Francisco Balas Torres, socio de FIKI Europa

Entrevista a Francisco Balas Torres, socio de FIKI Europa

‘Importamos higos de México para ofrecer a nuestros clientes todo el año’

FIKI Europa es una empresa joven, tiene solo cuatro años, dedicada al cultivo de la higuera en Torrefresneda, una pedanía de Guareña (Badajoz). Este año ha comenzado a importar higos mexicanos de la empresa Alpasa Farms para ofrecer producción a sus clientes todo el año. El biólogo y biotecnólogo Francisco Balas Torres, autor, entre otras investigaciones, del primer mapa genético de la variedad de cereza ‘Ambrunés’, es el responsable de producción e I+D de FIKI Europa y uno de los socios.

 

¿Cómo nació FIKI Europa y quiénes son sus socios?

Somos dos socios. Yo vengo del mundo de la ciencia, de la investigación en agronomía y mejora genética. Siempre tuve mucha inquietud por la higuera. Comencé mi carrera de investigador en el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (Cicytex) que es donde reside el banco de germoplasma internacional de higuera y vi el potencial que tenía el cultivo. Mi socio es una persona con muchísima experiencia, con 35 años de experiencia en el mundo de la comercialización de fruta. Entre los dos complementamos las dos visiones de una empresa del sector: producción e investigación, por un lado y por otro, gestión y comercialización.

¿Cuántos higos producen y dónde se venden?

Comenzamos en 2017. Tenemos 35 hectáreas en producción. Nos queda un tiempo para llegar a plena producción y tenemos segmentadas las parcelas en función del destino: venta en fresco o seco. Entre fresco para mercado y fresco para industria hacemos unas 250 toneladas y en higo seco unas 100. También compramos higos a otros agricultores, unas 150 toneladas más.

¿Las 35 hectáreas son propias?

Nuestro sistema es un poco particular. Colaboramos con un ayuntamiento, el de Guareña, que tiene una empresa pública de unas 700 hectáreas de regadío. Tenemos un acuerdo con ellos, una concesión a 15 años de las 35 hectáreas. Tenemos nuestra actividad a cambio de contratar todos los servicios agrícolas a la empresa pública municipal y toda la mano de obra se contrata en el pueblo. Unos 1.200 jornales en la temporada, unos 40 trabajadores durante dos meses.

Es una empresa joven. ¿Tienen previsto crecer en superficie?

Algo más. En higo fresco para mercado queremos diversificar nuestras variedades, por ejemplo trabajar más lo que es la breva y algunas variedades de higo. No queremos crecer mucho más, llevamos pocos años, tenemos mucha superficie y tiene que entrar en plena producción. En nuestra visión estratégica siempre hemos tenido en cuenta apoyarnos en agricultores de la zona de mucha confianza y hacer una especie de sistema integrado, nosotros les asesoramos y luego les compramos la producción.

¿Qué variedades cultivan?

Para higo seco solo ‘Calabacita’, compramos algo de ‘Cuello de dama blanco’ y para mercado tenemos ‘Calabacita’ también, ‘Breva de Albacor’, ‘Dalmatie’ y, asimismo, trabajamos con una variedad extremeña que se llama ‘Moscatel negra’, no es muy conocida pero es muy buena.

Han llegado a un acuerdo con la empresa Alpasa Farms de México para importar.

Son números pequeños porque el higo fuera de campaña tampoco se consume tanto. Importamos higos frescos de México para ofrecer producto a nuestros clientes durante todo el año. Muchos clientes ni siquiera lo precisan, porque optan por fruta de temporada. No es muy demandada pero tenemos esa opción.

¿Dónde venden?

La mayor parte en el mercado nacional, para fresco y también para la industria transformadora. Se utiliza como ingrediente seco o fresco, como por ejemplo en yogures. Fuera vendemos principalmente en Bélgica y en Holanda. El país principal consumidor de higos en Europa es Alemania donde es muy difícil competir porque la presencia turca es abrumadora.

Usted dice que la higuera es como el cerdo, que se aprovecha todo, aludiendo al aprovechamiento de la industria alimentaria y de la cosmética. ¿Trabajan esos campos?

Lo estamos trabajando desde el punto de vista de la innovación. Tenemos un proyecto con el Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario de Extremadura (Ctaex). Estamos desarrollando productos alimenticios. En cosmética no hemos entrado. No lo descartamos en el futuro, pero venimos de la agricultura y el paso natural es el de la transformación. Trabajamos en concentrados, cremogenados, siropes y similares.

¿En qué fase están?

Tenemos prototipos ya. Estamos probando por donde vamos a ir. Seleccionando los productos de uno en uno. Nuestra capacidad financiera es muy baja, debemos asegurar el tiro y decidir el producto por el que vamos a apostar.

¿Cómo ve el cultivo de la higuera?

Está muy denostado. Mucha gente ha tenido una higuera en el corral, en el patio o en casa de los abuelos. No se ha cultivado mucho. Hay un atraso en conocimiento agronómico respecto a otros árboles frutales y ha tenido poca presencia industrial. Ahora crece el interés y va todo muy rápido. La crisis de la fruta de hueso ha hecho que muchos agricultores vean en el higo una alternativa.

Rosa Matas.

Publicado en Revista de Fruticultura nº84

 

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