El riego de precisión con sensores podría conseguir un 30% de ahorro de agua en cítricos

El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), con la financiación del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, ha trabajado entre 2023 y 2024 en el proyecto demostrativo CitrusReg, con el objetivo de «mejorar la eficiencia y la sostenibilidad del riego en cítricos a través de la digitalización y la sensorización». La idea principal ha consistido en «evaluar el comportamiento del agua en el suelo con diferentes dosis de irrigación, gracias a los experimentos llevados a cabo en una finca experimental de cítricos de 0,63 hectáreas en Bítem–Tortosa (Baix Ebre, Tarragona)».

Con los datos recogidos en CitrusReg se ha llegado a la conclusión de que «se podría reducir las necesidades de riego aproximadamente un 15% en invierno, entre un 5% y un 15% en primavera, entre un 15 % y un 30% en verano, y seguramente entre un 10% y un 15% en otoño». Esta reducción «no afectaría de forma significativa a la cosecha, y sólo provocaría una ligera disminución en el calibre de los frutos, hasta unos 5 mm». Todo ello sería un buen ejemplo de cómo la monitorización del contenido de agua en el suelo a través de sensores «permite ahorrar agua y conseguir una cosecha más sostenible en cítricos».

Para llevar a cabo este proyecto, que ha finalizado ahora, los investigadores seleccionaron dos sectores de riego, y se instalaron estaciones con sondas capacitivas a diferentes profundidades (20, 50 y 80 cm) para medir el contenido de agua en el suelo, determinando así el momento óptimo para regar. Los cálculos de las necesidades de agua «se basaron en la evapotranspiración semanal medida por la estación climática de Aldover y el balance hídrico».
 

Ahorro anual del 13% en 2023

El IRTA ha explicado que en 2023 las necesidades reales de agua fueron de 4.106 m³/ha. Con ello, se logró un ahorro del 30% en invierno, 43% en primavera, 13% en verano, y un exceso de riego del 45% en otoño, aplicando un total de 3.565 m³/ha; el ahorro anual fue del 13%. En el sector de las sondas se aplicaron 3.131 m³/ha de agua, consiguiendo un ahorro anual del 24%, aunque las restricciones se aplicaron en momentos inadecuados, afectando algo a la cosecha.

Por lo que se refiere este 2024, y hasta el 31 de agosto, las necesidades de agua han sido de 3.450 m³/ha. En la parcela de evapotranspiración se han aplicado 4.513 m³/ha (un 30% más), mientras que en la parcela regada según las sondas se han aplicado 3.443 m³/ha. En esta última ha habido un exceso de agua del 7% en invierno, del 1% en primavera y un ahorro del 3% en verano. En general, se ha aplicado el agua necesaria según el balance hídrico, pero no se ha logrado ningún ahorro de agua en estos ocho meses del año.

Los frutos de las dos variedades estudiadas (‘Lanelate’ y ‘Chislett’) en la tesis de riego, siguiendo el aporte marcado por la evapotranspiración y su balance hídrico (con el 30% de más), son siempre de mayor calibre que los regados sólo con necesidades hídricas reales. La diferencia de tamaño hasta el momento es de 3,75 mm para ‘Lanelate’ y de 3,35 mm para ‘Chislett’, debido al exceso de agua aplicado en la parcela ETo respecto a la de las sondas.

El proyecto demostrativo ‘CitrusReg: Digitalización del riego en el cultivo de los cítricos mediante sensores y adaptación al cambio climático optimizando el consumo de agua’ es una actividad financiada a través de la Operación 01.02.01 de Transferencia Tecnológica del Programa de desarrollo rural de Cataluña 2014–2022.

Josep Miquel Fibla, responsable IRTA del proyecto, ha publicado en el Nº101 de Revista de Fruticultura un artículo que recoge las principales conclusiones de este proyecto.

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