La Mesa Nacional de Frutos Secos, de la que forma parte Cooperativas Agro–alimentarias de España, ha realizado la estimación de producción de almendra para la campaña 2022, dando como resultado una previsión de 61.684 toneladas de almendra grano.

Así, se prevé, por segundo año consecutivo, una merma de la producción del 29,27% como consecuencia, por un lado, de las fuerte heladas que afectaron principalmente a la mitad norte del país, y por otro, del impacto de la sequía y la proliferación de enfermedades fúngicas por fuertes lluvias en Andalucía, Murcia o Comunidad Valenciana que han dañado tanto a la producción convencional pero especialmente a la producción ecológica. Esta reducción «no se ha visto compensada por la entrada en producción de nuevas superficies productivas».

Las mismas fuentes han señalado que se ha determinado una superficie productiva de 522.142 hectáreas, lo que supone un incremento del 7,99% respecto al pasado año, debido a la entrada en producción de unas 39.000 ha. La superficie de producción ecológica supera las 100.000 ha, que supone casi el 20% de la superficie total.

Dando continuidad al cambio metodológico adoptado por la Mesa Nacional de Frutos Secos el año pasado, para la elaboración de la previsión de producción de almendra se ha tenido en consideración los datos de superficie declarada en 2021 en la Solicitud Única de la PAC y la registrada en REGEPA, facilitados por el Ministerio de Agricultura, «por tanto datos reales y no estadísticos, teniendo en cuenta de una forma objetiva el potencial productivo en función del año de plantación, el sistema de producción: secano/regadío, grupo varietal y demarcación territorial, para obtener así un rendimiento productivo mucho más fiel y transparente». 

El Gobierno de Navarra ha concedido a la sociedad pública INTIA el proyecto piloto titulado ‘Estructuración del sector de la almendra ecológica en Navarra’, en el que también participan CPAEN, Frutos Secos Naturales, S.L y Bardea Olioa. Este proyecto, incluido en el Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Navarra 2014-2020, pretende estructurar el sector de la almendra ecológica en torno al descascarado del fruto, aumentar la rentabilidad de esta producción gracias a la mejora de su competitividad en los mercados, y fomentar la agricultura ecológica.

Para ello, se creará un espacio de encuentro para quienes producen o vayan a producir en el futuro almendra ecológica, que les permitirá compartir conocimientos de producción, efectuar acciones conjuntas de procesado, elaboración, transformación y venta de la almendra en canales cortos de comercialización.

Además, durante el periodo de ejecución del proyecto, que comenzó en mayo de este año y finalizará en diciembre de 2022, se van a llevar a cabo cuatro acciones principales:

• Pre-estructuración del sector: el sector de la almendra ecológica está desestructurado debido a la dispersión de la producción en el territorio y a la falta de infraestructura en Navarra que posibilite la transformación de la almendra. Este proyecto aborda la dinamización de este sector en todo su recorrido, mediante un acompañamiento integral, para asentar las bases de esta agrupación y su organización.

• Transformación post-cosecha: se pondrá en marcha el pilotaje de un equipo de descascarado de mediano tamaño para su uso por productores de almendra ecológica.

• Promoción del conocimiento de la producción ecológica de la almendra: se llevarán a cabo jornadas formativas en diversas materias debido a que hay una necesidad de adquirir mayores conocimientos en torno a la producción de almendra ecológica y a las prácticas agroecológicas que hacen al sistema agrario más rentable.

• Posibilitar la transformación a agricultura ecológica: se realizarán y divulgarán estudios económicos de la producción de almendro en toda su cadena de valor para afrontar la transformación a producción ecológica de superficie actualmente en producción convencional; fomentar la producción de almendro en ecológico y promover la transición agroecológica en el sector.

Desde el INTIA se ha señalado que en una primera fase se ha contactado ya telefónicamente con productores y productoras de almendra ecológica para informarles personalmente del comienzo del proyecto. Se les ha invitado a participar en una jornada de presentación del proyecto en la que también está previsto recoger información y posibles propuestas del sector, y que se celebrará, de 10 a 12 h, en tres localidades a elegir: Casa de Cultura de Falces, el miércoles 1 de septiembre; Ayuntamiento de San Martín de Unx, el 2 de septiembre y en el Centro Cultural Avenida de Cascante, el viernes 3 de septiembre.

Después de realizar un análisis en las zonas productoras españolas, Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha apuntado a una reducción del 20% de la cosecha de almendra respecto a la campaña de 2020. La organización agraria prevé que la cosecha llegue a las 76.035 t de grano, destacando la reducción drástica en algunas CC. AA. tradicionalmente productoras. Así, en Castilla la Mancha, Aragón, Cataluña, Islas Baleares y la Comunidad Valenciana puede haber descensos del 50%, 40%, 50% 50% y 20%, respectivamente, a pesar de los ligeros aumentos que se han dado en Andalucía (5%) o Extremadura (10%).

Unión de Uniones ha vinculado estos malos datos a las adversas condiciones climatológicas de la primavera, pero también a los graves problemas fitosanitarios que se produjeron en la pasada campaña pasada que han repercutido en una menor producción.

La organización ha señalado que el 2020 fue una de las peores campañas que recuerda el sector, ya que el precio medio de la almendra comuna se situó en torno a los 3,08 €/kg, lo que supuso un descenso respecto de la campaña anterior del 38%. Al respecto ha explicado que la evolución semanal de los precios, con caídas permanentes, «hace que cunda el desánimo entre los productores que verán cómo sus rentas pueden caer a valores que supongan el abandono de muchas explotaciones tradicionales de secano».

Almendra californiana y especulación
Así, ha considerado que lo que más influye en el mercado de la almendra, con independencia de una mayor o menor producción, es la almendra californiana y la especulación que se deriva. Su producción, según el USDA, se ve incrementada respecto al 2020 en un 3%, pero un 48% más que la media de los últimos 10 años y una superficie que no para de crecer, llegando a un aumento del 73% en relación al 2010. «Estamos en una situación catastrófica», ha declarado Ricard Beltrán, responsable del sector de la almendra de Unión de Uniones, que ha añadido que «creemos que desde la Unión Europea y desde el Estado se deben hacer políticas que favorezcan la producción nacional y ponerla en valor frente a los consumidores».

Entre otras medidas, la organización agraria ha propuesto que «se recupere la ayuda de Estado para las plantaciones tradicionales de bajo rendimiento, así como que se incrementen o se mantengan las ayudas para el mantenimiento y la conversión al cultivo del almendro ecológico en el Programa de Desarrollo Rural por parte de las comunidades autónomas o se mejoren líneas concretas del seguro del almendro». Asimismo, ha calificado de «indispensable» que se pongan en marcha políticas de promoción de la almendra tradicional española a la vez que se inste al uso prioritario de almendras de origen nacional en todas aquellas producciones industriales que tengan este fruto seco como componente esencial.

Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha denunciado la situación económica de la mayoría de productores españoles de almendra que han visto cómo los precios han caído hasta niveles de hace unos años. Así, esta organización agraria ha destacado que el precio de la almendra común, que representa más del 65% de la producción, ha disminuido un 85% respecto a la campaña pasada y se ha desplomado casi un 200% desde 2015.

Unión de Uniones ha señalado a la especulación, las prácticas desleales y la falta de transparencia en la formación de los precios como las principales causas de haber llegado a la situación actual, en una cadena alimentaria que, como ya se viene denunciando, continúa presentando grandes desequilibrios perjudicando al sector productor y que, concretamente, este año se ha visto agravado por el coronavirus y el cierre de la hostelería.

A estas causas, se le suma, además, la pérdida de competencia de las producciones españolas frente a las procedentes de otros países donde producir es mucho más económico debido a que el nivel de exigencias de todo tipo es mucho menor.

En este sentido, la organización ha criticado que la Comisión Europea no haya incluido a las almendras norteamericanas en el listado de productos con sanciones arancelarias y que el Ministerio de Agricultura español «no haya insistido lo suficiente» en este punto.
 

Propuestas para impulsar el sector
Plan de reconversión, recuperación de la ayuda nacional de frutos secos o un ecoesquema específico son algunas de las propuestas de la organización agraria para impulsar el sector.

«El cultivo de la almendra tradicional de secano está agonizando», han comentado desde Unión de Uniones, para añadir que «en muchos casos los productores están condenados a la quiebra porque no pueden reconvertirse, sin alternativas productivas».

Un informe realizado por los técnicos del sector apunta que la renta media de los productores de almendra es un 23% inferior a la de la campaña pasada, presentando una disminución de 56 millones de euros en ingresos. No obstante, si se compara con la campaña 2015, los ingresos descendieron en más de 200 millones de euros, lo que supone que estos cayeron a la mitad. Las ayudas vinculadas de alguna manera a este cultivo, ya sean directa o indirectamente, se calculan que han disminuido en un 80%, lo que complica aún más la situación del sector.

Por otro lado, la organización agraria ha presentado en el marco de la Ley de Presupuestos Generales del Estado propuestas para recuperar en 2021 la ayuda nacional a los frutos de cáscara priorizando las plantaciones tradicionales de secano. Asimismo, la sectorial considera necesario estudiar las posibilidades de aumentar el presupuesto de la ayuda asociada a criterios geográficos, climatológicos o renta y del establecimiento de un ecoesquema específico para frutos secos de bajo rendimiento. Igualmente, cree oportuno que se ponga en marcha de un plan de reconversión al que pudiera acogerse prioritariamente las zonas de secano con menor rendimiento y en el que la administración se tendría que implicar económica y técnicamente.