Nuevo manual para identificar las fisiopatías y podredumbres de naranjas y mandarinas

El proyecto INFO–CIT quiere mejorar la gestión de estas frutas una vez cosechadas y minimizar su desperdicio y las pérdidas económicas

El sector citrícola catalán produce anualmente unas 132.000 toneladas de frutas, de las que la inmensa mayoría son mandarinas y naranjas. Por primera vez, los productores y distribuidores de estos alimentos cuentan con un manual descriptivo y una guía fotográfica que ilustran y describen las fisiopatías y enfermedades fúngicas que se detectan más habitualmente. Se han elaborado en el marco del proyecto INFO–CIT, cuyo objetivo es mejorar el conocimiento sobre estas para identificarlas lo antes posible y actuar adecuadamente. Esto minimizará pérdidas económicas y, además, permitirá optimizar el uso de productos fitosanitarios.

Estos materiales, dirigidos tanto a los profesionales de las centrales frutícolas como a los que trabajan en organismos públicos o en empresas, se centran en la postcosecha, es decir, desde que las frutas se han cosechado y se clasifican en las centrales hasta que llegan en los hogares de los consumidores o consumidoras.

El proyecto ha incluido, además de la edición de diferentes materiales divulgativos, la celebración de una jornada formativa en la que las investigadoras del IRTA han explicado las claves y síntomas a tener en cuenta para hacer una mejor y más rápida identificación de fisiopatías y podredumbres en naranjas y mandarinas.

«Creemos que el uso de este material tendrá un impacto importante, ya que permitirá a los profesionales identificar las principales problemáticas que afectan a sus productos y adoptar medidas correctivas siempre que sea posible. Un ejemplo sería poder decidir los tratamientos a aplicar o definir el destino de la venta según sea a más larga distancia o no dependiendo de su potencial de conservación», ha explicado Neus Teixidó, jefa del programa de Poscosecha del IRTA y responsable de INFO–CIT.

Todo ello permitirá ayudar a la gestión de la fruta, mejorar los resultados en mercados lejanos, y consolidar a los más cercanos, ya que se espera limitar los retornos de productos que no llegan en condiciones adecuadas.
 

Beneficios para el medio ambiente y la salud

Asimismo, identificar pronto qué lesión o podredumbre tiene aquella fruta concreta permitirá reducir y racionalizar el uso de fitosanitarios. «Si se reconoce que el problema es, por ejemplo, debido a un exceso de frío o de una lesión mecánica, queda claro que no hay necesidad de realizar tratamientos fitosanitarios, ya que estos solo serían útiles en caso de patógenos», explica Teixidó. Conocer al agente causante de la podredumbre nos permitirá hacer un uso más racional y adecuado de los productos fitosanitarios, lo que supone un claro beneficio para la salud humana y el medio ambiente.

Asimismo, «una detección precoz permite implementar estrategias para prevenir el desarrollo de infecciones o la propagación de daños en otras frutas», remarca la responsable del proyecto.
 

Las principales especies de frutas, ya cubiertas

INFO–CIT es la continuación de dos iniciativas anteriores que habían editado materiales referentes a las fisiopatías/daños y las podredumbres en fruta de hueso (melocotón y nectarina) y en fruta de pepita (manzana y pera). «De esta forma, ya hemos cubierto la información para las principales frutas producidas en Cataluña», ha concluido la investigadora del IRTA, que ha recordado que esta información, editada también en castellano, puede ser útil más allá del territorio catalán.

Este material se suministra a los profesionales del sector de forma gratuita para que pueda llegar al mayor número de usuarios.

 

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