Entrevista Carlos Palomar, director general de AEPLA

“El Proyecto UMI es un paso más en el compromiso de la industria fitosanitaria para la promoción de Buenas Prácticas Agrarias”

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¿Cómo nace el Proyecto UMI y por qué?
El Proyecto UMI es un paso más en el compromiso de la industria fitosanitaria para la promoción de Buenas Prácticas Agrarias, y en particular la de aquellas técnicas de aplicación que reduzcan la exposición del operario manteniendo la eficacia de la aplicación. Este proyecto, además, coincide en el tiempo con la publicación del RD 1311/2012, que establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios y que será completado antes de finalizar el año con un Plan de Acción Nacional, con el objetivo de reducir los riesgos derivados de su uso para la salud humana y el medio ambiente.

¿En qué consiste?
El objetivo del proyecto es promover el uso de las carretillas de pulverización como método de aplicación seguro, práctico y asequible para los agricultores, una vez que un estudio llevado a cabo sobre su uso, mostró las importantes ventajas que ofrece tratar con esta herramienta frente a otros sistemas manuales como la lanza o la pistola, que se utilizan en invernaderos de pequeñas explotaciones donde es difícil realizar inversiones en instalaciones fijas o pulverizadores automotrices. Por dicha razón se escogió Almería, tanto para llevar a cabo el estudio, como la campaña de concienciación y divulgación que se viene desarrollando durante 2012.

¿Qué ventajas ofrece la carretilla pulverizadora al operario?
La carretilla ofrece una mayor eficacia en la aplicación, se optimiza el tratamiento sobre la masa vegetal, se consigue una mayor penetración en el cultivo y se reducen las pérdidas en el suelo. Además, ofrece una mayor uniformidad de las aplicaciones al no depender del movimiento del brazo del operario, de su cansancio o de su mayor o menor habilidad.
Gracias a este sistema, la exposición del operario a los productos fitosanitarios es menor, pues arrastra el equipo alejándose de la nube de pulverización, sin tocar las hojas tratadas y manteniendo una mayor distancia con las boquillas. A estas ventajas, se une la mayor comodidad que la carretilla ofrece al aplicador, pues con ella se tratan a la vez las dos calles y toda la altura de la planta, disminuyendo así el esfuerzo y ahorrando tiempo.

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¿Y al consumidor?
Hoy en día el consumidor es mucho más exigente que hace unos años, demanda productos seguros y de calidad, altos estándares de seguridad alimentaria garantizados por una estricta legislación y controles llevados a cabo por los organismos competentes. Pero además, exige conductas respetuosas con el medio ambiente y la seguridad de los trabajadores en la producción de esos alimentos. En este sentido, iniciativas como el Proyecto UMI suman valor y dan respuesta a esa demanda.

Han pasado ya algunos meses desde su lanzamiento, ¿cómo ha acogido el sector el Proyecto UMI?
La acogida del Proyecto por parte del sector ha sido muy buena. Así lo hemos podido comprobar en todos aquellos foros donde ha sido presentado, como ocurrió en la Feria de Expolevante en Mijas la pasada primavera, o la alta participación en los talleres organizados por AEPLA conjuntamente con la Fundación Cajamar y el IFAPA en Almería. A ello se suma la excelente difusión que han tenido los mensajes a través de los medios de comunicación, lo que ha facilitado su divulgación. El Proyecto sigue en marcha, esperamos que el interés no decrezca.