COAG alerta de las graves pérdidas en las cosechas por la presión de la fauna salvaje
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha trasladado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) su máxima preocupación por la proliferación descontrolada de especies de fauna silvestre, especialmente el conejo, que está causando graves pérdidas en las explotaciones agrarias de todo el país.
Durante la reunión bilateral mantenida con la directora general de Mercados y Producciones Agrarios del MAPA, Elena Busutil, los representantes de COAG han constatado que, tras superar los años de sequía, se ha registrado un crecimiento exponencial de esta población, sobre todo en zonas de cultivo donde se concentran por la abundancia de alimento. «Ya no solo se comen las cosechas: excavan sus madrigueras dentro de las parcelas, provocando el hundimiento del terreno y dificultando el paso de maquinaria agrícola», ha señalado el responsable de Fauna Salvaje de COAG, Javier Fatás.
Más de 1 millón de hectáreas afectadas
Los conejos no son los únicos responsables de los daños en el campo. La cabra hispánica está generando también serios problemas, agravados por brotes de sarna, señal de sobrepoblación. A esto se suman otras especies como el jabalí, ciervos, corzos y roedores (ratas y topillos).
Las aves también contribuyen a las pérdidas agrícolas. La perdiz, por ejemplo, causa daños especialmente en los primeros días tras la siembra, obligando a los agricultores a cubrir los cultivos con mantas protectoras para evitar pérdidas que pueden alcanzar hasta el 40% de lo sembrado. Asimismo, tórtolas y palomas provocan daños notables, comprometiendo no solo la cosecha del año, sino también la de temporadas futuras.
En el caso del conejo, se estima que son 800.000 hectáreas del más de 1 millón de afectadas por daños, «lo que pone en evidencia la magnitud del problema».
Infraestructuras sin control
COAG exige a las empresas titulares de infraestructuras que asuman su responsabilidad y desarrollen planes de gestión poblacional —como vallados cinegéticos o limpieza de taludes— para evitar que estos espacios sigan siendo «refugios seguros» para especies invasoras. Esta exigencia se ampara en la Ley 30/2022 que permite esta coordinación desde el MAPA.
Por todo ello, y con el objetivo de mejorar el control poblacional de especies silvestres y mitigar los daños en la agricultura, COAG ha propuesto al ministerio una serie de medidas coordinadas a nivel nacional, centradas en la colaboración entre el sector agrario, cinegético y las administraciones públicas. Estas son las principales líneas de actuación:
– Coordinación nacional y marco legal común
– Revisión del rol de la caza
– Incentivos agrarios y cinegéticos
– Infraestructuras y espacios de refugio
– Compensaciones y Prevención de Daños
– Prohibición de Reintroducción del Lince en Zonas Críticas
– Control Poblacional Rápido y Eficiente
Fatás ha puntualizado que «estas medidas buscan una gestión sostenible y equilibrada de la fauna silvestre, compatible con la protección de la biodiversidad y el desarrollo agrario».