Las innovaciones en la digitalización del riego, claves en la nueva era agrícola
El agua se ha convertido en un recurso cada vez más escaso, por lo que la perspectiva de una gestión más eficiente y sostenible a través de la tecnología es más relevante que nunca. Ante esta coyuntura internacional donde la agricultura consume el 70% del agua dulce disponible al año en el mundo para alimentar a la población del planeta, las innovaciones tecnológicas se presentan como una alternativa real para lograr una mejor gestión del riego.
La transición hacia sistemas de riego digitalizados se enfrenta a desafíos significativos, principalmente debido a la dependencia de la sensórica tradicional. Estos dispositivos plantean la necesidad de encontrar soluciones más económicas y eficientes. La clave está en adaptarse dinámicamente a las condiciones cambiantes del suelo y el clima.
La digitalización de las explotaciones agrícolas no es solo una necesidad, sino una oportunidad para redefinir nuestro mundo rural. España, alberga un paisaje agroalimentario diverso con más de 900.000 explotaciones y 31.000 empresas agroalimentarias, teniendo el 80%, menos de 10 trabajadores por lo que la eficiencia a través de la digitalización es imprescindible.
Los sistemas de riego inteligente emergen como una solución prometedora, ofreciendo un análisis en tiempo real de las condiciones hídricas del suelo. Desde los sensores de humedad del suelo hasta los sistemas de monitoreo climático, la tecnología está proporcionando a los agricultores una visión detallada de cómo aprovechar los recursos hídricos. Mediante la utilización de sensores avanzados, estos sistemas recogen y procesan datos sobre varios aspectos cruciales:
– Humedad volumétrica: optimizando la absorción de nutrientes y promoviendo un crecimiento saludable de las plantas, estos sistemas evitan problemas tanto de sequedad como de encharcamiento.
– Tensión hídrica: manteniendo un equilibrio óptimo de agua en el suelo para asegurar que las raíces tengan acceso constante a la hidratación necesaria.
– Total de agua disponible: calculando en tiempo real cuánta agua está disponible para la planta, basado en las características específicas del suelo y del cultivo.
– Textura del suelo y conductividad eléctrica: influenciando la capacidad de retención de agua y la disponibilidad de nutrientes esenciales para el crecimiento y rendimiento de los cultivos.
– Temperatura: ajustando las prácticas de cultivo para optimizar el rendimiento en diversas condiciones ambientales.
Beneficios de la digitalización del riego
En el debate sobre la digitalización del riego es evidente que hay una serie de beneficios clave que generan los sensores de última generación y que suponen un impacto en una agricultura más sostenible:
– Toma de decisiones informadas: la monitorización en tiempo real del suelo transforma cómo se toman las decisiones de riego, permitiendo una gestión más precisa y adaptada a las necesidades específicas de cada cultivo.
– Eficiencia hídrica: la optimización del riego según las necesidades reales puede conducir a un ahorro significativo de agua, crucial para la sostenibilidad ambiental y la economía del sector.
– Optimización del crecimiento vegetal: la monitorización detallada promueve un entorno de crecimiento óptimo, resultando en una mejora en la absorción de nutrientes y en la salud general de las plantas.
El ahorro de agua que se puede lograr con estos sistemas de riego inteligente es considerablemente significativo, ofreciendo potenciales reducciones de hasta un 40% en el consumo de recursos hídricos. Este enfoque preciso y adaptativo en la gestión del riego tiene el potencial de transformar radicalmente la sostenibilidad de la agricultura y la jardinería.
Empresas innovadoras están lanzando nuevos productos diseñados para permanecer enterrados a la altura de la raíz del cultivo. Ofrecen protección contra robos o vandalismo urbano. Su autonomía permite enviar los datos de forma inalámbrica, facilitando una puesta en marcha inmediata y un uso diario sin necesidad de conocimientos técnicos avanzados. Además, la integración con la predicción meteorológica y la capacidad de cruzar datos con aplicaciones informáticas permite no solo automatizar sino también personalizar los patrones de riego según las necesidades específicas de cada zona y tipo de cultivo.
Este avance tecnológico invita a reflexionar sobre su implementación y el impacto positivo que puede tener en la eficiencia del uso del agua y en la sostenibilidad ambiental. En la actualidad, muchos agricultores ya están digitalizando el riego de sus parcelas por iniciativa propia y, en breve, las administraciones obligarán a los que todavía no lo hacen en una medida encaminada a lograr la sostenibilidad de la agricultura mundial.