Comercialización y nuevas variedades centran el debate en la Jornada Técnica del Arándano

La V Jornada Técnica del Cultivo del Arándano, organizada el 4 de marzo por la Delegación de Huelva del Colegio Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental (COITAND), ha reunido en el Aula Magna del Campus Universitario de la Rábida a especialistas e investigadores de primer nivel y a 300 profesionales de perfil técnico vinculados a este cultivo.

El encuentro ha servido para abordar un amplio abanico de temas de interés, como la comercialización y la evolución de otras zonas productoras que compiten directamente con la oferta de Huelva (donde hay plantadas unas 3.610 ha) como Marruecos, Italia y Portugal, o el desarrollo futuro de nuevas variedades que aumenten la precocidad del fruto. Además, se han tratado otros asuntos como la aplicación de tecnología electroestática al cultivo del arándano, una apuesta por la sostenibilidad que permite incrementar la efectividad de los tratamientos fitosanitarios reduciendo costes, horas de trabajo y volumen de aplicaciones, como ha destacado en la presentación de la jornada el delegado del COITAND en Huelva, Julio Volante

 

Situación actual y tendencias
La primera de las ponencias de la Jornada ha corrido a cargo del Key Account Manager de Fall Creek, Juan Antonio Lorenzo Sigüenza, quien ha explorado la ‘situación actual y tendencias del cultivo del arándano’. Según ha indicado el experto se trata de «un superalimento que está todavía recorriendo sus primeros pasos en el mercado europeo y en gran parte del mundial». Y ha destacado que «los mayores consumos se centran en Norteamérica, pero en esa zona la capacidad de crecimiento es limitada; sin embargo, los nuevos mercados presentan un horizonte muy prometedor». Por lo que se refiere a Europa, el consumo de este fruto es de 180 gramos por persona y año, cifra que dentro de una década podría situarse en 860 gramos por persona y año. Para aprovechar el verdadero potencial de crecimiento, Lorenzo ha apostado por «identificar claramente los factores que condicionan la demanda en todos los actores de la cadena de valor: los productores, los consumidores y quienes los ponen en contacto, las cadenas de distribución…». Y ha subrayado que «el papel de la calidad en este escenario es capital y cada día será más importante, pero la calidad hay que saber transmitirla y tenemos que conseguir que sea estable y sostenible en el tiempo. Solo de este modo podremos alcanzar el verdadero potencial del consumo de arándano».

El abogado y mediador del Colegio de Abogados de Huelva, Daniel Romero Suárez, ha repasado en su intervención las ‘buenas prácticas profesionales de asesoramiento’ que deben guiar la actuación de un ingeniero técnico agrícola en el desarrollo de su actividad, tocando temas como la necesidad de dar cumplimiento a las obligaciones fiscales y de seguridad social, el modo de contratación de servicios, la necesidad de aseguramiento en cuanto a responsabilidad civil que pueda derivarse de su trabajo, la relación con los compañeros y con los agricultores o la oportunidad que brinda el COITAND para atender y proteger los intereses de los peritos.

En la tercera ponencia, Rafael Sánchez Trujillo, ingeniero agrónomo del Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, ha abordado la ‘situación legal de productos fitosanitarios para desinfección de suelos en frutos rojos’. «La desinfección de suelos con carácter previo al trasplante de frutos rojos (fresa, frambuesa y mora) es una práctica de cultivo que es necesario implementar cada año, debido a que su monocultivo reiterado provoca la proliferación de nematodos y hongos en las parcelas de cultivo», ha explicado. A pesar de ello, dado que la situación legal de las diferentes sustancias activas que se emplean es complicada, «resulta imprescindible estudiar todas las alternativas disponibles distintas a los productos fitosanitarios empleados hasta ahora e identificar aquellas prácticas de cultivo que pudieran contribuir a reducir la presencia de patógenos en el suelo».

El ‘uso de quelatos en suelos ligeramente ácidos’ ha sido el tema de la cuarta ponencia, que ha desarrollado la profesora del Departamento de Química Agrícola y Bromatología de la Universidad Autónoma de Madrid, Sandra López Royo, quien ha manifestado que «si bien el arándano es un cultivo que prefiere suelos ácidos, se trata de una especie poco eficiente en la absorción de hierro, por lo que el establecimiento del cultivo en suelos alcalinos, neutros o incluso ligeramente ácidos puede ocasionar la deficiencia de estos micronutrientes siendo necesaria su corrección a través del uso de fertilizantes». En conclusión, la experta ha señalado que «los quelatos de hierro y de otros micronutrientes son fertilizantes adecuados para la nutrición del arándano, siendo necesario elegir el tipo de quelato en función de las características del medio de cultivo, y el método de aplicación».

 

Tecnología electroestática
En esta jornada técnica también se ha hablado sobre la ‘eficiencia de tratamientos foliares mediante tecnología electroestática en el cultivo del arándano’, aspecto que han analizado Luis Urbano Ocaña, licenciado en Química y director ejecutivo de Alborán Soluciones Químicas y Eva Sánchez Rodríguez, gerente de Bisari Agroinovation, SL. Ambos han subrayado que «el arándano es un cultivo que requiere una óptima fertilización para mejorar los rendimientos, para lo cual se utiliza la fertilización foliar. Además, requiere un manejo fitosanitario, debido a la incidencia de enfermedades fúngicas y plagas». Por todo ello, «la optimización de los tratamientos foliares puede ser clave para la mejora de rendimiento de este cultivo».

Manuel Jarén Galán y Rocío Rodríguez Arcos, ambos científicos y titulares del Departamento de Fitoquímica de Alimentos del Instituto de la Grasa del CSIC, han destacado las propiedades saludables de las frutas onubenses con la ponencia ‘Frutas de Huelva, campo de salud’. Ambos han indicado que «las investigaciones científicas sobre el valor nutricional y funcional del arándano han revelado que este es una buena fuente de nutrientes y micronutrientes básicos (fibra, vitamina C, vitamina K y Mn)». Además, el arándano «contiene una gran cantidad y variedad de fitoquímicos, principalmente antioxidantes polifenólicos, los cuales le confieren la capacidad de prevenir o ralentizar los procesos oxidativos degenerativos y modificar procesos fisiológicos relacionados con la prevención y mejora de enfermedades».

Los estudios de caracterización química realizados en este Departamento han revelado que «el arándano azul cultivado en la provincia de Huelva posee una calidad global superior a la de los cultivos de otras muchas zonas del mundo». Esta calidad diferencial representa un magnífico argumento para promocionar este fruto, «cuyos excelentes atributos aún no son lo suficientemente conocidos por muchos de los sectores de nuestra sociedad».

De la última ponencia se ha encargado Humberto Mendoza Bravo, consultor en Nutrición Vegetal, ingeniero agrónomo y profesor en la Universidad Católica de Valparaíso (Chile), con el título ‘Criterios nutricionales para una fruta de calidad’. La calidad de la fruta y su ‘shelf life’ en el anaquel dependen de muchos factores, tales como la variedad, su rendimiento o el clima, y el factor nutricional juega un rol muy destacado. Mendoza explicó los parámetros de calidad más importantes del arándano y cómo los distintos nutrientes influyen positiva y negativamente, en función de excesos, deficiencias y/o desequilibrios en la calidad de la fruta y en la condición de esta en la postcosecha.

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