Desperdicio alimentario

The Natural Fruit Company lanza un dulce mensaje en unas fechas que para todos tienen un significado: es posible desarrollar iniciativas para reducir el desperdicio alimentario, aprovechando fruta que, no siendo perfecta, tiene un extraordinario sabor y a su vez, endulzar el día de muchas personas. Esta campaña, que nace del compromiso de Responsabilidad Social de la compañía, se mueve por el respeto hacia nuestro planeta, la gratitud a la madre tierra y la solidaridad hacia los más desfavorecidos.

En esta ocasión, la compañía ha contado con la colaboración del obrador de Juanfran Asencio. Esta pastelería, ubicada en Aspe, ha sido galardonada Mejor Pastelería de España en 2018 y Mejor Pastelería de Europa. Juntos han apostado por la creación de una edición limitada de su reconocido Panettone, incorporando la fruta imperfecta de The Natural Fruit Company. Un producto que defiende la esencia frente a la apariencia: naranjas diferentes por fuera, pero frescas, jugosas y nutritivas por dentro.

A través de esta iniciativa, The Natural Fruit Company quiere lanzar un mensaje de concienciación para evitar el desperdicio alimentario, ya que según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) un tercio de los alimentos que se producen en el mundo termina en la basura. En el caso de las empresas hortofrutícolas, una cuota muy relevante de producto fresco es retirado de la comercialización por su apariencia o calibre, a pesar de sus buenas condiciones nutritivas y de sabor.

Para The Natural Fruit Company la fruta está viva desde el árbol hasta la mesa, de modo que es preciso dotar de utilidad al producto fresco siempre y cuando pueda orientarse al consumo, independientemente de su aspecto visual. Es solo un pequeño gesto, que contribuye a reducir la pérdida de alimentos saludables y marca un camino de trabajo, para contribuir a la erradicación de la pobreza.

De esta edición limitada de chocolate y naranja, creada por Juanfran Asencio y The Natural Fruit Company, 500 panettones serán donados esta Navidad a diversas ONGs, para apoyar la encomiable labor que realizan ayudando a personas desprotegidas. Una pequeña acción que busca trasladar el espíritu navideño a todos los rincones del entramado social. Esta colaboración se llevará a cabo con Cáritas (Murcia-Valencia-Sevilla), Comedor Social Jesús Abandonado (Murcia), Comedor social San Juan de Acre-Orden de Malta (Sevilla-Madrid), Orden Hospitalaria San Juan de Dios (Sevilla), AMAIM (Murcia) y Cruz Roja (Murcia-Madrid).

La compañía también ha obsequiado a todos sus empleados con un Panettone, en total 2.787 con el fin de agradecer su trabajo y esfuerzo diario, ya que son ellos los que hacen posible que The Natural Fruit Company crezca y se supere día a día.

https://thenaturalfruit.com/

Leer más

La Cátedra Universidad Politécnica de Cataluña (UPC)–Mercabarna para la lucha contra el desperdicio alimentario ha creado el primer fondo bibliográfico online de España dedicado a este tema. Se trata de un portal que recoge información actual sobre desperdicio alimentario y las iniciativas para combatirlo, y es fruto de la colaboración entre la Cátedra UPC–Mercabarna y la Biblioteca del Campus del Baix Llobregat de la UPC.

La finalidad de esta herramienta es contribuir a la lucha contra el desperdicio alimentario, y sobre todo para apoyar a los agentes de la cadena alimentaria en el cumplimiento de la normativa vigente. En Cataluña, desde que en 2020 se aprobó la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Despilfarro Alimentario, las empresas alimentarias y las entidades sociales que distribuyen alimentos están obligadas a disponer de un plan de prevención de las pérdidas y el derroche alimentario y su aplicación, en los términos que establece el reglamento. También deben informar anualmente sobre la cuantificación de sus pérdidas y desperdicio. En el resto del país, el Gobierno está trabajando en el borrador de un proyecto de ley al respecto.

Según han indicado sus promotores, «el portal permite una actualización automática de las fuentes de información, para mantener la Biblioteca al día, siempre bajo la supervisión y la intervención de los expertos de la Cátedra y la Biblioteca del Campus del Baix Llobregat». A pesar de su reciente creación, este catálogo de desperdicio alimentario ya permite el acceso a 6.000 artículos; 236 documentos de investigación; más de 1.500 documentos del repositorio de la UPC, 100 referencias bibliográficas de libros, 6 proyectos europeos, etc.

El portal sobre derroche alimentario tiene 8 apartados: Inicio, Artículos, Bases de datos, Libros, Trabajos académicos, Normas, Proyectos y Buenas prácticas/Iniciativas. https://guies.bibliotecnica.upc.edu/malbaratament-alimentari

Leer más

AECOC ha reunido en el 9º Punto de Encuentro contra el Desperdicio Alimentario, a empresas, cooperativas productoras y comercializadoras hortofrutícolas para analizar los retos en la reducción de la pérdida de alimentos. Los representantes del sector hortofrutícola han apuntado a la colaboración entre todos los agentes de la cadena de valor, la tecnología y la educación ciudadana como estrategias claves para poder lograr el objetivo de que «toda la fruta que produce un árbol se pueda comercializar».

A pesar de ello, el director general de Afrucat, Manel Simon, ha reconocido que esta meta es «una utopía», aunque ha remarcado que el sector está «en una lucha constante para intentar hacerla realidad». Asimismo, ha destacado los avances realizados por los productores de frutas y hortalizas en los últimos años en esa dirección. Al respecto ha apuntado que «se ha dado un paso muy importante al crear industrias de transformación para que esta fruta que no se puede aprovechar se convierta en zumos o mermeladas, o que como última opción se pueda aprovechar como biofertilizante y materia orgánica para los campos». De cara al futuro, la lucha contra la mala gestión y contra los límites tecnológicos serán clave para reducir el desperdicio alimentario que se genera, así como la educación de los consumidores. «Lo primero es satisfacerles ofreciéndoles productos óptimos para su consumo, pero también tenemos que formarles para que no se les pase la fruta una vez está en casa», ha añadido.

Ha coincidido con Simon el CEO de Sat Trops, Enrique Colilles, que también ha resaltado la necesidad de cambiar las costumbres de los consumidores en el punto de venta. «Hay que hacer mucha comunicación para que no toquen la fruta, porque eso aumenta el desperdicio. Debemos generar confianza en las etiquetas: comprar fruta no es cuestión de suerte, sino de confianza en las marcas que garantizan que el producto está listo para consumir», ha dicho.

En la misma línea, el director general de Unica Group, Enrique de los Ríos, ha lamentado que los europeos destinen un 12% de su presupuesto en alimentación, pero que sin embargo el desperdicio alimentario sea del 33%. Así, ha manifestado que «no desperdiciar supone un esfuerzo por hacer cosas diferente y por pensar diferente: hoy el consumidor no compra una fruta si no tiene un aspecto perfecto, y eso es la causa del 40% del desperdicio».

De los Ríos ha aprovechado para reclamar una mayor colaboración entre todos los agentes de la cadena de valor para seguir reduciendo el desperdicio de alimentos. En este sentido ha señalado que «las acciones de cada parte de la cadena influye sobre las otras, por lo que necesitamos más comunicación para pensar conjuntamente en cómo crear nuevas soluciones. Necesitamos legislar y crear un marketing más agresivo para movilizar a la sociedad».

Sobre las prácticas de la cadena también ha hablado Enrique Colilles, que ha destacado que los productores son los primeros interesados en crear estrategias contra el desperdicio, porque cualquier fruta que no se puede comercializar rebaja la rentabilidad. «En Sat Troups, formamos a nuestros agricultores para no comercializar ningún producto que no esté en el punto óptimo para su consumo; además, invertimos en tecnología para el control de la maduración para que llegue al canal de venta en buenas condiciones y reconvertimos los aguacates que no pueden venderse para hacer guacamole», ha resumido el CEO de Sat Trops

Leer más

El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) y la Fundación Espigoladors han firmado un convenio de colaboración de tres años de duración con el objetivo de evitar el desperdicio de la fruta cítrica de la Finca de Bítem, en Tortosa. Gestionada por el centro del IRTA en Amposta, esta finca comercializa cada año a varias cooperativas unos 20.000 kilos de naranjas y unos 18.000 de mandarinas. «Normalmente, todas las naranjas se cosechan para vender, pero en el caso de las clementinas, aunque la temporada haya sido buena, siempre queda un remanente de entre 1.000 y 2.000 kilos que no se cosecha», ha explicado José Miguel Fibla, especialista en Citricultura del programa de Protección vegetal sostenible del IRTA. Para añadir que «cuando hay incidencias climáticas puede que la mitad de la producción de toda esta fruta no se coseche y entonces se destina a destrío por motivos de calidad».

Ahora, gracias al convenio de colaboración que el IRTA ha firmado con la Fundación Espigoladors, se establecerá un programa de recogida de esta fruta que no se puede vender y se destinará a puntos de distribución social de alimentos. La recogida se hará tanto en el campo como en los almacenes de la finca, por parte de la Fundación Espigoladors o bien por otras entidades sociales vinculadas a la distribución gratuita de alimentos. La recolecta coincidirá con la temporada de cosecha de los cítricos. En el caso de clementinas será entre noviembre y diciembre y en el de las naranjas, entre febrero y marzo, principalmente.

La Finca de Bítem del IRTA, de unas 2 hectáreas, forma parte de un proyecto demostrativo de variedades de naranja y también de varios contratos del programa de investigación de Protección vegetal sostenible en cuanto a las clementinas. El convenio se ha firmado solo para esta finca, pero no descartan ampliarlo a la parcela de Vora Riu de Amposta, también del IRTA.

Cabe recordar que de aquí al 2030, la Unión Europea ha fijado el objetivo de reducir en un 50% el desperdicio y las pérdidas de alimentos en toda la cadena de producción y suministro. Por ello, el instituto tiene entre sus objetivos en este apartado sumarse a los retos globales de poner fin al hambre, promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible y garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.

En esta línea, la Fundación Espigoladors es una organización que desde el año 2014 trabaja para reducir las pérdidas y el desperdicio alimentario desde diversas vertientes. La recuperación de fruta y verdura de los campos del sector primario, mediante los espigamientos con voluntariado, es una de sus acciones principales. 

Leer más

Coincidiendo con la declaración por parte de las Naciones Unidas del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, el 29 de septiembre, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha advertido que el desperdicio alimentario no es solo un problema en la fase de la distribución y el consumo, sino que ya se produce y crece de manera alarmante a pie de campo. 

Por este motivo, debido a la falta de soluciones autorizadas para hacer frente a las plagas y enfermedades agrarias que impone la política fitosanitaria europea, la agricultura valenciana alcanzará este año un desperdicio alimentario récord de 450.000 toneladas, que se traduce en unas pérdidas de 156,6 millones para los productores, según un estudio técnico elaborado por esta organización agraria.
 

Cítricos y caqui, muy afectados
Uno de los cultivos más afectados son los cítricos, especialmente las naranjas y mandarinas, que superarán las 357.800 toneladas perdidas en los huertos de la  Comunitat Valenciana, lo que arroja unas pérdidas de 120 millones de euros entre los perjuicios directos sobre la fruta y los costes de los tratamientos realizados. AVA-ASAJA ha señalado que la principal causa que explica esto es la supresión esta campaña del Metil Clorpirifos, la única materia activa que venía demostrando eficacia contra el Cotonet de les Valls (Delottococcus aberiae), sin poner a disposición alternativas de control viables y con la lucha biológica en una fase experimental. Otras plagas como el Trips de la Orquídea también se están expandiendo sin control.

El caqui es otra fruta de temporada que sufrirá devastadoras mermas de producción, llegando en algunas explotaciones a perder toda la cosecha. De acuerdo con el estudio de AVA-ASAJA, el desperdicio en este caso asciende a 85.000 toneladas y a unas pérdidas de 25 millones para los productores. La prohibición del Metil Clorpirifos está de nuevo detrás de los ataques sin precedentes de los cotonets y las moscas blancas, frente a los cuales los agricultores no han podido hacer nada pese a triplicar el número de aplicaciones fitosanitarias. Además, la aparición de resistencias a los productos autorizados ha permitido resurgir la incidencia de la mancha foliar (Mycosphaerella nawae) en el tramo final de la maduración del fruto.

La organización agraria ha indicado que otra producción que padece “un preocupante desperdicio” es la almendra, con 6.000 t afectadas y 10 millones de pérdidas debido a la expansión de la avispilla del almendro en 40.000 hectáreas de once comarcas valencianas.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, ha subrayado que “la política fitosanitaria europea, con la complicidad vergonzosa del Gobierno español, está equivocada y nos aleja de los objetivos contra el cambio climático”. Asimismo, ha resaltado la “contradicción suicida de que esas mismas administraciones comunitarias abren sus puertas a productos agrarios de terceros países que compiten de manera desleal porque utilizan sustancias activas que han sido prohibidas a los agricultores europeos. Sin duda, las políticas agrarias de la Unión Europea requieren un cambio de rumbo y lo requieren ya”.

Leer más

La gran mayoría, el 99,5 % del volumen de fruta, se adquiere para consumir dentro del hogar

 

La tienda tradicional sigue siendo el canal preferido por los hogares españoles para adquirir frutas y hortalizas frescas, representando el 33,4% en el caso de las frutas, aunque se ha registrado un retroceso con relación al año anterior, mientras que crece ligeramente la compra en supermercados/autoservicios y el e–commerce no supera el 0,5% de la cuota en volumen, según los datos del ‘Informe del consumo de la Alimentación en España en 2017’, presentado por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y recogidos por FEPEX.

A pesar de ser el canal favorito para la compra de fruta durante el 2017, con un 33,4% del volumen, la tienda tradicional ve reducido su peso en un 8,7% con relación al 2016. El supermercado/autoservicio crece ligeramente, un 0,4%, y las tiendas de descuento descienden en el mismo porcentaje, representando el 11,6%. Por lo que se refiere al comercio electrónico, este representa solo el 0,4% de la cuota por canales, con un crecimiento del 3,9%.

Con relación a los precios pagados por los consumidores en 2017 según el canal de compra, el citado informe explica que, salvo internet, el resto de canales presentan un mayor precio medio respecto al año anterior, siendo el súper y la tienda tradicional los canales con un precio superior a la media. El precio medio global ha sido de 1,46 euros/kg, con una variación positiva del 2,6%. En la tienda tradicional el precio medio ha sido de 1,50 euros/kg de fruta; el de los supermercados de 1,49 euros/kg; el del comercio electrónico de 1,46 euros/kg; el de los hipermercados de 1,44 euros/kg y el de las tiendas discounts de 1,20 euros/kg.

La gran mayoría, el 99,5 % del volumen de fruta, se adquiere para consumir dentro del hogar, siendo el resto del volumen la parte declarada como consumo fuera del hogar.

 

Desperdicio alimentario
El informe sobre consumo en España 2017, incluye también un apartado en el que se estudia la evolución del desperdicio alimentario. De sus datos se desprende que, en 2017, los hogares españoles tiraron a la basura 1.229 millones de kilos de alimentos. A pesar de ello se constata una mayor concienciación de las familias en la lucha contra el desperdicio alimentario, ya que esta cifra supone una reducción del 5,7% respecto al período anterior.

Cabe resaltar que el 87,5% del total de alimentos tirados a la basura se corresponde con alimentos desperdiciados por los hogares tal cual los compraron. Frutas, verduras/hortalizas y pan son los alimentos más desechados en cuanto a volumen total, si bien la mayor tasa de desperdicio corresponde a salsas, un 20,7% de lo comprado acaba en la basura.

Leer más

Publicidad

  
  

Newsletter

Suscríbete a nuestra Newsletter

Ejemplar gratuito


Entra en el Kiosco para accecer a tus suscripciones, descargar revistas en abierto, comprar ejemplares, ...

Publicaciones recomendadas

Jornadas Fruticultura