Variedades

Un proyecto, coordinado por el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), estudia el riego de invierno y verano, y otras prácticas más sostenibles en 4 variedades tintas de vid para paliar los efectos del cambio climático. Denominado ‘Gestión hídrica y agronómica anual en variedades tintas de vid para mejorar su manejo productivo y cualitativo y disminuir los efectos del cambio climático’, está financiado por el Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación.

El estudio se centra en las variedades de uva tinta ‘Garnacha’, ‘Tempranillo’, ‘Syrah’ y ‘Mencía’ en distintas zonas vitícolas del país. Además del CICYTEX, cuenta con la participación del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla León (ITACYL); Instituto Técnico Agronómico Provincial de Albacete (ITAP) y la Universidad de Santiago de Compostela (USC).

El cambio climático está provocando alteraciones en cuanto a plagas y enfermedades, fenología de la vid, proceso de maduración, rendimiento y calidad de la uva. El periodo de maduración se está adelantando a los meses de verano, coincidiendo con temperaturas más altas, lo que provoca un efecto adverso en la calidad, relacionado con los compuestos que influyen en la composición, el color y los aromas de los vinos, como son azúcares, ácidos orgánicos y compuestos fenólicos. Ante esta situación, «es necesario generar conocimiento para proponer sistemas de cultivo sostenibles en viticultura, pero también más eficientes en rendimiento, calidad y uso de los recursos», según los investigadores.

Este proyecto comprende dos acciones principales relacionadas con el riego y el manejo del cultivo con diferentes prácticas agronómicas, para contribuir, en su conjunto, a maximizar el agua utilizada por la planta, mejorar el microclima de la cepa y en la zona de racimos, regular la producción, incrementar la calidad de la uva y reducir el uso de herbicidas.

 

Diferentes frecuencias y periodos de riego
El estudio del riego incluye diferentes frecuencias y periodos de riego en el ciclo anual del cultivo y la respuesta al riego de invierno para estimar el momento más adecuado en caso de escasez de lluvias o precipitaciones irregulares en dicha estación del año. Por otra parte, en los ensayos se estudiará el manejo del dosel foliar o parte aérea de la planta, la densidad foliar y la distribución de las hojas, y cuáles son sus efectos en la actividad fotosintética, la radiación solar que llega a los racimos, su incidencia en la maduración y la composición de la baya.

Además de las tareas comunes, cada grupo de investigación profundizará en el proyecto en un aspecto concreto. Así, los centros de Extremadura y Castilla León abordarán de manera más específica la monitorización y recogida de datos para el ajuste del dosel foliar de la cepa y conseguir las condiciones más óptimas; en Castilla–La Mancha, se cubrirán las cepas en la fase de pre-brotación con un techado o cobertizo para simular un periodo de sequía invernal y estudiar técnicas que puedan paliar los efectos negativos, y en Galicia, se empleará en el suelo un acolchado o mantillo inorgánico, aprovechando residuos o material de desecho de la industria pizarrera de la zona, para evaluar su eficacia en la disminución de maleza en la hilera del viñedo, como alternativa a los herbicidas químicos. También se examinará si esta técnica novedosa es de utilidad en la eficiencia del riego para conservar mejor el agua de lluvia, ayuda a mejorar el perfil del suelo o aporta otras ventajas.

En cada zona se estudiará una de las 4 variedades de uva tinta del proyecto. En Extremadura, en la parcela experimental de CICYTEX, se realizará un ensayo con la variedad ‘Garnacha’; en Castilla León los estudios se harán con ‘Tempranillo’, en la Ribera del Duero; en Castilla–La Mancha se efectuarán con ‘Syrah’, en Albacete, y en Galicia con ‘Mencía’, en la Ribeira Sacra.

Todos los grupos evaluarán, en la cosecha, el efecto de los tratamientos de riego y prácticas agronómicas aplicadas sobre el rendimiento, la productividad y la calidad de la uva.

En conjunto, el proyecto tiene estructuradas cuatro tareas principales: influencia de la frecuencia de riego y la eficiencia en el uso del agua; influencia de la regulación de disponibilidad de agua en invierno sobre el comportamiento productivo y de la planta a lo largo del ciclo de cultivo; influencia en la apertura superior del dosel sobre el microclima, relaciones hídricas, y equilibrio productivo y vegetativo, e influencia del uso de acolchado inorgánico en el control de la hierba y la eficiencia del riego

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La Universidad de Chile y la Universidad de O’Higgins organizan el próximo jueves 18 de marzo, de 9 a 12:30 h (zona horaria América/Santiago) (de 13 a 16:30 h horario español) en formato online, un seminario internacional de cierre del proyecto FONDEF titulado ‘Sweet Pekeetah: un modelo tecnológico-comercial para una nueva variedad chilena de fruta’.

A pesar de la pandemia del 2020 y de los eventos climáticos que han afectado a la fruticultura en 2021, el proyecto ha podido desarrollarse según lo planificado y alcanzar importantes resultados. Así, se ha logrado hacer una efectiva transferencia tecnológica a las industrias nacionales y, por primera vez, exportarán una variedad completamente desarrollada en Chile y con una identidad clara.

Para celebrar el término de este trabajo intenso y fructífero, los organizadores invitan a participar en este evento, que contará con dos destacados expertos internacionales: el Dr. M.A. Giacinti, especialista en comercio mundial de fruta fresca, y el Dr. D. Ruiz, especialista en mejora genética de ciruelo del CEBAS-CSIC. Además, los académicos Rodrigo Infante y Rodrigo Uribe, ambos de la Universidad de Chile, mostrarán los resultados más relevantes alcanzados durante este proyecto en diferentes áreas como en aspectos del manejo de la variedad, resultados de la postcosecha y estudios de consumidores y el desarrollo de la marca para esta nueva ciruela.

El proyecto, que ha sido financiado por el programa IDeA I+D de FONDEF, ANID, ha contado también con el apoyo de las siguientes empresas privadas: Viveros Biotecnia de Espinosa y Urzúa Ltda., Frusan S.A., Viveros El Tambo Limitada, Chilfresh, Agrícola Garcés Limitada y Agrícola San José Limitada.

Más información e inscripciones en el siguiente link.

 

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La tradicional jornada anual del IRTA sobre el almendro, en les Borges Blanques, sufrió un pequeño cambio en su última edición de 2020 debido a la situación sanitaria por la pandemia de la Covid–19, realizánose en formato online dentro de la Semana Frutícola. De la mano de los especialistas del IRTA, Xavier Miarnau y Laura Torguet, y de Íñigo Vargas de Crisol-Arboreto, se abordaron las ventajas e inconvenientes de las variedades americanas y españolas en cuanto a producción, residuos fitosanitarios que pueden presentar, y sobre sus características cualitativas en el mercado. A continuación, os ofrecemos un resumen.

Respondiendo al título de la primera ponencia, ¿Las variedades españolas pueden hacer frente agronómica y productivamente a las variedades americanas?, su ponente, Xavier Miarnau, ha manifestado que sí, para analizar a continuación los pros y contras.

Más del 80% de la producción mundial está concentrada en California (EE. UU.), siendo la ‘Nonpareil’ la que domina el mercado. Miarnau ha señalado que esta variedad «domina el mundo porque es la más plantada y si es la más plantada es la que tiene más producción, y esta es su gran fuerza». El experto ha indicado que en su contra está que es una variedad de floración primaveral «por lo que puede presentar problemas con las heladas, es auto-estéril y, por lo tanto, necesita de abejas y variedades polinizadoras. Además, es de cáscara blanda, lo que implica problemas con las plagas y enfermedades y también con el almacenaje».

En el IRTA, como investigadores, siempre quieren saber más de las variedades que están en el mercado, y en este caso el comportamiento de las americanas de almendro respecto a las europeas. Por este motivo, decidieron iniciar un ensayo en su finca experimental de Les Borges Blanques (Lleida), en una parcela de cerca de un área de extensión, con tres variedades americanas (‘Nonpareil’, ‘Monterrey’ y ‘Fritz’) y una europea (la española ‘Vairo’). Los parámetros evaluados (referidos a tres campañas, 2018, 2019 y 2020) han sido vigor, floración, maduración, producción, aspectos del fruto y otros datos agronómicos interesantes. Miarnau ha concluido que ‘Nonpareil’, ‘Monterrey’ y ‘Fritz’ «son variedades tempranas y en ciertas zonas donde hay problemas de heladas puede suponer un riesgo plantarlas».

En maduración (el IRTA la evalúa a partir de más del 75% de los frutos con el mesocarpio abierto), ‘Nonpareil’ es la primera en madurar, a principios de septiembre, ‘Vairo’ a mediados del mismo mes, mientras que con ‘Fritz’ (principios octubre) y ‘Monterrey’ (mediados del mismo mes) hay un gran desajuste de un mes, ya que presentan maduraciones muy tardías y que, además, pueden coincidir con intensas lluvias.

Sobre los resultados obtenidos respecto a la floración, las tres variedades americanas analizadas florecen entre el 2 y el 3 de marzo, mientras que ‘Vairo’ lo hace el 7 u 8 de marzo. «Estamos hablando de 5-6 días de diferencia», ha puntualizado el investigador del IRTA.

En cuanto al vigor del árbol, se analiza el crecimiento de la sección del mismo (cm3) con datos acumulados hasta la campaña 2019. ‘Vairo’ es un 40% menos vigoroso que las tres americanas, que hace que estas cumplan antes el volumen productivo al cual interesa llegar lo más rápido posible, aunque habrá que ver después si son más eficientes o no.

Por lo que respecta a la producción de grano (kg/ha), con datos extraídos entre 2018 y 2020, aunque ‘Monterrey’ es la que empieza con la producción más baja el primer año, al final de los tres años es la que produce más, ‘Vairo’ es la segunda, ‘Fritz’ la tercera y ‘Nonpareil’  la última. Son datos acumulados con más de 5.000 kg/ha en algunos casos.

Otro aspecto estudiado ha sido el rendimiento en grano cáscara: el de ‘Vairo’ es de un 26,6%; el de ‘Monterrey’ de un 49,3%; el de ‘Fritz’ un 49,9% y el de ‘Nonpareil’ de un 66,5%.

El peso en grano de ‘Vairo’ es de 1,2 g, de ‘Nonpareil’ 1,3 g, de ‘Monterrey’, 1,5 g, mientras que ‘Fritz ‘ es muy irregular ya que en 2020, por ejemplo, ha dado muchos frutos dobles. En relación a las almendras dobles, Xavier Miarnau, ha comentado que «era un aspecto que con nuestras variedades habíamos olvidado, pues hemos luchado mucho para evitar esta problemática. En cambio, en las americanas tenemos unos niveles más elevados, dependiendo también de la campaña. Estamos hablando de medias de 0 en ‘Vairo’  a 23,2 en ‘Fritz’, lo que supone un claro decrecimiento comercial».

Asimismo, se ha analizado la materia seca. ‘Vairo’ dedica el 21% de la materia seca a la piel, el 55% a la cáscara y el 24% al grano. Por su parte, ‘Nonpareil’ dedica un 48% a la piel, un 16% a la cáscara, que es más delgada y más blanda, y un 36% al grano del total del fruto. Miarnau ha explicado que estos porcentajes implican que la inversión de energía es más alta en ‘Vairo’ (5,1 g) que en ‘Nonpareil’ (3,4 g), ya que la variedad europea necesita más por su cáscara dura.

En campo esto se traduce en que para hacer 2.000 kg de grano por ha, ‘Nonpareil’ invierte 5.625 kg de fruto, mientras que ‘Vairo’ necesita 8.425 kg. Por lo tanto, ‘Nonpareil’ es más eficiente a la hora de hacer esos 2.000 kg. «Eso no significa que ‘Vairo’ sea menos productiva puesto que se ha visto que hasta 2019 la eficiencia productiva acumulada (kg grano/cm2 de sección) es de lejos la más eficiente y la de ‘Nonpareil’ menor. Se debe a que su eficiencia está en colocar más frutos por árbol que las otras variedades, casi tres veces más (61.732 u/cm2 frente a 22.809 u/cm2 de ‘Nonpareil’)», ha subrayado el investigador del IRTA.

Las variedades europeas o de cáscara dura no son tan eficientes produciendo un fruto, pero colocan un número mayor. Eso se ha visto, en los ensayos realizados, por la tipología de las ramas productivas, mixta, brindilla y los ramilletes de mayo. En ‘Nonpareil’, el 62% es de rama mixta, el 26% de brindilla y el 11% de ramillete de mayo, mientras que en ‘Vairo’, el 14% en mixta, el 31% en brindilla y el 55% en ramillete de mayo. Así, ‘Nonpareil’ para producir una gran cantidad necesita muchas ramas, mientras que, en cambio, ‘Vairo’ muchas menos.

Miarnau ha indicado que aunque algunos de estos resultados obtenidos son preliminares, «ahora sabemos más cosas respecto al vigor, floración, maduración y otros parámetros. Como conclusión se puede afirmar que sí, que las variedades de almendra españolas y europeas pueden hacer frente productiva y agronómicamente a las americanas, e incluso en algunos aspectos pueden llegar a ser mejores»
 

Problemática sanitaria
A continuación, Laura Torguet, también investigadora del grupo de Fruticultura del IRTA, ha expuesto la ‘Problemática fitosanitaria de la cáscara blanda frente a la cáscara dura’. Ha empezado su intervención mostrando un corazón que latía muy fuerte, y comentando que «son muchas las personas que lo tienen así porque han incorporado frutos secos a su dieta, sobre todo almendras». 

Como se ha indicado al principio, el 80% de la producción mundial lo acapara EE. UU., seguido de Australia, con el 7%, España con el 4%, y Chile y Turquía con el 1%, respectivamente. Pero, los dos primeros países producen almendras de cáscara blanda, mientras que España y Turquía de cáscara dura. En definitiva, el 95% son de cáscara blanda y el 5% de dura.

¿Pero cuáles son las más saludables, las de cáscara dura o blanda? Torguet ha realizado una reflexión, y es que «todo aquello que es bueno está muy bien protegido». Y en este sentido, la cáscara «es la clave de la protección del grano porque disminuye la afectación de plagas y enfermedades y, en consecuencia, rebaja el número de tratamientos a llevar a cabo, por lo que hay menos residuos». Plagas como los pájaros, hormigas, avispillas, orugas y chinches, y enfermedades, como Monilia, Antracnosis y Xanthomonas, producen mayores daños en las almendras de cáscara blanda. Incluso una vez recogidas, en postcosecha, se dan problemáticas fitosanitarias como Navel orangeworm, Rizophus, Aspergillus flavus y Aflatoxinas.

La experta ha analizado cómo se adaptan ambos tipos de almendras a la producción actual, que busca ser lo más respetuosa posible con el medio ambiente y tender al mínimo residuo o alcanzar residuo cero. En la convencional, «no tenemos muchos productos químicos para luchar contra las plagas y las enfermedades, pero en los últimos años han aparecido algunos nuevos, que nos lo pone más fácil, pudiendo producir en ambas cáscaras. En producción ecológica, tenemos limitaciones con los tratamientos en cáscara dura, y estos, en blandas, serían imposibles».

Torguet ha presentado resultados de unos ensayos previos del Proyecto demostrativo Almendra km 0, que se está llevando a cabo en la Finca Experimental del IRTA en les Borges Blanques (Lleida), donde hay variedades americanas y europeas. En concreto, ‘Nonpareil’ ha sido la elegida como variedad de cáscara blanda y ‘Vairo’ como de cáscara dura, y se han utilizado 4 productos (2 fungicidas sistémicos -Boscalida y Tebuconazol-, y 2 insecticidas de contacto - Taufluvalinato y Lambdacihalotrina-), con una sola aplicación en distintos momentos, todo ello realizado en diseño con bloques al azar y con tres repeticiones.

Los resultados son distintos dependiendo de la materia activa utilizada. La investigadora ha comentado que como conclusión se podría decir que los fungicidas sistémicos dejan más residuos que los insecticidas, siendo la Boscalida la que más. La piel es la parte que más residuos acumula y el tratamiento que más residuos ha acumulado es el de 7 días antes de la  recolección. En cuanto a variedades, la ‘Vairo’ ha presentado menos residuos que la ‘Nonpareil’ para todas las materias activas, tanto en la cáscara como en el grano. Por lo tanto, «podemos decir que es más saludable la ‘Vairo’ de cáscara dura que la ‘Nonpareil’ de cáscara blanda», ha afirmado Laura Torguet.
 

Criterios de calidad en el mercado de la almendra
En su charla, Íñigo Vargas, ingeniero agrónomo y director de proyectos del Grupo Crisolar, ha repasado datos de producción y consumo para concluir que la situación del mercado de la almendra parece estar equilibrada y estable a corto plazo, aunque hay diversos factores que han producido desequilibrios como la Covid–19, el incremento excesivo de la oferta mundial y las disputas comerciales entre China y EE. UU.

Seguidamente, Vargas ha detallado que la calidad y la seguridad alimentaria son las principales exigencias de los mercados internacionales para la industria agroalimentaria. La calidad de la almendra empieza en el campo y, por ello, hay que hacer una gestión eficiente de factores que influyen en la calidad del grano, como el control de plagas y enfermedades; el control de humedad, estado de maduración y separación varietal durante la recolección y también en los procesos de postcosecha donde hay que controlar y regular los equipos durante el pelado y la limpieza; y controlar el tiempo, la temperatura y la humedad en los procesos de secado y en el almacenamiento. Todo ello llevará a evitar futuros problemas en la industria.

Vargas ha explicado que existen unas normas de recepción para la almendra en cáscara y en grano con piel consensuadas con los principales agentes del sector que pueden dar lugar a  descuentos, penalizaciones o rechazos en partidas que estén fuera de los rangos de tolerancia.

Es importante destacar que a medida que la almendra va pasando distintos procesos en la industria agroalimentaria va siendo cada vez más perecedera, al quitarle la cáscara, trocearla, etc., por lo que es importante controlar la temperatura, la humedad y el oxígeno si se quiere dar una mayor vida útil del producto.

En la industria agroalimentaria de la almendra los requisitos del cliente marcan los parámetros de calidad. Normalmente llegan partidas muy heterogéneas que pueden presentar hasta un 0,5% de defectos que según Íñigo Vargas «puede ser bajo, pero no lo es. Hay efectos visibles procedentes de la propia almendra y otros que no lo son».

Quien marca los criterios de calidad, es quién domina el mercado, y en este caso es California. El director de proyectos de Arboreto-Crisol ha señalado que las almendras norteamericanas nos llegan en lotes uniformes y homogéneos, sin mezclas de variedades; en familias varietales bien definidas; sus variedades son de piel clara (característica asociada a la frescura del producto); tienen un sabor dulce, sin amargor, y disponen de una garantía de suministro con contratos a largo plazo y precios fijados. En España, en cambio, «nos encontramos con almendras amargas y mezcla de variedades y calidades, lo que da poca uniformidad, y pocas posibilidades de contratos a largo plazo por lo que estamos frente un escenario difícil».

A pesar de ello, Vargas ha indicado que no hay que rendirse, sino buscar el valor añadido de la almendra española. En este sentido, «debemos potenciar sus parámetros morfológicos y físico-químicos diferentes, con aptitudes industriales distintas; sus parámetros nutricionales y organolépticos para diferenciarlas sensorialmente y también potenciar su ecología, sanidad y sostenibilidad».

Las oportunidades de mercado para la almendra española presentan dos objetivos esenciales, buscar la homogeneidad y la calidad. Para ello se ha empezado a establecer una nueva calificación por familias, elaborada por los principales operadores del sector, con el objetivo de asimilar la nomenclatura al mercado americano y unificar criterios en el procesado y la comercialización, y de esta forma mejorar en la valorización en los mercados nacionales e internacionales. Así, se ha dividido las familias de almendras en 6 en función de su morfología: Lauranne Type (‘Lauranne’, ‘Ferragnes’, ‘Marta’, y ‘Penta’);  Guara Type (‘Guara’, ‘Marinada’, ‘Vairo’ y ‘Constantí’); Marcona Type (‘Marcona’, ‘Belona’ y ‘Antonieta’); Largueta Type (‘Largueta’ y ‘Soleta’); Valencias tradicionales y Valencias de floración tardía.

También es importante para diferenciar nuestro mercado la caracterización varietal, las españolas frente a las americanas, es decir buscar parámetros morfológicos, nutricionales, industriales y organolépticos que establezcan diferencias significativas en cuanto a aptitud industrial, contenido nutricional y parámetros sensoriales.

Para ello, el Grupo Crisolar ha promovido un estudio de caracterización varietal realizado por el IRTA con dos fases, la primera en 2018 de caracterización de variedades de almendra repelada y la segunda en 2019 de caracterización de variedades de almendra en piel. Se utilizaron las más utilizadas en el mercado actualmente: ‘Vairo’, ‘Constantí’, ‘Marinada’, ‘Marcona’ y las americanas ‘Nonpareil’, etc.

Como resultados más significativos, en cuanto a la composición química en almendras repeladas, las variedades americanas presentaban menos estabilidad y más proteína, y más tendencia a enranciarse. Respecto a las características sensoriales en almendra repelada, las americanas poseían unos atributos que las hacían más duras en boca, menos sabrosas y con un sabor más rancio. De la misma manera estos resultados se repitieron en almendra con piel: ‘Constantí’  y ‘Velona’ destacaron por su crocanticidad y por su sabor a almendra, mientras que  las americanas por ser menos sabrosas y tener un sabor más rancio.

No obstante, respecto a las características físicas y morfológicas que se pusieron de manifiesto en los estudios de caracterización cabe destacar que la americana ‘Nonpareil’ es la que presentaba mejores características físicas que la definen como el estándar para el consumo de mesa, en concreto, una mayor relación grosor/anchura y una mayor homogeneidad de los lotes y mejores valores que determinan el color claro y la luminosidad de la piel.

Como conclusiones más representativas de los estudios de caracterización, Vargas ha subrayado que las americanas resultaron más duras, menos sabrosas y menos estables, con un sabor más rancio que las españolas. Por su parte, las españolas son ideales para aplicaciones en las que el sabor sea determinante. De todas formas, ‘Nonpareil’ presentó las mejores características físicas para el consumo de mesa.

Las almendras españolas necesitan nuevos mercados porque estos tienen nuevas necesidades y estas pueden ser alternativa a la almendra americana. «Hay una creciente y contrastada demanda del mercado ecológico y sostenible, lo que es una oportunidad para la almendra española», ha destacado Íñigo Vargas, que ha recalcado la importancia de poder detectar y erradicar las almendras amargas y para ello hay un grupo operativo en marcha que ha conseguido objetivos importantes. 
Redacción.

 
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Es una variedad muy precoz con un ciclo productivo que va desde diciembre hasta finales de abril

 

La cooperativa Cuna de Platero, de la localidad onubense de Moguer  ha presentado su primera variedad propia de arándanos, ‘Cupla’, que es fruto del trabajo de los últimos años de su área de I+D+i y de la que ya ha comenzado la fase de comercialización.

Según ha explicado su responsable, Juan Carlos García, «se trata de una planta adaptada a las características agroclimáticas de Huelva». Gracias al trabajo de investigación de la cooperativa, han obtenido una variedad muy precoz, muy jugosa, de sabor dulce, de calibre entre L y XL, y con una muy buena vida útil.

Además, ‘Cupla’ es un arándano con un ciclo productivo que se alarga desde diciembre hasta finales de abril, teniendo la mayor parte de su producción desde mitad de enero hasta mediados de marzo. La fruta está presente a lo largo de toda la rama del arbusto del arándano lo que facilita su recolección.

Para este año, estiman una producción de 500.000 kilos.
https://cunadeplatero.net/

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Cumpliendo las previsiones del principio de la vendimia, la D.O.P. Somontano ha concluido a mediados del mes de octubre la campaña con 15.240.000 kilos de uva en las bodegas acogidas a su sello de calidad. La vendimia se inició el 11 de agosto con la cosecha de los primeros racimos de la uva blanca 'Gewürztraminer' y ha finalizado con la recogida de los últimos kilos de las uvas tintas 'Garnacha Tinta' y 'Cabernet Sauvignon' en una de las zonas de mayor altitud.

Destaca este año el porcentaje de uvas blancas recogidas, que suma el 44% del total y supone una cifra histórica frente al habitual que era de entre el 20 y el 35%. El 56% restante ha sido de uvas tintas, entre las que la 'Cabernet Sauvignon' sigue siendo la que lidera las cantidades recogidas con 3.201.260 kilos. Tras ella, 'Merlot', con 2.347.810 kilos; 'Syrah', con 1.025.681; 'Garnacha Tinta', con 872.253 kg; 'Tempranillo' con 871.790 kg; 'Pinot Noir', con 72.830 kg; 'Moristel', con 53.780 kg y 'Parraleta', con 49.180 kilos.

Por lo que se refiere a las variedades blancas, tres baten su récord histórico: la 'Chardonnay', con 4.163.416 kg; la 'Gewürztraminer', con 1.463.830 kg y la 'Sauvignon Blanc', con 478.010 kg. Respecto al resto de uvas blancas, de 'Macabeo' se han recogido 271.420 kilos; de 'Garnacha Blanca', 188.800 kg; de 'Riesling', 178.020 kg y de 'Alcañón', 1.920 kilos.

De todas formas, la cantidad de uva recogida supone casi un 28% menos que la vendimiada el año pasado, en el que se registró una de las cosechas más cuantiosas de la historia de esta denominación con más de 21 millones de kilos. La cosecha media de los últimos 10 años es de 18 millones de kilos. Respecto a esa cifra media, la reducción de este año ha sido del 18%.

La alta cifra de 2019 sumada a los daños ocasionados por el pedrisco sufrido en una amplia zona de la D.O.P. el 29 de mayo y el 16 de junio, heladas primaverales puntuales y las abundantes lluvias registradas que favorecieron el corrimiento fisiológico de la flor en algunas variedades de uva son las causas que explican esa reducción en la cantidad de uva recogida este año que ha dado como rendimiento medio de 5.170 kg/ha.

Según ha indicado la D.O.P. Somontano, «pese a perder cantidad de uva recogida, la calidad de la vendimiada ha sido muy buena». Además, «las uvas han visto reforzado su potencial aromático y una acidez que dará como fruto grandes vinos blancos y rosados y también una larga vida a los vinos de guarda como son los fermentados en barrica, crianzas, reservas, grandes reservas o elaboraciones especiales».

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Más de 70 profesionales del sector vitivinícola de nuestro país han asistido online a una singular cata impartida por los Masters of Wine Almudena Alberca, Pedro Ballesteros y Sarah Jane Evans. Conducido por el cofundador y director de Alma Vinos Únicos, Paco Berciano, el evento también ha contado con la participación de los investigadores del ITACYL (Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León)  José Antonio Rubio, jefe de la Unidad de Cultivos Leñosos y Hortícolas del ITACYL; Enrique Barajas y Sergio Vélez, de la misma Unidad de Cultivos Leñosos y Hortícolas del ITACYL; Sergio Vélez, Becario Predoctoral de la Unidad de Cultivos Leñosos y Hortícolas del ITACYL, y Alberto Martín, enólogo de Estación Enológica de Rueda.

Tanta expectación la han despertado seis variedades ancestrales recuperadas de la extinción en distintos puntos de Castilla y León por el Instituto, que lleva desde los 90 inmerso en un trabajo investigador que permita recuperar y seleccionar los mejores clones de variedades locales que puedan adaptarse al viñedo de la Comunidad y proporcionen un patrimonio resistente al cambio climático, complementario con el de otras variedades ya instaladas en el campo de Castilla y León y capaces de aportar valor a sus zonas de origen.

Estas seis variedades forman parte de una colección más amplia de 14 variedades con buenas aptitudes enológicas o agronómicas que se han seleccionado, de más de un millar de cepas originarias que se encontraron en más de 200 parcelas, de las que se seleccionó después una treintena con interés y que, finalmente, ha quedado en esas 14 uvas recuperadas: ‘Áurea’, ‘Bastardillo Chico’, ‘Bruñal’, ‘Cenicienta’, ‘Estaladiña’, ‘Gajo Arroba’, ‘Mandón’, ‘Negreda’, ‘Negro Saurí’, ‘Puesta en Cruz’, ‘Puesto Mayor’, ‘Rufete Serrano Blanco’, ‘Tinto Jeromo’ y ‘Verdejo Colorao’. Algunas ya están reconocidas oficialmente como variedades comerciales y otras están en proceso de evaluación por la Oficina Española de Variedades Vegetales (OEVV).  

 

Trabajo en equipo
Para seleccionar las seis variedades de la cata se ha contado con el personal investigador del ITACYL y la inestimable colaboración de los tres Masters of Wine que han presentado los vinos, junto a Paco Berciano, reconocido experto vitivinícola, que ha ejercido de maestro de ceremonias. Todos ellos han trabajado en equipo, catando y valorando los aromas, sabores y cualidades organolépticas de diversas variedades y han escogido una muestra representativa por su singularidad, que se ha mostrado hoy al público profesional de toda España (sumilleres, personal de distribuidoras, prensa especializada).

Las seis uvas escogidas, mostradas en una vinificación de la cosecha de 2019 han sido: ‘Puesta en Cruz ‘, ‘Gajo Arroba’, ‘Negro Saurí’, ‘Cenicienta’, ‘Estaladiña’  y ‘Tinto Jeromo’. Cada una diferente y singular, han mostrado en cata ser idóneas para formar parte del catálogo de variedades de sus respectivas zonas de procedencia (Arribes, Bierzo, Zamora, Salamanca, Rueda…) y su valor como aportación a un entorno de diversidad y personalidad en los vinos.

También suponen una puerta clara hacia el futuro de unas DD. OO. más volcadas en el origen y en la resistencia al cambio climático que afecta al viñedo mundial. Igualmente, suponen un activo que abre opciones de rentabilidad y valor añadido a los viticultores, tanto por su adaptación ancestral al territorio como por su capacidad de madurar en óptimas condiciones y dar lugar a vinos desconocidos e interesantes para los mercados.

«Aunque este conjunto de variedades se ha localizado en diferentes zonas vitivinícolas y son muy diferentes entre sí, tienen algunos aspectos comunes que las hacen destacar y aumentar su interés ante escenarios de vendimias más adelantadas y veranos muy calurosos», ha comentado Rubio. Para añadir que «se trata de variedades que alcanzan una acidez muy apreciable y muchas de ellas mantienen una maduración tardía, lo que las hace especialmente valiosas e interesantes». Además de conservar la acidez incluso con periodos de maduración calurosos, en los vinos han destacado matices muy distintos y novedosos tanto en nariz como en boca. Por tanto, se trata «de un grupo de variedades que aportarán frescura y novedad en el panorama vitivinícola español y ofrecen nuevas características a los consumidores». 

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La Feria Agraria de Sant Miquel y el salón Eurofruit, que se celebrarán en Lleida del 24 al 27 de septiembre, mantendrán su carácter presencial, aunque tal como ha manifestado el alcalde de la ciudad y presidente del Patronato de la Fira de Lleida, Miquel Pueyo, implementarán un sistema innovador de inteligencia artificial para poder detectar y monitorizar en tiempo real el cumplimiento de las normativas de prevención, mitigación y contención de la Covid–19.

Pueyo ha indicado que estos certámenes «no pueden renunciar a su rol de motor económico y punto de encuentro empresarial, así como punto de referencia de sectores como la agricultura, la ganadería y la automoción, garantizando en todo momento la seguridad sanitaria de las personas ante la amenaza de la epidemia de la Covid–19».

Por su parte, el director general de Fira de Lleida, Oriol Oró, ha explicado las soluciones pioneras de inteligencia artificial que se aplicarán en Sant Miquel y Eurofruit, que contarán con un sistema de videocámaras que controlará a la gente que entre y salga del recinto ferial y avisará automáticamente cuando no se cumplan los protocolos de aforo, distancia social, uso de mascarilla, etc., «con lo cual el personal de seguridad podrá actuar para resolver la situación». Oró ha recordado que los dos certámenes se dirigen este año «a visitantes interesados en comprar más que a un público que quiera venir simplemente a pasear».

Por lo que se refiere a los expositores, el director de Fira de Lleida ha señalado que antes del verano habían reservado espacios unos 250 expositores, alrededor del 85% de los que puede acoger el recinto. En estos momentos, la organización está contactando con ellos para reconfirmar su interés a estar presentes en las condiciones actuales.

Las jornadas técnicas tampoco faltarán a su cita, aunque serán preferentemente telemáticas, previa inscripción online, a pesar de que también habrá presenciales, con el seguimiento de las medidas de seguridad obligatorias por la pandemia. 
https://firadelleida.com/fira/es/

 

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La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural ha recuperado un total de ocho variedades de vid autóctonas de Castilla–La Mancha a punto de desaparecer gracias a la labor de investigación que se realiza a través del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal (IRIAF) y que se complementa con la posterior autorización para su cultivo.

Cinco de estas variedades, ‘Churriago’, ‘Moribel’, ‘Albillo Dorado’, ‘Tinto Fragoso’ y ‘Montonera’, ya se encuentran en el registro nacional y pueden comercializarse. Por otro lado, las últimas en recuperarse han sido la ‘Sanguina’, ‘Castellana Blanca’ y ‘Maquía’s, para las cuales desde el Ejecutivo regional se han iniciado ya los trámites para que puedan formar parte de ese catálogo del Ministerio de Agricultura.

El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha valorado la labor investigadora del IRIAF y sus centros de referencia en general, y en concreto, en este caso, del Centro de Investigación de la Vid y el Vino de Castilla–La Mancha (IVICAM). En este sentido, el consejero ha recalcado la importancia de seguir destinando fondos públicos a la investigación «para conseguir logros como este, en un sector, el vitivinícola, donde la región es la mayor productora en Europa y en el mundo, con sus más de 450.000 hectáreas de viñedo que representa el 50% del viñedo de España, casi el 14% de la UE y casi el 7% a nivel mundial».

El proceso de registro de variedades de vid recuperadas en Castilla–La Mancha es fruto de una línea de investigación y trabajo constante e interrumpido desarrolla en el IVICAM desde el año 2000 y que ha conseguido localizar más de 40 variedades, de las cuales, por el momento, estas ocho son las que se han podido recuperar de manera oficial.

Una vez que se encuentran registradas, el proceso a seguir es obtener la autorización de plantación. Actualmente, en Castilla–La Mancha, ya se pueden plantar dos de estas variedades recuperadas, como son la tinta ‘Moribel’ y la blanca ‘Albillo Dorado’.

 

Dos variedades estaban citadas en una obra de 1914
Fue el pasado mes de julio cuando se inició el proceso tramitación de solicitud por parte del Gobierno regional para que la ‘Sanguina’, ‘Castellana Blanca’ y ‘Maquías’ se incluyan en el Registro de Variedades Comerciales.

Las tres son genotipos no recogidos en bases de datos internacionales hasta la fecha, aunque dos de ellas ya eran nombradas en la bibliografía de principios de siglo XX. Además, ‘Castellana Blanca’ ha sido recogida por otro equipo de investigadores franceses.

La ‘Sanguina’ es una variedad de uva tinta, localizada en 2006, en Cendejas del Padrastro (Guadalajara). De ella solo existen cuatro cepas en nuestra región y se ha localizado alguna cepa también en Cataluña.

La ‘Castellana Blanca’ ha sido uno de los grandes descubrimientos, ya que esta variedad blanca aparecía citada por el ampelógrafo García de los Salmones en su obra de 1914, que fue uno de los autores que indagó de forma más exhaustiva las variedades cultivadas en la época, elaborando extensos listados con las denominaciones de las variedades cultivadas en cada una de las provincias manchegas. Se ha localizado en puntos dispersos por toda la geografía regional, como son Horche y Mandayona, en la provincia de Guadalajara; Pozohondo (Albacete); Velada y Hormigos, en la provincia de Toledo; y Socuéllamos (Ciudad Real).

Asimismo, la ‘Maquías’, otra blanca también citada en la obra de García de los Salmones en el siglo pasado, se localizó en una sola parcela de viña en Velada (Toledo) y es la única de esta variedad que se ha encontrado por ahora en España.

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El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) Cariñena ha aprobado en su última sesión plenaria calificar la añada 2019 como ‘excelente’. Así, el Panel de Cata del Consejo Regulador y los técnicos de las bodegas de la D.O.P. han destacado «la óptima evolución de la maduración de la uva durante la pasada cosecha, con una sanidad excelente, el óptimo equilibrio en la composición de los mostos y en el desarrollo de la fermentación, así como la gran riqueza aromática y composición estructural de los vinos». 

Cabe señalar que en las últimas dos décadas, las diferentes añadas han logrado la calificación de ‘excelente’ en siete ocasiones; la de ‘muy buena’, en 12, y la de ‘buena’, en una. 

La última vendimia se cerró con más de 57 millones de kilos, mientras que la producción superó los 40 millones de botellas. La mayoría (un 65,76%) se exportó a más de 50 países.
 

Nuevas variedades
Por otro lado, y tras la modificación del Pliego de Condiciones de la Denominación aprobado este año por el Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón, Cariñena cuenta con dos variedades más de uva autorizadas: ‘Verdejo’ y ‘Sauvignon blanc’. Estas se suman a las otras 14 existentes hasta ahora: 9 tintas (‘Garnacha tinta’, ‘Tempranillo’, ‘Cabernet Sauvignon’, ‘Syrah’, ‘Cariñena’, ‘Merlot’, ‘Vidadillo’, ‘Juan Ibáñez’ y ‘Monastrell’) y 5 blancas (‘Macabeo’, ‘Chardonnay’, ‘Garnacha blanca’, ‘Moscatel de Alejandría’ y ‘Parellada’). 

En 2019, la uva que más se ha cultivado en las más de 14.000 ha de la D.O.P. ha sido la ‘Garnacha tinta’ (un tercio de la superficie), seguida de la ‘Tempranillo’ (un 22,5%). La uva blanca con más extensión de viñedo fue la ‘Macabeo’ (un 10,3%). 

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Tras años de reivindicaciones y gestiones, las bodegas de la Denominación de Origen (D.O.) Empordà podrán usar la ‘Cariñena blanca’ para elaborar vinos bajo el amparo de la denominación ampurdanesa, después de la resolución publicada por el Boletín Oficial del Estado (BOE).

La D.O. Empordà hacía años que reivindicaba la inclusión de esta variedad que, por una anomalía histórica, no fue incorporada en 1975 cuando fue creada. Hasta ahora, esta variedad no se podía usar en los vinos autorizados en la D.O. Empordà, ya que no estaba contemplada en el listado de variedades españolas y, por tanto, tampoco lo podía estar en la de la D.O. Sin embargo, desde hace años varias bodegas ampurdanesas elaboran vinos con esta variedad en pequeñas cantidades y de manera experimental.

Los primeros vinos de ‘Cariñena blanca’ bajo el amparo de la D.O. Empordà se podrán comercializar a partir de la próxima vendimia una vez las bodegas registren oficialmente la uva cosechada de esta variedad. De este modo, la D.O. Empordà será la primera denominación de origen de toda España que podrá usar esta variedad en la elaboración de sus vinos.

Coincidiendo con la aprobación de la variedad, el Consejo Regulador de la D.O. Empordà ha puesto en marcha un plan para potenciar su uso. Inicialmente, se han inventariado los viñedos de ‘Cariñena blanca’ existentes en el Empordà. Según este estudio, actualmente hay un total de 19 hectáreas de esta variedad que se concentran principalmente alrededor del Coll de Banyuls, en la Sierra de la Albera. Las localidades de Espolla, Garriguella, Agullana, Sant Climent Sescebes y Massarac son, por este orden, los municipios donde hay más viñas de Cariñena blanca', una variedad particular y casi inexistente en el resto de denominaciones españolas.

Según el mismo estudio elaborado por los técnicos de la D.O., la mayoría de viñedos de ‘Cariñena blanca’ del Empordà superan los cien años, una circunstancia que evidencia la vinculación histórica de esta variedad en la zona. De hecho, los viticultores ampurdaneses atesoran una larga experiencia y bagaje en su manejo. El informe del Consejo Regulador especifica también que hay una decena de bodegas ampurdanesas –un 20% del total– que cuentan con ‘Cariñena blanca’ en su viñedo.

El siguiente paso del plan de acción del consejo regulador será la creación de un distintivo que identificará los vinos monovarietales elaborados con ‘Cariñena blanca’. Esta propuesta forma parte de una iniciativa que tiene por objetivo hacer valer los vinos monovarietales elaborados con las variedades tradicionales del Empordà: la Cariñena tinta, blanca y roja, y la Garnacha tinta, blanca y roja.

 

Tierra de garnachas y cariñenas
El Empordà es tierra de variedades históricas. La ‘Garnacha’ representa una tercera parte de la viña ampurdanesa con 572 de las 1.768 hectáreas plantadas. Destaca especialmente la ‘Garnacha tinta’ con 377 ha, seguida de la blanca, con 88, y la roja, con 61. También hay otra variedad, la ‘Garnacha peluda', más minoritaria con unas 4 ha plantadas. Asimismo, es representativa del Empordà la variedad ‘Cariñena’ –tinta, blanca y roja–, con 402 ha, es decir, el 22% de total. La denominación ampurdanesa puede presumir de una riqueza varietal exclusiva, ya que es una zona vinícola que produce todas las variedades de garnachas y cariñenas.

Hoy en día, las variedades autóctonas representan cerca del 65% de todas las viñas de la D.O. El porcentaje de las variedades tradicionales no ha dejado de crecer en los últimos años gracias a la apuesta decidida de los viticultores ampurdaneses por la ‘Garnacha’, la ‘Cariñena’, el ‘Macabeo’ o el ‘Moscatel’. Una tendencia que ha ido acompañada con la aparición de nuevos vinos monovarietales con uvas procedentes de una misma finca. Son propuestas de una nueva generación de viticultores y enólogos, con una buena formación y capacitación, que buscan vinos singulares y con mucha personalidad que sean un reflejo de la zona donde se producen.

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