Cambio climático

Con motivo de la investidura como Doctor Honoris Causa de la Universitat de Lleida (UdL) del Profesor Elías Fereres (Universidad de Córdoba, Instituto de Agricultura Sostenible-CSIC), dentro de los actos del 50 aniversario de la ETSEAFIV (Escuela Técnica Superior de Ingeniería, Forestal y Veterinaria) de Lleida, el martes 13 de junio se celebrará la jornada ‘Agua y agricultura: Investigación y desarrollo para una agricultura sostenible en un contexto de escasez de agua’, organizada por este centro universitario y Agrotecnio. El evento tendrá lugar de 15:30 a 20:30 en el Salón de Actos de la ETSEAFIV. Además, podrá seguirse a través del canal de YouTube de la Real Academia de Ingeniería, de la que Fereres fue presidente.  

Durante la misma se analizarán los progresos científicos y tecnológicos de las últimas décadas. Ponentes del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), de la Universidad de Córdoba (UCO), el Instituto de Agricultura Sostenible-CSIC (IAS-CSIC) o la UdL, entre otros, expondrán la historia de la investigación sobre el agua y la agricultura y, en concreto, sobre el riego eficiente, la adaptación al cambio climático, la teledetección en el manejo de agua o el uso del agua en los sistemas de secano. Tampoco faltarán los retos sociales que plantea el uso del agua en la agricultura en el futuro. 

En una segunda parte, enfocada al impacto de la investigación en la sociedad, se debatirá sobre la gestión pública del uso del agua, su calidad y su contaminación, el impacto en el medio ambiente o la visión de las comunidades de regantes gracias a ponentes de la Universidad de Córdoba, la Confederación Hidrográfica del Ebro, la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón, el Centro de Investigación Tecnológica y Agroalimentaria de Aragón y WWF España.

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La bodega Raimat (D.O. Costers del Segre) ha estrenado recientemente la primera pared vertical de placas solares que cubre depósitos exteriores para la fermentación del vino. Se trata de la primera experiencia conocida de este tipo y, ante los buenos resultados, han anunciado que podría extenderse a otras bodegas del grupo Raventós Codorníu en un futuro próximo.

Esta pared contiene 70 placas fotovoltaicas, 35 kW instalados, que cubren 8 depósitos de acero inoxidable. Su colocación innovadora totalmente vertical tiene una triple función: captar energía solar para el autoconsumo y al mismo tiempo proteger del sol los depósitos y reducir la necesidad de refrigeración. El proyecto incluye la implementación de un sistema de seguimiento y optimización del consumo energético, uniendo el control de la producción con sistemas domóticos para la optimización del autoconsumo eléctrico en la bodega.

Joan Esteve, director de la bodega, ha señalado que «contamos con una potencia instalada en la bodega y en el viñedo de 500Kwp, lo que nos permite cubrir el 50% de nuestras necesidades eléctricas». Para añadir que «hay que tomarse en serio revertir el cambio climático y acciones como ésta, pionera en el mundo, son necesarias para hacer lo posible para conseguirlo».

La nueva pared solar de Raimat se ha presentado en bodegas de todo el país en una jornada organizada por INNOVI (Clúster Vitivinícola Català) y el CEC (Clúster de las Energías Renovables). El objetivo es «ampliar el conocimiento sobre las renovables en un sector, el de las bodegas, que ha visto aumentar su consumo energético en los últimos años». Una de las causas es la mayor necesidad de uso de energía para enfriar los mostos y procesos de fermentación debido a las temperaturas cada vez más elevadas y el consiguiente adelanto de la cosecha.

https://raimat.com/

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Un estudio del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universitat de València (UV) y la Generalitat Valenciana, ha demostrado que, mediante diferentes estrategias de adaptación del viñedo a escenarios de calentamiento global, se podría conservar y mejorar el equilibrio alcohol–acidez, lo que daría lugar a vinos para cava de mejor estructura y perfil aromático.

El aumento de las temperaturas en los últimos 20 años ha adelantado la fecha de vendimia en la región mediterránea en 6 días de media, alterando la composición de los mostos. En regiones de clima continental y semiárido como el de Requena, la uva alcanza rápidamente concentraciones elevadas de azúcares y altos valores de acidez, mientras que su contenido en compuestos fenólicos se incrementa más lentamente. Además, las temperaturas nocturnas altas provocan cambios en la expresión varietal, lo que puede resultar en vinos de baja calidad. En la región vitivinícola de Utiel–Requena, estos efectos podrían alterar la tipicidad de sus vinos y concretamente la del cava, comprometiendo la competitividad del sector.

Debido a la pérdida de calidad del vino, los investigadores del CIDE han evaluado en un viñedo de Requena la eficacia agronómica de diversas técnicas de cultivo, como el sombreado de las cepas, el forzado de yemas (es decir, la poda severa después de la floración), la poda tardía y el mulching (o acolchado), para mejorar la composición de la uva ‘Macabeo’, variedad utilizada en la zona, con el fin de elaborar un mejor cava. Entre los resultados se ha observado que el forzado de yemas mejoró la composición de la uva, con una mayor relación alcohol–acidez y un menor grado de esta última.

Según Diego S. Intrigliolo, científico del CSIC en el CIDE, «los resultados han demostrado que mediante las técnicas agronómicas es posible modificar la composición de la uva e influir notablemente sobre la calidad de los vinos base para la posterior elaboración del cava».

 

Adaptaciones al cambio climático

Todas las técnicas ensayadas han servido para mejorar la composición del vino base con el que elaborar cava. La eficacia del sombreado dependerá en gran medida de las condiciones climáticas durante el periodo de maduración de la uva, debiendo prestarse más atención al estado sanitario de la uva. En años lluviosos y frescos no se recomienda la aplicación de la técnica de sombreado, que sería mucho más efectiva en las añadas más calurosas y secas. Por su parte, la técnica del forzado de yemas solo se recomienda para la elaboración de cava tipo premium de alto valor comercial.

«En las condiciones edafoclimáticas de Requena, el principal reto agronómico y enológico al que se enfrentan los productores de cava es la baja acidez y el elevado pH del mosto de la uva. En este sentido, se ha puesto de manifiesto la eficacia de las técnicas, dado que permiten modificar el microclima del racimo durante la época de maduración y disminuir la relación alcohol–acidez en los vinos base para cava», ha explicado Intrigliolo.

La investigación se ha elaborado con la colaboración de la Universitat de les Illes Balears (UIB), el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) y el Instituto Tecnológico de Viticultura y Enología de Requena.

El estudio se ha publicado en la revista Frontiers in Plant Science.

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El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) pondrá en marcha el proyecto ‘CITRUSREG: digitalización del riego en el cultivo de los cítricos por medio de sensores y adaptación al cambio climático optimizan el consumo de agua’, para mostrar a los productores y técnicos de explotaciones citrícolas la posibilidad de monitorizar el contenido de agua en el suelo a través de sensores para cultivar de forma sostenible desde el punto de vista hídrico.

A lo largo del proyecto, que cuenta con la financiación del Departamento de Acción Climática de la Generalitat de Catalunya, se instalarán sondas capacitivas de la marca Truebner para medir el contenido de agua en el suelo. Esto «permitirá evaluar el comportamiento de la plantación en los diferentes manejos de agua, así como conocer la dosis efectiva de riego, tanto en la parcela regada según las recomendaciones de la evapotranspiración, como en la parcela regada según los valores de las sondas». Asimismo, y gracias a esta tecnología, «los productores podrán ajustar la dosis de riego y reducir el consumo de agua. Para realizar este cálculo también se medirá el volumen de la copa y el área sombreada del árbol». Además, «durante los meses de verano se realizarán una o dos medidas del estrés hídrico de los cítricos en las diferentes parcelas o dosis de riego para ver la aclimatación de estos al cambio climático, y se realizarán con un porómetro que evaluará la conducta estomática de las hojas –el agua que libera la planta en forma de vapor– o el estrés hídrico cuando les falta agua».

La actividad se llevará a cabo en una parcela de 0,63 ha en una finca en Bitem, Tortosa (Baix Ebre), que contiene una colección de variedades de naranjas de media estación, injertadas sobre Citrange carrizo como patrón y con riego localizado de alta frecuencia, y se comparará con las variedades ‘Lanelate’ y ‘Chislett Summer Navel®’. Se instalarán un total de 12 sensores repartidos en dos parcelas en las profundidades de 20 cm, 50 cm y 80 cm, los cuales conforman lo que se llama conjunto perfil de humedad. En cada perfil «también se instalará un caudalímetro sobre la línea de goteo para conocer la cantidad de agua aplicada».

En una segunda fase se estudiará si existen diferencias entre parcelas en cuanto al crecimiento de los frutos. Se estudiará la curva de crecimiento del fruto, el diámetro, el grosor de la piel y el nivel de producción por árbol o la cosecha total de la plantación. En el momento de la cosecha, se pesarán las naranjas para calcular el volumen de producción. También se analizarán las propiedades de maduración interna, como el nivel de azúcares y acidez.

La demostración de esta tecnología será útil tanto para el sector productor de cítricos como para el comercializador, que a menudo dispone de grandes fincas. En Cataluña, el cultivo de cítricos representa 9.000 ha con una producción de 116.000 toneladas (t) anuales, según datos de 2017. Asimismo, el proyecto también transferirá su conocimiento a los productores de la zona Norte de Castellón, con 2.000 ha y 50.000 t de producción.

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En el marco de su Asamblea General, la AREFLH (Asamblea de Regiones Europeas Productoras de Frutas y Hortalizas) organizó el 23 de marzo una conferencia pública en Lleida, evento coorganizado por Afrucat, la asociación catalana de empresas frutícolas, y la Generalitat de Catalunya.  

El cambio climático fue el primer tema abordado. Se trata de un tema sensible y de actualidad, cuyas consecuencias se dejan sentir cada vez más en la producción europea. Esta fuerte preocupación de los miembros de la AREFLH condujo a la creación de un nuevo grupo de trabajo sobre la cuestión del agua. Así, los representantes de las regiones y los productores miembros podrán intercambiar sobre las consecuencias de la falta de agua en sus territorios y sobre las soluciones a corto y medio plazo que permitan garantizar la producción.   

Otro reto importante que se debatió fue el de las nuevas enfermedades y plagas, cuya aparición aumenta con el cambio climático. Sin embargo, con el nuevo proyecto de reglamento de la Comisión Europea, que exige una reducción del 50% en el uso de pesticidas, los agricultores carecen de soluciones. A pesar de su fuerte compromiso con la agricultura sostenible, su preocupación es una disminución de la producción que llevaría a una reducción de la soberanía alimentaria en Europa.  

El segundo tema de actualidad desarrollado fue el proyecto de reglamento europeo sobre envases. Este reglamento propone la eliminación del envasado para los productos hortofrutícolas que pesen menos de 1,5 kg, con excepciones insuficientes para garantizar un transporte óptimo, la exportación y la mejor calidad posible en el punto de venta. Dado el carácter tan sensible del expediente, la AREFLH está en contacto regular con la Comisión Europea (DG AGRI, DG ENV) y el Parlamento Europeo. 

La presidenta de la entidad, Simona Caselli, ha señalado que «este dossier es crucial y se requiere una atención particular por parte de la AREFLH en los próximos meses. Debemos continuar nuestro trabajo con las instituciones para garantizar una armonización de las legislaciones sobre los envases. También debemos sensibilizar a los consumidores finales sobre los esfuerzos realizados por la profesión y sobre las innovaciones en este campo».   

Una de las dos mesas redondas trató sobre la nueva programación de la PAC. Las intervenciones se centraron en el nuevo marco legislativo, los elementos de continuidad y divergencia con la antigua reglamentación, así como las oportunidades de intercambio entre las partes interesadas. Caselli clausuró la jornada anunciando que la próxima Asamblea General se celebrará en Macedonia Central (Grecia), en 2024.

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Bodegas de los Herederos del Marqués de Riscal ha presentado en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y Biosistemas (ETSIAAB) de Madrid los resultados de su trabajo a través de la ponencia ‘Sobre el rejuvenecimiento del viñedo y su adaptación al cambio climático’. En ella, la empresa ha explicado las medidas que ha tomado en los últimos años en el ámbito vitivinícola con dos claros objetivos: reinjertar las viñas con el fin de rejuvenecer el viñedo y la adaptación de sus sistemas de cultivo para combatir las incertidumbres del cambio climático. En este evento han estado presentes José Manuel Palacios, director de la ETSIAAB; Alejandro Aznar, presidente de Vinos de los Herederos del Marqués de Riscal; Vicente Sotés, catedrático emérito de la ETSIAAB; Francisco Hurtado de Amézaga, director general Técnico y de Producción de Bodegas de los Herederos del Marqués de Riscal; Pedro Ballesteros, ingeniero agrónomo y Master of Wine; y Luis Hurtado de Amézaga, director Técnico y de Producción de Marqués de Riscal en la bodega de Rueda.

Hurtado de Amézaga ha sido el encargado de exponer cómo Marqués de Riscal inició su política de reinjertos en el 1995, con los viñedos que la bodega tiene en la Denominación de Origen Rueda. El éxito de aquella primera intervención les impulsó en el año 1998 a aplicar esta técnica en los viñedos de la D.O.Ca. Rioja, aunque fue en el 2017 cuando la empresa decidió apostar definitivamente por este sistema. Desde entonces, ha reinjertado 180 hectáreas (ha) de viñedo, con grandes resultados.

La idea de reinjertar surgió tras observar que el viñedo plantado en torno a la década de los 70, no estaba dando los mismos resultados que el viñedo más viejo, plantado con anterioridad. Ante esta situación, ha explicado Hurtado de Amézaga, «se podía optar por arrancar el viñedo o bien reinjertarlo, algo que en aquel momento no estaba bien visto». Finalmente, se ha apostado por el reinjerto con madera de aquellos viñedos más antiguos que estaban dando buenos resultados. Una de las grandes ventajas de este sistema frente al arranque es que la vid cuenta ya con un sistema radicular de mayor edad, a la que se suma la calidad de la planta que se está reinjertando. Así, han logrado, en un corto espacio de tiempo, obtener vinos de calidad similar a los de sus viñas más viejas. «Podemos dar el trabajo por terminado porque el éxito en términos de calidad es rotundo», ha afirmado el director general de Marqués de Riscal.

De esta forma, no solo se prolonga la vida de los viñedos, sino que se incrementa su valor. Como ha comentado Pedro Ballesteros, «la viña vieja es inteligencia a disposición del ser humano» y ha añadido que «debería estar prohibido arrancar viña vieja, pues la viña tiene vocación de eternidad, es paisaje».

 

Medidas ante el cambio climático

Además, Luis Hurtado de Amézaga, ha contado los retos que la compañía tiene frente al cambio climático. Una de sus principales apuestas es el cultivo ecológico que pusieron en marcha hace 10 años. Este tipo de cultivo hace que la planta sea más resistente y resiliente ante las posibles adaptaciones que tenga que hacer frente a la incertidumbre climática: «nuestro objetivo es poner en marcha un tipo de cultivo que permita a nuestro viñedo vivir el mayor tiempo posible», ha apuntado el director técnico. Actualmente, Marqués de Riscal cuenta con 350 ha certificadas en ecológico en Rueda, 370 ha en Rioja y algo más de 100 en proceso de certificación. Todo un hito entre las bodegas españolas, ya que hay muy pocas que estén haciendo una apuesta tan decidida por el cultivo ecológico.

Por otro lado, la compañía tiene una fuerte apuesta por la agricultura regenerativa. El aumento de la biodiversidad en el suelo aumenta la cantidad de materia orgánica y carbono, evitando la erosión del suelo. No solo mejora la vida del suelo, sino la biodiversidad en las propias viñas, tanto animal como vegetal, gracias a cubiertas vegetales o incluso con árboles y arbustos que atraen a fauna beneficiosa para el viñedo. Con ello se controlan mejor las plagas de manera natural, sin necesidad de productos externos.

También es un punto importante para Marqués de Riscal garantizar la perennidad de la planta. El grupo bodeguero cuenta con 500 ha de viñedo viejo en Rioja Alavesa, garantía de calidad de sus vinos, y la poda es clave para conseguir que las plantas tengan una vida lo más longeva posible. Actualmente, están colaborando con la empresa italiana especializada en poda Simonit y Sirch, para recuperar técnicas tradicionales de poda que respetan el flujo de savia de la planta y minimizan las heridas ocasionadas, que son la puerta de entrada de enfermedades que pueden acabar con la vid. La perennidad de la planta permite que estos viñedos enraícen mejor y que colonicen un volumen de suelo mucho más importante. Esto supone que la planta sepa absorber más agua, absorba más nutrientes y, por lo tanto, en situaciones de estrés –como ha ocurrido en las últimas cosechas con el aumento de temperaturas–, estas plantas sean capaces de utilizar el agua y los nutrientes que han absorbido previamente, así como sus reservas para llevar a la uva a una madurez perfecta. De ahí la importancia de contar con viñedo viejo.

De cara a los cambios en el clima, también están teniendo en cuenta otros factores para que los viñedos del futuro puedan hacer frente a la incertidumbre climática: sistemas de conducción específicos, orientaciones más frescas y mayor altitud, o suelos con buen drenaje. 

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Microsoft ha anunciado la disponibilidad de Azure Data Manager for Agriculture, en versión preview. Esta nueva herramienta es una evolución comercial del Proyecto FarmBeats, una iniciativa de agricultura basada en datos en la que Microsoft estaba trabajando y que permitió recopilar y transformar datos para mejorar la actividad de los agricultores.

Con Azure Data Manager for Agriculture, Microsoft apoya la industria de la agricultura en un momento crucial. Aunque la comida es abundante en muchas regiones del mundo, el número de personas que pasa hambre ha seguido aumentando en los últimos años. Para alimentar a la creciente población mundial de forma sostenible y eficiente, el modo en el que producimos la comida debe cambiar. Desde el campo, donde las mejoras en las prácticas agrícolas pueden ayudar a mitigar el cambio climático, hasta los estantes de las tiendas, donde los clientes buscan productos con una huella de carbono mínima, la cadena de valor de la agricultura y los alimentos debe redefinirse desde un modelo de innovación sostenible.

Para poder exprimir al máximo la innovación en esta área es necesario empezar por los datos. Azure Data Manager for Agriculture amplía las capacidades de Microsoft Intelligent Data Platform con conectores de datos específicos del sector y la posibilidad de utilizar información de diferentes fuentes, algo que facilita a las organizaciones poder aprovechar conjuntos de datos de alta calidad y acelerar el desarrollo de soluciones digitales para la agricultura. En lugar de destinar sus recursos a la gestión de datos no estructurados, los clientes y partners de Microsoft pueden centrarse en la innovación de productos, con la posibilidad de tomar sus decisiones en base a una abundante cantidad de datos ya disponibles.

Las organizaciones pueden utilizar servicios propios, de terceras partes o de Microsoft Intelligent Data Platform para acelerar el camino hacia soluciones analíticas y de inteligencia de negocio. Gracias a un ecosistema conectado de partners que construye soluciones en Azure Data Manager, esto es un paso más hacia una industria de la agricultura conectada y colaborativa.

Impulsar la innovación con datos

Muchas organizaciones no tienen los recursos para poder aprovechar de forma efectiva la gran cantidad de datos relevantes generados en la granja, desde sensores en tierra hasta los satélites que orbitan el planeta. Azure Data Manager for Agriculture ayuda a derribar estos silos y permite que las organizaciones puedan construir soluciones que proporcionan información predictiva y prescriptiva sobre el estado del suelo, los cambiantes patrones atmosféricos, la trazabilidad de los residuos o el almacenamiento de carbono.

Por ejemplo, Bayer aprovecha los datos del satélite de Azure Data Manager y las previsiones meteorológicas para lograr información sobre los factores que puedan afectar a la cosecha.

Además, Bayer ha puesto su conocimiento experto a disposición de sus clientes a través del servicio AgPowered Services, un conjunto de soluciones que recogen datos de Azure Data Manager con el que proporcionan información precisa sobre el estado y crecimiento de los cultivos o datos de previsión meteorológica. El acuerdo estratégico con Microsoft hace posible que se fortalezca Azure Data Manager con el conocimiento que tiene Bayer y permite a las organizaciones afrontar los retos actuales de la agricultura.

«Azure Data Manager for Agriculture constituye un importante paso para acelerar el impacto del big data en la agricultura. Con una información basada en datos de alta calidad, esperamos una cadena de valor más fácil de predecir, más transparente y, lo que es más importante, en la que el valor es compartido en todo el recorrido de la cadena, empezando por los productores», señala Jeremy Williams, Head of Climate and Digital Farming de Bayer Crop Science.

Por un futuro más sostenible y transparente

Alimentar a la creciente población global y hacer al mismo tiempo que el mundo sea más sano sólo es posible si la sostenibilidad va desde la granja a la mesa. Con Azure Data Manager, se puede impulsar el lanzamiento de soluciones que hagan que los agricultores adopten prácticas más sostenibles. Por ejemplo, Azure Data Manager for Agriculture es un componente básico de la oferta digital de Land O’Lakes, incluyendo la herramienta de sostenibilidad Truterra. Esta solución proporciona información sobre cómo las diferentes prácticas de cultivo impactan en el agua, el nitrógeno y el carbono de una granja, lo que facilita a los agricultores trazar el almacenamiento de carbono del suelo y participar en los mercados de carbono.

«A través de nuestra colaboración con Microsoft, proporcionamos a los agricultores nuevos servicios para mejorar sus operaciones y para que puedan cuantificar datos a sus clientes, y mejoren la sostenibilidad», según Teddy Bekele, Chief Technology Officer de Land O’Lakes.

Cultivar la confianza basada en la transparencia

Tanto los consumidores como los inversores están presionando a las compañías para que sean transparentes sobre sus prácticas de cultivo y sostenibilidad. Al contar con una visión más clara de las operaciones en la granja, las organizaciones pueden dar un importante paso y proporcionar información más precisa a los accionistas, además de ayudarles a crear confianza de marca con productos de origen ético y sostenible. A medida que vayan aumentando las preocupaciones en torno a la seguridad y la privacidad, las organizaciones pueden estar tranquilas sabiendo que sus datos están almacenados en una nube confiable, desarrollada para responder a los requisitos de cumplimiento y seguridad más exigentes.

Un paso más en el compromiso de Microsoft con la sostenibilidad

Azure Data Manager for Agriculture es un elemento más del compromiso de Microsoft para lograr hacer que el planeta sea más sostenible. Con su siguiente iniciativa, Project FarmVibes, Microsoft Research está desarrollando toolkits y modelos de IA, disponibles en Microsoft Open Source, para que la comunidad científica, educativa y de negocio puedan avanzar en innovación agrícola.

Microsoft también ha lanzado Microsoft Cloud for Sustainability, que facilita a las empresas mejorar sus objetivos de sostenibilidad y el crecimiento de sus negocios, al ofrecer un conjunto de capacidades ESG– ambientales, sociales y de gobierno corporativo– creadas por Microsoft y su ecosistema de partners.

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La bodega navarra Pagos de Araiz, perteneciente al grupo vitivinícola Masaveu Bodegas, ha obtenido recientemente el sello Wineries For Climate Protection (WFCP) que acredita que es una bodega medioambientalmente sostenible, siendo una de las cincuenta bodegas de toda España que tienen esta certificación.

Esta certificación demuestra el compromiso medioambiental de la bodega de forma sólida y cuantificable tratándose de un valor diferencial y una ventaja competitiva que permite, a través de una mejora continua, incrementar los procesos productivos.

La certificación WFCP permite evaluar el compromiso de las bodegas en la lucha contra el cambio climático y su apuesta por la sostenibilidad, actuando en cuatro pilares básicos de su actividad: la reducción de la huella de carbono, la eficiencia energética, la gestión del agua y la reducción de residuos.

El movimiento “Wineries for Climate Protection” nace en 2011 ante una nueva realidad climática y el efecto que esta pueda tener sobre el viñedo, pero es en 2015 cuando se plasma este proyecto con el impulso de la Federación Española del Vino (FEV). Wineries for Climate Protection es la primera y única certificación específica para el sector del vino en materia de sostenibilidad medioambiental y su objetivo es situarse como referente internacional en el ámbito vinícola y medioambiental, buscando soluciones y mejores prácticas para las bodegas.

La bodega Pagos de Araiz, inscrita en el Registro Oficial de Huella de Carbono en el Ministerio de Transición Ecológica, viene realizando, aprovechando el uso de la tecnología y la innovación, una fuerte apuesta por la sostenibilidad con el desarrollo de varios proyectos de investigación dirigidos a respetar y mejorar el ecosistema que rodea las labores vitivinícolas.

En la actualidad, Pagos de Araiz posee 32 hectáreas de viñedo acorde a los criterios de Agricultura Ecológica y 210 siguiendo pautas de Producción Integrada con el objetivo de transformarlas en ecológico en un futuro a medio plazo.

Una de las medidas adoptadas para la mejora de la sostenibilidad en la finca son la reforestación para evitar la erosión del suelo, reducir la huella de carbono y facilitar la proliferación de insectos polinizadores y depredadores reduciendo el uso de pesticidas y herbicidas. En lo que respecta al control y el uso del agua, la bodega prioriza la optimización del agua del riego realizando un seguimiento a través de sondas de humedad.

La Bodega Pagos de Araiz, en colaboración con la Universidad de Navarra, estudia a través de un proyecto de I+D los efectos del cambio climático en el viñedo, así como la aplicación de nuevas técnicas tanto en campo como en bodega que permitan reducir el grado alcohólico, corregir la acidez o retrasar la maduración, en definitiva, hacer frente a los posibles efectos negativos del cambio climático sobre el viñedo o los vinos.

Esta bodega coordina, además, el proyecto Oivina, financiado por la Unión Europea y el Gobierno de Navarra, que propone el desarrollo de un modelo predictivo para luchar contra el oídio, una de las enfermedades más graves del viñedo, no sólo específicamente adaptado a las condiciones agroclimáticas particulares de Navarra, sino teniendo en cuenta por primera vez factores como los manejos de cultivo que se realizan en el viñedo.

https://bodegaspagosdearaiz.com/

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El Instituto Catalán de la Viña y el Vino (INCAVI) ha sellado su próxima incorporación a la Dirección y al Comité Científico del Centro de Investigación, Estudios, Protección, Coordinación y Valorización de la Viticultura de Montaña (CERVIM), entidad internacional que apoya la viticultura heroica y de montaña, un cultivo que puede dar respuesta a los retos del cambio climático. Esta alianza se ha consolidado en transcurso del Concurso Mundial de Vinos Extremos, en el Valle de Aosta (Italia), donde la directora general del INCAVI, Alba Balcells, y técnicos de esta institución han participado como miembros del jurado.

Al respecto, Balcells, ha manifestado que este tipo de vinos «son un tesoro a difundir. Es vital que el consumidor conozca y pueda valorar el esfuerzo y el sacrificio necesarios que implican unas producciones como estas, por eso consideramos importante apostar por estas elaboraciones y que Cataluña esté presente en los diferentes espacios internacionales».

El INCAVI ha señalado que esta tipología de cultivo «es una respuesta al reto del cambio climático». El mantenimiento de viñedos y bodegas en estos territorios «asegura la sostenibilidad medioambiental, pero también social y económica de importantes áreas vitícolas de Cataluña». Asimismo, la participación en este concurso «permite compartir experiencias y líneas de investigación entre las diferentes instituciones europeas para generar nuevas soluciones para los viticultores y bodegueros de los territorios afectados».

Cataluña tiene más de 6.500 hectáreas de viñedo heroico y de montaña, viticultura que tiene lugar en terrenos con más del 30% de desnivel y altitud superior a los 500 metros sobre el nivel del mar. El INCAVI dispone de diferentes líneas de trabajo destinadas a estas elaboraciones y viñedos singulares. Una línea es la recuperación de variedades en áreas de montaña y su mantenimiento y estudio, como la plantación de una colección de variedades en el Prepirineo (Sort) con el Celler Batlliu y el Consejo Comarcal del Pallars Sobirà; la plantación de variedades recuperadas en áreas de alta montaña con un proyecto en Llívia con la bodega Llivins, o el seguimiento de variedades ancestrales en condiciones de montaña que se lleva a cabo en Talarn con bodegas Torres y la D.O. Catalunya. Otra línea que se está desarrollando es la mejora de las técnicas agronómicas en zonas de montaña, con proyectos como el del Priorat, que analiza el comportamiento de variedades en cultivos de fuerte pendiente.

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El calor sin precedentes que han vivido este verano las zonas productoras de fruta de pepita de Europa ha provocado una disminución en los calibres de los frutos y, seguramente, provocará en los próximos días una actualización a la baja de los kilos previstos para esta campaña, según el Comité de manzana y pera de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas, FEPEX, que, además, ha pedido a la distribución que ajuste sus exigencias a esta situación de calibres por debajo de la media.

El presidente del Comité, Joan Serentill, ha manifestado que «las peras y manzanas que pondremos en el mercado esta campaña cumplen las mismas exigencias de calidad de siempre, pero son ligeramente más pequeñas por lo que los compradores de las cadenas deberían revisar los calibres que nos piden por defecto». Al respecto ha indicado que «la medida de la fruta es una cuestión de tradición; en España, en general, el consumidor siempre ha preferido la fruta de más calibre, mientras que en el resto de Europa se venden más los calibres más justos». Para añadir que «estamos plenamente seguros de que el consumidor entiende que la fruta es un producto 100% natural que crece a merced de la naturaleza y sabrá valorar la calidad de nuestra fruta, aunque este año sea un poco más pequeña».

FEPEX ha recordado que en situaciones de estrés ya sea hídrico (falta de agua) o por temperaturas extremas (frío o calor) «el árbol ralentiza su crecimiento y prima la supervivencia por delante del crecimiento del fruto, por lo que el calor extremo de este verano ha provocado que los árboles den fruta más pequeña en toda Europa».

Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el mes de junio ha sido muy cálido y el de julio extremadamente cálido, con unas temperaturas medias en la península de 21,8ºC en junio (2,0ºC por encima de la media) y 25,6ºC en julio (2,7ºC por encima de la media). Se trata «del julio más cálido desde el comienzo de la serie contabilizada por la AEMET, que se inició en 1961, habiendo superado en 0,2ºC a julio de 2015, que era hasta ahora el más cálido».

Estas fuertes temperaturas, que se han prolongado durante el mes de agosto, «han afectado también al centro y norte peninsular, principales áreas productoras de manzana y pera».

https://www.fepex.es/

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