UP estima una caída de casi el 30% en una vendimia marcada por precios en origen muy bajos

Unió de Pagesos (UP) estima una caída media de la producción de uva en Cataluña de cerca del 30% respecto al año pasado, debido a la sequía y las altas temperaturas, como ya avanzó a finales de agosto. Acabada la vendimia en la mayoría de las zonas productoras, el sindicato agrario ha alertado de los stocks en las bodegas y ha insistido en solicitar una ayuda de Estado para las explotaciones más perjudicadas.

Esta campaña ha estado marcada por unos elevados costes de producción y unos precios en origen muy bajos. La disminución de la producción del total de las variedades de uva en Cataluña, según datos del Departamento de Acción Climática de la Generalitat de Catalunya, ha sido del 28,25% respecto al 2021, es decir unos 119.000 kg menos, cifra que todavía no es definitiva.

A pesar de la afectación climatológica, que ha acelerado la madurez del fruto y ha hecho avanzar la cosecha, el estado sanitario de la uva de esta vendimia es óptimo. Sin embargo, desde el inicio se puso de manifiesto la baja producción de kilos por hectárea de variedades como ‘Macabeo’, con parcelas con una cosecha entre un 40 y un 50% inferior, e incluso zonas del Alt Penedès por debajo de estas producciones.

En variedades más tempranas como ‘Chardonnay’, la producción no se ha visto tan afectada en la zona del Penedès por la sequía, pero sí en la Plana de Lleida por las heladas de abril. En cuanto a la ‘Parellada’, se vio beneficiada por las lluvias de finales de agosto.

Cabe recordar que los dos últimos años ya se vieron marcados por una reducción de la vendimia, en 2020, a causa del mildiu, y en 2021, por la sequía. Las altas temperaturas y la sequía de este año han provocado un grave estrés hídrico reflejado en la menor cosecha. Si no llueve en otoño e invierno, el sindicato prevé que la afectación de las viñas aumentará de cara a la vendimia del 2023.

Otro factor que ha marcado las condiciones de esta cosecha ha sido el estancamiento de los precios de la uva y el vino que las empresas compradoras pagan al agricultor. Además, el elevado incremento de costes de producción (gasoil, de fitosanitarios y fertilizantes) impide que los precios puedan ser compensados.

En cuanto a los bajos precios que se están pagando en origen, UP considera que, ante esta situación de mercado del vino, es injustificado que las bodegas paguen la uva y el vino en torno a los 0,38–0,40 €/kg. Es necesario que el precio que se paga en Cataluña, que casi en su totalidad se comercializa bajo el amparo de una de las 12 denominaciones presentes, valore la calidad que exigen estas, tanto en lo referente a rendimientos productivos, como al grado y la calidad organoléptica. Además, el extraordinario aumento de los costes de producción hace insostenible el precio que se está pagando por la uva.

El sindicato agrario ha insistido en pedir a todos los operadores del sector en Cataluña que trabajen para diferenciar su producto y que consideren los incrementos de los costes de producción, así como la caída de la producción. Asimismo, ha recordado la obligación de formalizar los contratos de compra–venta de uva por escrito con la fijación de calidades, precios y condiciones concretas, y la obligación de las bodegas de pagar la uva a los viticultores a 30 días según la actual ley de morosidad, con independencia de la fecha de calificación del vino para una D.O. que realice la bodega.

Publicidad

  

Newsletter

Suscríbete a nuestra Newsletter

Ejemplar gratuito


Entra en el Kiosco para accecer a tus suscripciones, descargar revistas en abierto, comprar ejemplares, ...

Publicaciones recomendadas

Colaboramos con: