
La biotecnológica española Tebrio ha documentado con varios estudios de campo que el biofertilizante orgánico :oFrass hecho a base de excrementos del insecto Tenebrio molitor (gusano de la harina) «tiene una incidencia directa en el aumento de la productividad, la calidad y el desarrollo del cultivo de la fresa en Huelva».
Dichos ensayos, realizados en la localidad onubense de San Bartolomé de la Torre, se llevaron a cabo entre agosto y mayo, en una parcela agrícola dispuesta en multi túneles con lomos de 30 centímetros de altura y 60 cm de anchura, donde se plantó la variedad ‘Victory’. Y entre las conclusiones que se desprenden, «destaca un notable aumento en la precocidad de la cosecha durante el primer mes de campaña, pese a las especiales condiciones de temperatura y escasez de agua que han marcado el comienzo de este año».
Asimismo, se ha apreciado «un incremento significativo de la producción durante todo el ensayo, de entre un 30% y un 50%, en comparación con la cosecha obtenida con otros fertilizantes orgánicos utilizados como referencia de control». Y especialmente, en los últimos dos meses de la temporada, abril y mayo, «cuando la planta soporta más estrés y la asimilación de nutrientes se vuelve más complicada».
El biofertilizante :oFrass ha contribuido, igualmente, a incrementar el desarrollo vegetativo y el vigor de las plantas, y mejoró la sanidad del cultivo, utilizando para ello la mitad de la dosis (1250 kg/ha) que habitualmente se emplea de otros fertilizantes de base orgánica.
Según los expertos, el cultivo de la fresa en Huelva, zona líder a nivel productivo, «se enfrenta a dos graves problemas, que son la falta de agua y las limitaciones en el uso de materias activas para desinfectar los suelos de nematodos y hongos, entre otros parásitos».
«Los excrementos del gusano de la harina pueden ayudar a mitigar esos inconvenientes», ha explicado, Miguel Ángel Álvarez del Real, jefe de la división Agro de Tebrio. Al respecto, ha apuntado que «están encapsulados en una membrana de quitina, y eso mejora notablemente la retención de agua en el suelo. Y por otro lado favorecen la implantación y el desarrollo de microorganismos beneficiosos, que no sólo equilibran el entorno radicular, sino que también estimulan las defensas de la propia planta».
Los estudios llevados a cabo concluyen también que este biofertilizante «permite reducir el uso de fertilizantes nitrogenados. Y puesto que se necesita aplicar menos cantidad para la misma superficie, abarata los costes de abonado y la mano de obra asociada al cultivo».
En cuanto a la calidad de los frutos, medida de acuerdo a la metodología propuesta por la Red Andaluza de Experimentación Agraria, cabe resaltar «una mayor estabilidad y de conservación postcosecha en las fresas obtenidas de la zona donde se aplicó :oFrass, en comparación con los otros fertilizantes orgánicos. Su coloración ha sido además uniforme; el calibre, sensiblemente superior; y las formas predominantes son la cónica y la cuniforme, asociadas a las fresas de mayor tamaño o al fresón». Del mismo modo, los frutos «han presentado un valor regular y estable de grados Brix, que determina el nivel de azúcar acumulado».
«Estamos hablando de un biofertilizante con un valor de PH neutro, que cuenta con capacidades bio-fortificantes, bio-estimulantes y bio-fitoforficantes. Y que además mantiene una relación óptima de carbono/nitrógeno. Así que todo eso junto lo hace idóneo para el cultivo de la fresa», ha concluido Álvarez.
https://tebrio.com/