La cosecha de aceite de oliva caerá un 50% en Cataluña
La Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) prevé que, esta campaña, se producirá una bajada del 50% en relación a la producción media histórica de aceite de oliva en Cataluña. La cosecha se situaría en unas 16.500 toneladas (t) frente a las 32.674 t de la campaña 2023/24, y sería bastante similar a las 15.084 t de 2022/23.
Antoni Galceran, portavoz de aceite de oliva de la FCAC, alerta de que «en dos de las tres últimas cosechas de aceite de oliva, la producción final ha sido casi la mitad de una campaña media. Esta caída tiene una afectación muy importante y supone un notable incremento de los gastos de las cooperativas, que, en algunos casos, podrían llegar a no abrir los molinos si la escasa producción no pudiera cubrir los costes de la actividad».
Las lluvias y las condiciones meteorológicas de las próximas semanas podrían incrementar ligeramente la producción de aceite, pero no sería un aumento relevante porque, «después de la floración y el cuajado, ya se observaba que el olivo no estaba suficientemente cargado. Además, posteriormente los árboles expulsaron parte del fruto por falta de agua».
Producción por provincias
La caída más importante se produciría en Tarragona, especialmente en las comarcas del Baix Ebre y Montsià, que es precisamente donde se concentra la mayor producción en Cataluña en una cosecha normal. También en Camp de Tarragona la cosecha sería inferior a la anterior. En el conjunto de la provincia, la cosecha pasaría de 23.125 t a tan solo 8.000.
En las comarcas productoras de aceite de oliva de Lleida, la producción disminuiría un 20% respecto al año pasado, pasando de 8.813 a 7.000 t. En ese caso, el riego de apoyo conseguiría salvar la cosecha en algunas zonas, mientras que esta sería muy escasa en secano.
Por último, se espera una ligera mejora de la cosecha en Girona y Barcelona llegando a 1.500 t tras dos campañas bastante malas, en las que la producción había descendido a 800 t.
Se estima que, en el conjunto de España, se podría alcanzar una producción aproximada de 1.290.000 t. Esto supondría una recuperación similar a la media estatal, después de dos campañas consecutivas en las que no se alcanzó las 850.000 t.
En el resto de países productores a nivel mundial no se prevé una gran producción por lo que la disponibilidad de aceite de oliva no sería elevada y quedarían bastante equilibradas la oferta y la demanda. Según la FCAC, «esto debería suponer que el precio del aceite virgen extra en origen no caiga de nuevo por debajo de umbrales que perjudican a la sostenibilidad del sector».