PROLIVE aportará soluciones para mitigar los efectos del cambio climático en el olivar
El proyecto ‘PROLIVE. Soluciones digitales y biotecnológicas para mitigar la crisis del cambio climático y acelerar el proceso de mejora genética en olivicultura’ se ha puesto en marcha recientemente. Se trata de una iniciativa de colaboración público-privada en la que 11 socios del ámbito de la investigación y la empresa han unido fuerzas «para aportar soluciones prácticas al manejo del olivar y el conocimiento de su genética para el desarrollo de variedades resistentes a los efectos del cambio climático».
El encuentro inicial se ha llevado a cabo en el Campus de Rabanales de la Universidad de Córdoba (UCO), donde representantes de las entidades participantes han puesto en común objetivos y líneas de trabajo. El equipo que desarrollará el proyecto se distribuye entre un consorcio académico, liderado por el grupo Ucolivo de la UCO y en el que están presentes el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC), la Universidad de Granada y el Supercomputing Center de Barcelona (BSC); y uno privado, al frente del cual se encuentra Todolivo y que reúne a empresas del sector agrícola (Plantas Continental, Santa Cruz Ingeniería, Indlab y Fertinyect), biotecnológico (Biotechvana) y de ciencia de datos e Inteligencia Artificial (Drimay).
El proyecto cuenta con un presupuesto superior a los 6,4 millones de euros, de los cuales 3,2 millones proceden de fondos públicos, en concreto de la convocatoria Transmisiones de la Agencia Estatal de la Investigación. En el marco de PROLIVE, el grupo Ucolivo pondrá a disposición de la iniciativa su trayectoria al servicio de la mejora genética del olivar, avanzando en la secuenciación genómica y fenotípica del material que custodia en el Banco de Germoplasma Mundial de Olivo y la digitalización de esa información. Todo ello permitirá convertir la colección de la UCO en la mejor estudiada del mundo, lo que, unido a la propuesta de su inclusión como banco de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), situará el Banco de Germoplasma en la primera línea a nivel internacional.
Entre los objetivos que se marca PROLIVE destacan, además, «iniciativas de innovación tecnológica aplicada al agro, como la secuenciación genética y el mapeo asociativo, la mejora nutricional del aceite de oliva, la creación de un gemelo digital de explotaciones de olivo o el desarrollo de sistemas de detección precoz y predicción de riesgos para enfermedades como el repilo y el emplomado a través de sensores automáticos». En el horizonte está la selección de variedades más resistentes a los efectos del cambio climático y a las enfermedades que afectan al olivo, «lo que mejorará el rendimiento de los cultivos y los hará más sostenibles, reduciendo las necesidades de riego, fertilización o uso de pesticidas».