El vendaval del 31 de marzo, que afectó el Camp de Tarragona, ha provocado daños graves a los cultivos de frutos secos, sobre todo a los avellanos de las comarcas del Alt Camp, Baix Camp y Tarragonès, según informa el sindicato agrario Unió de Pagesos (UP). En las zonas más afectadas – Alcover, el Milà, el Morell, la Selva del Camp, Valls y Mont-roig del Camp–, los árboles más tempranos —las variedades italianas y la Gironell— ya habían brotado, y muchas de las ramas que se rompieron y cayeron ya tenían yemas. Así, UP estima unas pérdidas del 50% de la cosecha de avellanas y un impacto económico de hasta a 8,58 millones de euros para el sector.

Estas comarcas, además, producen de media unas 1.292 toneladas de almendras y 8.588 t de algarrobas, que también pueden haber sufrido daños, aunque son difíciles de valorar, según el estado fenológico del cultivo, variedades y zonas.

A pesar de que es pronto para estimar la cosecha potencial, extrapolando la cifra de otras campañas, el sindicato agrario calcula que se han perdido 1.088 toneladas en el Alt Camp, 2.320 en el Baix Camp y 883 toneladas en el Tarragonès. En total son 4.291 toneladas, que, al precio medio de 2 euros por kilo de avellana con cáscara, arroja pérdidas de 8,58 millones de euros. Además, también hay que valorar los daños en plantaciones y fincas, ya que el viento arrancó árboles e incluso malogró algunas balsas.

Los seguros de explotación de los cultivos de frutos secos solo cubren los daños por viento huracanado a partir del 1 de julio, pero no antes de esa fecha, señala el sindicato agrario, que ha pedido en varias ocasiones que se cambie esa fecha, además de mejorar otros aspectos.

UP ha solicitado al departamento de Agricultura de la Generalitat de Catalunya una valoración de los daños en los cultivos de frutos secos para poder solicitar medidas de compensación, como la adecuación de los módulos del IRPF.