El consumo aparente de vino en España se ha estabilizado y solo ha aumentado un leve 0,7% en el interanual a noviembre de 2024, alcanzando los 9,78 millones de hectolitros, según los datos del sistema de información INFOVI, mediante el cual los operadores declaran sus salidas de vino y mosto al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). El informe ha sido elaborado por la Interprofesional del Vino de España (OIVE) a partir de estos datos.
El citado estudio también recoge otras fuentes para el análisis de consumo, como los datos de Nielsen IQ (TAM Oct–Nov 2024), que analiza únicamente las ventas en los canales de alimentación y hostelería. A este respecto, se observa una diferencia notable entre el volumen reportado por Nielsen (6,27 millones de hl) y los relativos al consumo aparente estimado por INFOVI (9,78 millones de hl). La diferencia, que asciende a 3,51 millones de hectolitros, corresponde al denominado ‘tercer canal’ y supone alrededor de un tercio del mercado.

Este canal —no auditado de forma habitual por ningún instituto o empresa de estudios de mercado— hace referencia a las ventas de vino a través de vinotecas, clubes de vinos, portales online, ventas directas de bodegas, entre otros. A pesar de ello, muestra un tamaño importante dentro del total del mercado y registra una tendencia positiva en torno al 4%.
El vino espumoso, la categoría de mayor precio medio por litro
En cifras absolutas, según los datos de Nielsen IQ de los últimos 12 meses (TAM Oct–Nov 2024), las ventas de vino en los canales de alimentación y hostelería se situaron en 6,27 millones de hectolitros, lo que en valor se traduce en unas ventas totales de 3.182,6 millones de euros, dando lugar a un precio medio de 5,08 €/litro, un 2% superior al precio medio del mismo periodo del año anterior (4,98 €/litro).
En cuanto al volumen de ventas, los datos de Nielsen IQ muestran una ligera caída del 1%, atribuida a un cierto estancamiento en alimentación (0,5%) y una leve desaceleración en el canal de hostelería (–1,9%). Por categorías, las mayores pérdidas se observan en los vinos con IGP (–0,2%), mientras que el vino con D.O.P. baja ligeramente (–0,9%) debido a la pérdida en hostelería (–2,8%), que no compensa el crecimiento de las ventas en alimentación (+0,6%).

El valor de las ventas de vino en España ha ido aumentando de forma progresiva en los últimos años. Esto se debe, en parte, a la «relevancia de los segmentos de mayor valor añadido en los últimos años, así como al entorno inflacionista en el que nos encontramos».
El crecimiento para el conjunto de canales (alimentación + hostelería) se situaría en un 1%, y todas las categorías de producto incrementarían sus ventas en valor. En este sentido, «el vino con D.O.P. fue el único segmento que creció por debajo de la media (0,4%), mientras que el resto de tipologías de vino muestran incrementos del +3% para vinos con IGP, del 2,3% para vinos sin IGP, del 6,3% para el segmento de ‘Vino Resto’ y del 1,9% para vinos espumosos». Estos últimos, además, son los que alcanzan el precio medio más alto con 7,71 €/litro, por delante de los vinos con D.O.P., que llegan a los 6,45 €/litro.
En términos de precio medio, si bien todos los tipos de vino suben en valores corrientes, «no sucede lo mismo en términos reales». Descontada la inflación, el precio medio por litro a nivel global disminuiría un ligero 0,4%, siendo únicamente los vinos con D.O.P. (–1,1%) y los espumosos (–0,4%) los que mostrarían una ligera reducción en sus precios medios deflactados.
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