicas de dos peldaños, utilizadas como soporte para el cubo».
La segunda y última parada, ha sido en una plantación intensiva con conducción en eje central con patrones Rootpac en la Finca Charles Moliné Fruits, en Alcarrás. Redacción.