Cataluña se acerca a su potencial productivo en fruta de hueso con un descenso del 4%
El potencial productivo catalán de melocotones y nectarinas en 2024 disminuiría un 4% respecto a la pasada campaña, con una previsión de 384.840 toneladas (t). Por demarcaciones, todas presentan un descenso; Lleida –4%, Tarragona –3%, Barcelona –13%, y Girona –9%. Estos datos han sido presentados conjuntamente por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural (DACC) de la Generalitat de Catalunya y Asociación Empresarial de Fruta de Cataluña (Afrucat).
Como se ha mencionado, destacan las caídas de las previsiones de producción de Barcelona y Girona. En ambos casos una de las principales causas son los arranques (más importantes en Girona). Además, en Barcelona los episodios de sequía de la pasada campaña y su continuación este año también han impactado en las cifras ya que la mayoría de las plantaciones son de secano.
Después de años de muy baja producción (2020, 2021, y 2022) y de afectaciones climáticas (sobre todo heladas, granizadas, y sequía), la pasada campaña Cataluña recuperó su potencial productivo, pero, este año, como consecuencia del estrés hídrico sufrido por los árboles y las altas temperaturas ha vuelto a caer su previsión un 4%.
Benjamí Ibars, presidente del Comité de Fruta de hueso de Afrucat, ha manifestado que «ya nos encontramos en campaña y el hecho de que Murcia haya sido precoz este año, mientras que nosotros estamos respetando los tempos normales de campaña, permite que no se solapen las producciones, y que el mercado se mantenga fluido y la fruta se venda. Podríamos decir que, actualmente, un año normal como este puede considerarse excepcional».
Por su parte, Manel Simon, director general de Afrucat, ha apuntado que «los factores de inicio de la campaña hacen prever que será correcta y si vamos ordenados en la entrada al mercado esperamos poder gobernar bien nuestra producción. También hay que recordar que, para que todo funcione bien, en verano debe hacer calor. Como sabemos todo el consumo de las frutas de agua está relacionado con las altas temperaturas del verano».
Además, ha hecho un inciso en la incertidumbre de la incidencia de plagas en la producción. «El año pasado hubo una afectación importante de trips y de mosca de la fruta que hizo que, aunque los precios fueron aceptables, el rendimiento de muchas plantaciones bajó, con el grave impacto que esto conlleva en la cuenta de explotaciones de los agricultores. Ahora que se acercan las elecciones europeas, queremos remarcar nuestra petición a Bruselas, y en concreto a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), para que cada vez que decidan eliminar nuevos métodos de lucha se hagan estudios de impacto para analizar si hay alternativa de tratamiento o la suspensión puede representar la eliminación de uno o más cultivos en toda Europa. En un momento en que la soberanía alimentaria es tan importante, no nos podemos permitir eliminar cultivos de Europa por no poder llevarlos a cabo y hay que invertir en encontrar métodos alternativos de protección de la producción», ha concluido Simon.