La pertinaz sequía que en los últimos tres años ha padecido nuestro país, sobre todo en la zona del Penedès que es donde se concentran la mayoría de viñas que producen uva para cava, ha reducido la capacidad productiva y de oferta de las bodegas de la Denominación de Origen Cava, que en 2024 han sufrido un descenso de las ventas del 13,4% respecto al ejercicio anterior, hasta alcanzar los 218 millones de botellas. El mercado alemán ha sido el principal perjudicado por la escasez de producto con una disminución de unos 20 millones de botellas.
Del total de botellas vendidas, 78 millones se han distribuido en el mercado nacional (–3,56% respecto a 2023) y 140 millones en el internacional (–18,05%). Bélgica ha continuado siendo el principal mercado exterior, con 20,3 millones de botellas (–7,80%), seguido de Estados Unidos (–4,58%) y el Reino Unido (–11,66%). Dentro de los 10 principales mercados ha destacado el aumento de ventas en Japón (4,66%), Países Bajos (3,96%) y Suecia (0,02%).
A pesar de ello, la reducción de ventas ha ido acompañada de un incremento del 12% en su valor, que se ha traducido en una caída más moderada de la facturación que ha cerrado el año en los 2.200 millones de euros, un 4,2% menos que en 2023.
Todos estos datos han sido ofrecidos por el presidente de la D.O. Cava, Javier Pagés, durante la presentación anual de resultados. En la misma, ha destacado la revalorización del cava, con menos producto vendido, pero a un precio más elevado. En este sentido, ha puesto de relieve «el enfoque en los cavas de Guarda Superior, una categoría que consigue unas ventas de 22,4 millones de botellas, que este 2025 serán 100% ecológicos, y que aúna una gran diversidad de bodegas elaboradoras de cavas de largas crianzas, de Paraje y de Elaboradores Integrales».
Los ecológicos siguen creciendo
Por categorías, ha sobresalido el incremento de las ventas de los cavas ecológicos (en 2024 alcanzaron los 37,3 millones de botellas, un 15,24% más respecto al año anterior) y el buen momento para el vértice de la pirámide cualitativa de la D.O., con los cavas de Guarda Superior de Paraje Calificado que han crecido un 13,33%, que tiene previsto aumentar hasta las 11 referencias con la incorporación de un nuevo cava este 2025. Y los cavas de Guarda Superior Gran Reserva solo han retrocedido un 1,32%. El resto de categorías han reducido sus ventas: un 12,79% los cavas de Guarda, un 21,27% los Reserva y un 23,19% los rosados.
Un tema que últimamente está generando gran inquietud en el sector cavista es la amenaza de Donald Trump de imponer al vino europeo unos aranceles del 200%. Sobre el mismo, Pagés ha manifestado que «estos aranceles pueden representar un retroceso en nuestro crecimiento en los Estados Unidos, que este último año ha sido el segundo mercado para el cava. Pero eso no quiere decir que no continuemos trabajando e invirtiendo, ya que es un país al que le gusta el vino de calidad y está dispuesto a pagar por ello, y eso al cava le interesa». Y ha añadido que «los aranceles son una preocupación y una incertidumbre, pero no una realidad, por lo que hay que esperar a ver si al final se aplican y en el caso afirmativo cuál será la cifra».
Por último, el presidente de la D.O. Cava se ha mostrado optimista de cara al futuro por la fuerte posición que ostenta el cava entre los espumosos de calidad, el creciente deseo de los consumidores por esta categoría y el esfuerzo del sector para seguir revalorizando su producto, subrayando «la apuesta por la sostenibilidad, la trazabilidad y la calidad en la D.O.».